Entrevista | Cristina Domínguez Beautell Delegada del Gobierno de Canarias en Bruselas

Cristina Domínguez: «La política de cohesión se complica en el futuro presupuesto de la UE»

Cristina Domínguez lleva más de 20 años trabajando en la oficina del Gobierno de Canarias en Bruselas, por lo que conoce bien los entresijos de la capital comunitaria. Ahora que ha sido nombrada delegada encara un escenario que admite que tiene un contexto más complicado en comparación con el desafío que supuso el ‘brexit’. Por eso Canarias tendrá que esforzarse en defender su condición de RUP ante lo que se avecina.

Cristina Domínguez, nueva delegada del Gobierno en Bruselas, en la sede de la Consejería de Hacienda.

Cristina Domínguez, nueva delegada del Gobierno en Bruselas, en la sede de la Consejería de Hacienda. / LP/DLP

¿Su nombramiento abre una nueva etapa en la Delegación de Canarias en Bruselas o seguirá una labor continuista?

Es continuista. La Delegación fue oficina en su día cuando no se permitía a las comunidades autónomas estar en Bruselas como delegaciones de los gobiernos, por eso fue la oficina de Sofesa (actual Proexca) en su día después de Cataluña y País Vasco. Una sentencia posterior permitió que las comunidades autónomas podían tener representación ante la UE. El trabajo es el mismo aunque los desafíos sean diferentes, pero siempre con el objetivo de defender los intereses de Canarias en Bruselas, analizando la coyuntura y los expedientes que se nos presentan y los problemas a los que nos tenemos que enfrentar. Es una continuidad permanente en la defensa de los asuntos canarios en la UE porque los equipos y las instituciones cambian, pero es cuestión de estar ahí y demandar las adaptaciones que necesita Canarias para lo que venga de nuevo.

¿Cuáles son las prioridades en las que trabaja la Delegación?

Actualmente hay una serie de negociaciones que nos afectan directamente. Preocupan cuestiones como el pacto de migración y asilo, los menores no acompañados, el futuro de la política de cohesión que está en debate, las nuevas reglas fiscales, la política agrícola y la implementación del paquete de medidas relacionadas con el Objetivo 55 –reducción de las emisiones en al menos un 55% que la UE se ha fijado para 2030–, que en una región como la nuestra se tendrá que hacer un esfuerzo muy considerable para poder cumplir con todos lo objetivos que marca la Comisión Europea. También trabajamos en la estrategia de las RUP (regiones ultraperiféricas) de 2022, con pautas desde la Comisión que también hay que cumplir. Ya se está hablando de que la próxima Comisión tendrá que aprobar un paquete de medidas para reducir las emisiones hasta en un 80% de cara a 2040, lo que impacta directamente en Canarias que depende del tráfico aéreo y marítimo.

¿Qué repercusiones pueden tener en Canarias y las RUP las próximas elecciones europeas y los cambios consiguientes en la Comisión Europea?

El resultado de las elecciones marcará los objetivos de futuro de la UE y tendremos que trabajar en un seguimiento técnico de todo lo que se nos presente. Van a cambiar el Parlamento y la Comisión y en ocasiones en este escenario hay que empezar de cero a explicar otra vez lo que es Canarias y lo que es una RUP. Es en este tipo de cambios cuando hay que dar unos pasos atrás para después avanzar hacia adelante, siempre ha sido así, pero nuestro trabajo es el mismo.

«Canarias tiene que defender sus singularidades ante lo que venga, que es preocupante»

Hay preocupación por el nivel de ejecución de los fondos Next Generation ¿Está Canarias al mismo nivel que otras regiones? ¿Hay posibilidades de prórroga más allá de 2026?

El MRR (Mecanismo de Recuperación y Resiliencia) está hasta 2026, después termina y no se va a prorrogar. De hecho ahora va a comenzar el debate y la reflexión sobre el futuro presupuesto de la UE 2028-2034 y la posibilidad de flexibilizar algunas normas. Lo que sí hay es una cierta preocupación por la lentitud de la ejecución y por eso se está ofreciendo una cierta flexibilidad para permitir una mayor absorción. En esta línea se ha aprobado el reglamento Step, que introduce nuevas posibilidades para ayudar a los Estados a utilizar fondos en proyectos que ayuden a mejorar la competitividad y avanzar en la transición verde y digital. Se está haciendo todo lo posible para que los fondos se cierren antes de finalizar 2026 porque después se terminan y lo que tenemos que empezar a pagar es la deuda contraída.

