FISCALIDAD

Segundo choque en el Gobierno entre Calviño y Díaz por el impuesto a la banca

La vicepresidenta primera anuncia que el gravamen debe reformularse teniendo en cuenta que las circunstancias han cambiado

Los bancos centrales han frenado la subida de tipos en sus últimas reuniones monetarias del año y la Reserva Federal ha señalado el realizará tres bajas de tipos en 2024

Las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz durante un pleno del Congreso.

Las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz durante un pleno del Congreso. / EP

Celia López

El Gobierno choca por segunda vez a cuenta de la revisión del impuesto a la banca que ha planteado este viernes la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño. "Hay que tener en cuenta que las circunstancias han cambiado y no estamos en el mismo escenario respecto a los tipos de interés", ha señalado Calviño durante una entrevista en televisión. La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, no ha tardado en dar la réplica a la responsable de Economía y ha defendido el mantenimiento de los impuestos extraordinarios a la banca y a las energéticas. Díaz asegura que así quedó recogido en el acuerdo de investidura entre PSOE y Sumar, que debe ser "cumplido".

Calviño ha señalado que es necesario ajustar algunos parámetros del impuesto extraordinadio a la banca debido a los cambios que se están empezando a vislumbrar en la política monetaria de los bancos centrales. Los bancos centrales han frenado la subida de tipos en sus últimas reuniones monetarias del año y la Reserva Federal ha señalado el realizará tres bajas de tipos en 2024. "Me parece que es momento de revisar y ver si hay que ajustar alugunos parámetros en el nuevo escenario en el que estamos, en el que ya no hay una subida tan rápida de los tipos de interés y esa subida tan rápida de los precios de la energía. Tenemos que ver si en esos dos impuestos hay que hacer algún ajuste o no", ha explicado Calviño este viernes en una entrevista en televisión.

Tras estas declaraciones, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno, ha reaccionado inmediatamente y ha defendido este viernes el mantenimiento de los impuestos extraordinarios a la banca y a las energéticas y ha recordado a la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, que así quedó recogido en el acuerdo de investidura entre PSOE y Sumar, que debe ser "cumplido" en declaraciones a la prensa en Bilbao, donde se ha reunido con distintos colectivos de trabajadores, Díaz se ha mostrado "en total deacuerdo" con la posibilidad de eliminar este impuesto.

"Le diría a la señora Nadia Calviño 'pacta sunt servanda' (lo pactado, obliga) y que acabamos de cerrar un acuerdo con el PSOE, que dio la presidencia del Gobierno al señor Sánchez, en el que, de manera clara, justamente en momentos de crisis de inflación sin precedentes, los que más tienen, más tienen que aportar", ha añadido. En este sentido, ha asegurado que los datos de beneficios antes de impuestos de las energéticas y de las entidades financieras son "absolutamente contundentes". "Por tanto, más que nunca, deben de aportar", ha indicado Díaz, que ha insistido en que es un acuerdo entre PSOE y Sumar que debe ser "cumplido".

Roce por los subsidios de paro

Los socios de Gobierno, Sumar y el PSOE, escenificaron a finales de noviembre su primer desencuentro a raíz de la reforma de la reforma del subsidio de paro. Díaz considera que el Ministerio de Economía que lidera la vicepresidenta primera y ministra de Economía que quiere reformar del subsidio por desempleo ha entrado en competencias del Ministerio de Trabajo y Economía Social. Calviño negocia en Bruselas modificaciones de las ayudas para los parados que suponen el endurecimiento de las condiciones para cobrarlas.

Las diferencias entre ambos departamentos han retrasado la aprobación de la nueva normativa, pactada con la Unión Europea y que tenía que haberse sacado adelante a finales de 2022 para conseguir el cuarto pago de los fondos europeos, todavía pendiente a falta de aprobar esta reforma. Economía aboga por hacer que el subsidio sea descendiente para los parados, mientras que Trabajo aboga por ampliar los beneficiarios de la "prestación" y considera que no hay que "estigmatizar" al parado.