El comercio canario cumple 24 meses con las ventas al alza gracias al empuje del turismo

Calles repletas de personas con bolsas y tiendas donde el dinero no deja de circular. Esta es la estampa que ha podido verse en cualquier localidad canaria en los últimos dos años, lo que se traduce en un período de bonanza para el comercio al por menor. Ni siquiera la inflación, en auge tras el comienzo de la guerra en Ucrania, está siendo capaz de evitar que la economía siga viento en popa gracias a la llegada a las Islas de turistas deseosos de gastar. Las ventas y el empleo, medidas por el índice de comercio al por menor a precios constantes, han mejorado un siete por ciento en el Archipiélago en el último trimestre si se comparan con el mismo período del año pasado. 

La realidad de lo que ocurre en los negocios se refleja en los positivos datos del boletín sectorial elaborado por la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, presentado ayer por Lola Pérez, directora general de esa institución, y Luis Díaz, subdirector general de Cajasiete. Hay motivos para el optimismo porque todos los meses del último trimestre terminaron con las ventas al alza, siendo mayo el mes con mayor incremento (7,7%), seguido por junio (7,2%) y con abril en tercera posición (6,2%). Y si la comparación se realiza respecto al 2021, el incremento se dispara hasta el 18,3%. 

La subida de precios propicia la mejor facturación de la historia del comercio

La tendencia nacional en cuanto a las ventas es también esperanzadora, con un aumento del 6,6% en lo que va de año. Así, Canarias se encuentra por encima de esa media del país con un índice de ventas del 9,1% y encabeza las cifras situándose solo por detrás de Baleares y Madrid. En este sentido, el subdirector general de Cajasiete celebró que el comercio en las Islas esté dejando «muy buenos datos» que vienen a sumarse al crecimiento del PIB, a las cifras de empleo y afiliaciones a la Seguridad Social así como a la moderación de la inflación. Y puso como ejemplo del entusiasmo de los clientes el empujón que ha recibido el pago con tarjetas en el último semestre, registrando un crecimiento «muy fuerte» del 25%.

El único aspecto negativo que recoge este boletín es la cifra de empresas inscritas en la Seguridad Social, que no solo no logra recuperarse tras la pandemia, sino que sigue cayendo. En Canarias había 13.795 empresas inscritas en actividades comerciales al cierre de junio, lo que supone un descenso anual del 1,1% y el cierre de 153 negocios. Los comercios afectados eran, principalmente, minoristas. Esta disminución del número de empresas «no se debe a la coyuntura económica» –explica la directora general de la Cámara de Comercio– sino a la «revolución digital» en la que el sector lleva inmerso desde diciembre de 2022.

De hecho, una de las peticiones que realizan desde la institución cameral al nuevo ejecutivo canario es la de eliminar la franquicia fiscal a las importaciones de bajo valor. Para Pérez, el hecho de que se importen pequeñas cantidades de productos sin pagar impuestos deriva en una «competencia desleal». Para frenar esto, recuerda al Partido Popular y a Coalición Canaria que cuando estaban en la oposición habían defendido la derogación de la norma, algo que ahora pueden «hacer realidad». Además, exigen que se pongan en marcha «acciones de dinamización» para poner fin a la progresiva desaparición del tejido empresarial.

De cara a las negociaciones para la investidura de un presidente del Gobierno en España, Pérez pide que los partidos que pueden ser decisivos, como es el caso de CC, no se olviden de defender el Régimen Económico y Fiscal de Canarias porque «contempla medidas fundamentales para mantener la competitividad».

En cuanto a las perspectivas económicas para los próximos meses, Díaz anticipa que se espera «un crecimiento fuerte hasta final de año». En concreto, se prevé que se cumpla la previsión fijada por la Encuesta de Confianza Empresarial del 1,2% porque la mayoría de los comercios de las Islas, el 90%, estima que mantendrá o aumentará su plantilla durante la temporada estival. 

La incertidumbre, no obstante, podría comenzar a hacer acto de presencia a partir del invierno debido a la política monetaria que el Banco Central Europeo está implementando con el fin de frenar la inflación y que «ya empieza a notarse en el descenso en la compra y venta de viviendas». La vuelta de las reglas fiscales en 2024 también «preocupa», por lo que desde la Cámara de Comercio instan a «anticiparse» con medidas que «incentiven el mercado interior».

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