Créditos

La banca mantiene sus hipotecas problemáticas en 36.000 millones pese al alza de los tipos

La cifra es, de hecho, ligeramente inferior -en 85 millones y un 0,23%- a la registrada en marzo de 2022, el mes anterior a que el euríbor entrase en territorio positivo por primera vez en seis años

La vicepresidenta Nadia Calviño con los representantes de AEB, CECA y UNACC en una reunión hace unos meses.

La vicepresidenta Nadia Calviño con los representantes de AEB, CECA y UNACC en una reunión hace unos meses. / CECA

Pablo Allendesalazar

Aunque pueda sorprender dada la brutal escalada del euríbor desde diciembre de 2021 hasta hace apenas unas semanas, las hipotecas impagadas o en riesgo de impago de la banca española no han aumentado por el alza de los tipos de interés, sino todo lo contrario. Los créditos para compra de vivienda en situación problemática -la suma de los morosos y los que presentan alto riesgo de impago- se situaron en 36.359 millones de euros al cierre de junio, según los últimos datos del Banco de España. La cifra es, de hecho, ligeramente inferior -en 85 millones y un 0,23%- a la registrada en marzo de 2022, el mes anterior a que el euríbor entrase en territorio positivo por primera vez en seis años.

Las hipotecas de dudoso cobro, así, se situaron antes del verano en 10.944 millones, algo por encima del primer trimestre (343 millones y un 3,2% más), con lo que rompieron su tendencia a la baja. Sin embargo, están todavía notablemente por debajo de su nivel de marzo de 2022 (2.741 millones y un 20% menos). Además, las hipotecas en vigilancia especial por su alto riesgo de impago han aumentado respecto al primer trimestre del año pasado (en 2.656 millones y un 11%), pero en junio cayeron respecto a marzo hasta los 25.415 millones (394 millones y un 1,5% menos).

Que no haya aumentado el montante de hipotecas problemáticas en el actual contexto podría tratarse, en principio, de una buena noticia. Pero el Banco de España no se fía. Por un lado, porque cada subida de los tipos de interés oficiales del Banco Central Europeo (BCE) tarda entre 18 y 24 meses en desplegar todos sus efectos, y se produjeron 10 entre julio de 2022 y el pasado septiembre. Y por otro, porque los hogares tardan en dejar de pagar las hipotecas unos dos años de media desde que han sufrido una caída notable de sus ingresos, normalmente por la pérdida del empleo. De momento el mercado laboral está resistiendo y el euríbor ha comenzado a bajar porque los mercados anticipan rebajas de tipos del BCE en 2024. Pero está por ver cómo encajan las finanzas de las familias la creciente desaceleración de la economía europea.

Plan para los hipotecados

Este posible incremento de los problemas de pago de los clientes es una de las razones que esgrime el Gobierno para ampliar el plan de ayuda a los hipotecados en apuros que pactó con la banca en noviembre de 2022 y que de momento está teniendo muchas menos peticiones de las esperadas. Como adelantó este diario, la vicepresidenta Nadia Calviñose va a reunir este lunes con las patronales bancarias y el Banco de España para extender a 2024 la suspensión de las comisiones por cambio de hipoteca de tipo variable a fijo y de amortización anticipada vigentes en 2023. También pretende elevar el umbral de renta de las familias que pueden beneficiarse del Código de Buenas Prácticas para el alivio hipotecario de hogares de clase media, de los actuales 29.400 euros (3,5 veces el IMPREM) a la "renta media" (37.800 euros).

Tanto el Banco de España como el sector financiero lleva varios meses expresando su rechazo a dicha ampliación del plan con el argumento de que es demasiado prematura. Sin embargo, el organismo gobernado por Pablo Hernández de Cos también lleva tiempo instando a la banca a ser prudente y a aprovechar el incremento de beneficios que le ha aportado el alza del euríbor para reforzar su capital y provisiones. Su objetivo es que aumente su capacidad de resistencia ante el previsible aumento de la morosidad. Como los bancos no parecen haberle hecho mucho caso hasta ahora, la subgobernadora, Margarita Delgado, elevó hace unos días el tono y advirtió de que "no hay ninguna anticipación" por parte de las entidades, significativamente en un acto organizado por la patronal bancaria AEB. 

Toque de atención

La número dos del Banco de España basó su crítica, precisamente, en la reducción de los créditos a hogares y empresas en vigilancia especial en España y la zona euro. "Esto quizás nos haga reflexionar sobre si las entidades están capturando adecuadamente mediante sus sistemas de alerta temprana el deterioro de las condiciones económicas y financieras. Bajo las circunstancias actuales de ralentización económica, incluso recesión técnica en algunos países europeos, cabría esperar que este segmento de acreditados fuera mayor, o por lo menos que su peso en el total aumentara", ha alertado.

Según datos de la Autoridad Bancaria Europea, los bancos europeos han reducido su conjunto de créditos en vigilancia especial en un 5,8% desde el máximo del pasado septiembre, hasta los 1,431 billones del pasado junio. España es el quinto de los 30 países que analiza la EBA con un porcentaje de créditos en vigilancia especial sobre el total de préstamos más bajo (6,8% frente a una media del 9,1%), pero el séptimo con una tasa mayor de morosidad (2,9% frente al 2,1%). En la suma de ambos componentes, el país presenta una tasa de créditos problemáticos más baja que la media (9,7% frente al 11,2%), pero con una cobertura -peso de la hucha de provisiones sobre dichos activos- más alta (51,7% frente al 48,3%). 

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