¿Entonces no es solo Canarias la que lleva con lentitud la ejecución de los fondos MRR?

Es en general. El periodo termina en 2027 y después empieza otro desde 2028. Ahora lo que se está debatiendo es el futuro de la política de cohesión y cómo va a quedar porque hay detractores y defensores. El debate sobre el futuro presupuesto de la UE va a ser interesante, pero tendrá sus problemas: hay una futura adhesión de países, se terminan los fondos Next Generation, hay que pagar los intereses contraídos y todo eso hay que seguirlo para ver cómo va a quedar este marco. De todas formas, la última palabra siempre la tienen los Estados miembros.

«La Comisión ha abierto la reflexión sobre el marco financiero y ahora hay más desafíos»

¿Ve nubarrones en el futuro de la política de cohesión?

Creo que es pronto aún, siempre que se presentan informes sobre la cohesión se dice que va a desaparecer y siempre se queda. Algunas reglas sí cambiarán porque ni la Comisión lo sabe, ahora se está reflexionando y en abril saldrá el informe de la cohesión y será a partir de ahí cuando se empezará a concretar, ahora está todo en debate.

Cuando sucedió el brexit se temió un recorte del presupuesto europeo para Canarias, pero finalmente no ocurrió ¿En el próximo podría suceder ante los desafíos que encara la UE?

El escenario ahora es más complicado, aunque es difícil predecir qué va a pasar con el marco financiero. Lo que se ha iniciado es una reflexión interna en la Comisión porque probablemente habrá una adhesión de nuevos países, entre ellos Ucrania. Una ampliación que se va a complicar con nuevas demandas crecientes de financiación en energía, descarbonización, digitalización, investigación, defensa y seguridad que se van a ver afectadas con el final de los fondos MRR en 2026. También se tienen que pagar los intereses de la deuda contraída por los países por el Next Generation a partir de 2028, que han aumentado por la coyuntura actual. Las próximas negociaciones tendrán más desafíos con la presión añadida de la ampliación, el debate estará en torno al tamaño del presupuesto, su estructura y las reglas fiscales para hacer frente a los desafíos de la Unión. Será un contexto más complicado que el anterior.

«No habrá prórroga de los fondos ‘Next Generation’, después hay que pagar la deuda contraída»

¿El REF y los elementos singulares de Canarias están suficientemente entendidos y garantizados por Bruselas?

La Comisión Europea tiene un marco bien definido y las ayudas para Canarias también están definidas. De hecho las ayudas del REF se han ido renovando siempre y se ha flexibilizado el marco general para que no haya problemas en las más habituales. Si hay algo de particular se negocia, pero Competencia entiende bien el REF.

¿Está de acuerdo cuando se dice que Bruselas entiende mejor el REF que Madrid?

Siempre he estado en Bruselas y no sé lo que dice Madrid, pero lo que sé es que en Bruselas cuando se va con argumentos bien justificados ante un problema las instituciones comunitarias siempre nos han escuchado y han intentado encontrar soluciones. Tenemos medios para influenciar y defender nuestros intereses tanto en el proceso de elaboración como cuando sale la propuesta.

¿Cree que el pacto migratorio tiene en cuenta la crisis migratoria que vive Canarias y su situación atlántica?

El Gobierno de Canarias insiste en Bruselas para que se tenga en cuenta la ruta migratoria del Atlántico y no solo la del Mediterráneo. La Comisión nos está escuchando, es verdad que el pacto migratorio es muy difícil, pero lo acordado hasta ahora no avanza lo suficiente en la atención de los derechos humanos y en la garantía del derecho de asilo de las personas que huyen o el tema de la corresponsabilidad migratoria que deberían asumir todos los países. Se ha introducido el concepto de solidaridad flexible, pero no garantiza la acogida de todos los migrantes, además de que no resuelve el problema de los menores no acompañados. Ahora hay un periodo de dos años para que los Estados se preparen. En Canarias estamos muy pendientes para buscar soluciones que tardarán más o menos, pero tendrán que llegar. Es el inicio de un camino que no ha terminado y al que le queda mucha reglamentación para poder aplicarlo y mucha voluntad de los Estados.