Carencia de gacelas en la selva productiva canaria

El escaso tamaño de la mayoría de empresas de las Islas coloca a la comunidad autónoma entre las que tienen un menor porcentaje (3,4%) de negocios que se suben con rapidez al carro del crecimiento

Carencia de gacelas en la selva productiva canaria

Carencia de gacelas en la selva productiva canaria / Adae Santana

Julio Gutiérrez

Julio Gutiérrez

Poner en marcha un negocio y que todos los parámetros que miden su buena salud –facturación, empleo, beneficio– se disparen en tiempo récord es el sueño de cualquier emprendedor. Cuando una empresa alcanza tal grado de perfección merece el calificativo de gacela. Como casi siempre, tampoco en esta ocasión las Islas salen bien paradas al comparar su resultado con el del resto de comunidades autónomas. Solo Cantabria y Baleares empeoran el 3,4% de negocios canarios –sobre el total de los de más de diez empleados que existen en la comunidad autónoma– que logran alcanzar ese ansiado estatus.

La media española es del 4,6% y Andalucía y Madrid se colocan a la cabeza con un 6%. Son los datos que arroja la última actualización (2018-2021) del Observatorio de Empresas Gacela que gestiona la Fundación Cotec para la Innovación en colaboración con la Universidad de Sevilla.

Una de las conclusiones que se extraen del análisis sobre el cuatrienio 2018-2021 es el mayor daño que la pandemia provocó en el Archipiélago. La dependencia que la economía de las Islas tiene de la actividad turística y las restricciones que hubieron de adoptarse para la circulación de personas durante largos meses supusieron un lastre, en muchos casos insalvable, para el tejido empresarial.

«Ninguna comunidad autónoma ha conseguido recuperar el peso que las gacelas tenían antes de la pandemia. Pero todas ellas, excepto Canarias y Baleares, tienen mayor porcentaje de gacelas que antes de la crisis financiera» de 2008, señala el observatorio. Por una simple razón, el batacazo del PIB canario (y balear) fue de mayor tamaño, con lo que el espacio a recorrer hasta lograr la recuperación es más largo.

Definir con total exactitud qué es una empresa gacela no es sencillo. Básicamente porque no todos los autores se ponen de acuerdo a la hora de fijar los parámetros y el tamaño que estos deben alcanzar para que las empresas merezcan tal condición. La dificultad para acceder a los datos de facturación por reticencias de los propios emprendedores, por ejemplo, lleva en algunos casos a fijar la atención exclusivamente en la evolución del número de trabajadores que integran la plantilla.

Definición de la OCDE

No obstante, es de común aceptación el criterio que marca la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Según esta, para considerar gacela a una empresa debe ser joven, y eso significa no superar los cinco años de vida. Además, la facturación anual debe haber alcanzado al menos el medio millón de euros anuales y el beneficio, anotarse incrementos de por lo menos el 20% en tres ejercicios consecutivos. Por último, deben generar al menos diez puestos de trabajo desde el inicio de su andadura.

En el aludido cuatrienio 2018-2021, Cotec sitúa en Canarias el 2,9% del total de las empresas gacela existentes en España, y eso es medio punto menos del peso que tenía la comunidad autónoma en el periodo inmediatamente anterior (2017-2020). Muy lejos quedan los polos de atracción empresarial de Madrid y Barcelona, que acaparan el 21,4% y el 16,3% del total, respectivamente.

En cualquier caso, comparar a las Islas con los mayores gigantes económicos del país no supone una gran aportación al conocimiento de cuál es su situación. Sí se logra entender mejor el contexto poniendo a la comunidad autónoma a competir con ella misma, es decir, observando la evolución de empresas gacela dentro del propio territorio del Archipiélago; un ejercicio que tiene tanto de práctico como de deprimente.

Resulta que, siempre según el observatorio, Canarias salió de la crisis de 2008 muy bien situada. Era la cuarta comunidad autónoma en porcentaje de gacelas sobre el total de empresas en el periodo 2014-2019. ¿Una situación real? Desde luego, muy envidiable, pero incapaz de ocultar que la salida de las Islas de aquel hundimiento de las economías occidentales fue anterior al del resto de España por la extraordinaria pujanza de la actividad alojativa, muy dopada en llegadas por los problemas de seguridad con que la Primavera Árabe regó destinos competidores de invierno como Egipto, sobre todo, o Túnez.

Es más, sin que Cotec lo revele, es lógico pensar que fue el primer tramo del segmento temporal analizado el que llevó al Archipiélago a una situación tan envidiable. Despejado un elemento tan desequilibrante como es la ausencia de homogeneidad en la recuperación, entre los años 2017 y 2020, la comunidad autónoma se fue hasta el undécimo lugar del ranking que integran las 17 regiones españolas.

Para terminar de rematar el descenso, estalló la crisis sanitaria, lo que ha llevado Archipiélago a descender otros cuatro escalones y ser decimoquinto en el último periodo analizado (2018-2021), solo, como ha quedado dicho, por delante de una Cantabria a la que cuesta equilibrar con otras actividades el peso de su sector primario (agricultura, ganadería y pesca), poco propicio para grandes avances en cortos periodos de tiempo, y Baleares, aquejada de los mismos males que Canarias.

Ahora, las microgacelas

Los criterios adoptados para que una empresa merezca la consideración de gacela resultan demasiado exigentes para tejidos productivos que, como el canario, están copados por las pequeñas y muy pequeñas sociedades; prácticamente el 99% tienen un tamaño mínimo, sobre todo al inicio de su actividad. De ahí que los expertos en la materia hayan decidido crear el concepto de microgacela.

En las Islas, el número medio de empleados que tienen las gacelas es de 80. No hay tantas empresas en las Islas cuyas plantillas traspasen esa frontera. Desde luego, son una ínfima minoría en comparación con el total de negocios que se gestan. Por eso, conocer el estado de salud del emprendimiento exitoso canario requería crear otra puerta de entrada.

¿Qué es una microgacela? «Microempresas de alto crecimiento», subraya Cotec. Las que «partiendo (en 2018) de un número de empleados inferior a diez, son capaces de incrementar su número de trabajadores como mínimo en ocho tres años más tarde (2021)», detalla la fundación en el informe elaborado el año pasado.

Solo observar que había «5.715 microgacelas en el periodo 2018-2021, unas mil más que gacelas (4.588)», como subrayan los analistas de la fundación, da cuenta de la utilidad de generar este nuevo concepto. Mientras que hay empresas gacela en 1.115 municipios de España, microgacelas existen en 1.321.

A su vez, ampliar el radio de acción del observatorio permite encontrarse con curiosidades como hallar a Telde en tercera posición del ranking estatal por municipios en los que las microgacelas suponen un mayor porcentaje (4,4% en el caso del municipio grancanario) sobre el total de sociedades mercantiles que emplean a más de diez personas. Solo la localidad sevillana de Tomares (9,3%) y la gaditana Chiclana de la Frontera (4,5%) logran adelantar a la Ciudad de los Faycanes.

Canarias en su conjunto sale mucho mejor parada en el análisis de este tipo de negocios en comparación a lo que ocurría cuando el objeto de observación son las gacelas. En el cuatrienio 2018-2021, la Fundación Cotec para la Innovación detectó 199 microgacelas en las Islas, el 2,2% del total de microempresas que operaron durante ese tiempo. Es el quinto mayor porcentaje del país.

Otro claro indicio de la necesidad de contemplar las microgacelas para medir con mayor exactitud el éxito en el emprendimiento es que a las Islas la acompañan en el top 5 otras que, como Murcia (2,9%) y Extremadura (2,4%), no salen bien paradas cuando se analiza el mapa de empresas gacela. «A pesar de ocupar las últimas posiciones en el ranking de generación de gacelas, Canarias y Baleares destacan en la creación de microgacelas», subraya el Informe 2023 del observatorio. Con más lustre para la primera –el archipiélago mediterráneo se sitúa en séptima posición (1,7%)–, pero «escalando ambas diez posiciones».

En cuanto a las dos capitales canarias, aparecen entre las primeras 20 de España en número de empresas gacela. Las Palmas de Gran Canaria está en el puesto decimotercero, más abajo del que ocupa cuando la variable que se analiza es la del volumen de población, con 31 de estos negocios; Santa Cruz de Tenerife (16), en el decimosexto, por encima del lugar que ocupa en número de habitantes empadronados.

Sin embargo, cuando se baja al nivel de las microgacelas, solo la capital grancanaria se cuela entre los 25 municipios que cuentan con un número mayor. Las 40 existentes la colocan en el puesto duodécimo de una clasificación que encabezan Madrid (665) y Barcelona (335).

El observatorio también analiza cuáles son los sectores de actividad en los que la concentración de este tipo de negocios es más elevada. Solo trece incrementan «tanto el porcentaje como el número de gacelas en el periodo 2018-2021», subraya el informe. Y los únicos cuyos porcentajes sobre el total alcanzan los dos dígitos son: las «actividades de servicios sociales sin alojamiento (15,3%)», las «actividades de seguridad e investigación (14,8%), la «programación, consultoría y otras actividades relacionadas con la informática (13,4%)» y la «investigación y desarrollo (10,3%)».

El clima de emprendimiento

Llegar a la medición del éxito de las empresas pasa primero por conocer el clima de emprendimiento existente. Si no hay quienes estén dispuestos a crear nuevos negocios, es imposible que haya triunfo alguno. Del mismo modo, cuantos más se creen, más posibilidades habrá de que algunos más se sumen al club de las gacelas y las microgacelas.

El Informe GEM Canarias 2022-2023, elaborado por las dos universidades públicas de las Islas, sitúa el Índice de Contexto de Emprendimiento Regional (RECI) del Archipiélago como el peor de España. El 4,1 atribuido por los expertos coloca a las Islas en la parte muy baja de la clasificación por países de la OCDE –también España aparece en esa zona gélida– y pone «de manifiesto las mayores dificultades para el emprendimiento que existen» en la comunidad autónoma y en todo el país.

El 2% de la población isleña (18-64 años) puso punto final a un proyecto propio durante el pasado año. Cuatro de cada diez que lo hicieron (39,8%) señalaron la falta de rentabilidad como causa.

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