El Coaching no es magia, pero hace que alcancemos nuestros objetivos». El conocido coach ejecutivo, Oliver Pérez (Tenerife), imparte hoy la conferencia ‘Executive coaching para liderar’, en la nueva edición de los JH Master Class, impulsados por el despacho de asesores financieros que lidera Jorge Hodgson. Será a las 09:30 horas en el Hotel Mencey.

Usted dice que ha hecho del coaching su misión, que está en su ADN, y hoy imparte una sesión formativa ‘Executive coaching para liderar’, en una nueva sesión de los ‘JH Master Class’. ¿Qué puede desvelarnos sobre esta cita?

Voy a profundizar en cómo el ‘Executive coaching’ se puede aplicar para que en una base diaria en las empresas, las personas puedan liderar de una mejor forma, sea a título individual como a nivel de equipos, y que al final la empresa se beneficie de este ‘Coaching Mindset’, trasladando así la forma de pensar los coaches, a cualquier líder en su día a día.

Está titulado en Dirección de Empresas y cuenta con una Maestría en Dirección de Empresas. Ahora es un reconocido Busines & Executive Coach. ¿En qué momento se decidió por esta profesión y por qué?

Mis primeras tomas de contacto con el coaching fueron durante mi última etapa en Danone donde ejercí como director de Marketing para el mercado portugués, donde tuve la oportunidad de recibir Coaching a individual y, a su vez, Coaching para equipos, ya que formaba parte del Comité de Dirección. A partir de ahí me certifiqué como coach interno de la empresa porque era algo que me gustaba. Siempre tuve pasión por construir estrategias y desarrollar equipos, por tener una forma estructurada de trabajar y por anticipar el futuro. Estos ingredientes tenían tanto sentido entre sí para mí, y me interesaron tanto, que decidí formarme en una entidad de referencia. Y llegó el momento en el que le di un cambio a mi vida profesional y abandoné mi carrera de ejecutivo de multinacional para partir en esta nueva aventura del coaching que tanto me apasionaba y gustaba.

Si no cuidas a las personas, con la excusa del entorno, las cosas pueden irte muy mal

Parece que el coaching empresarial es algo muy reciente, porque antes no se oía hablar tanto de esto y está evolucionando en positivo.

El coaching es bueno si usamos un buen coaching. Esto no es una profesión regulada. Existen una serie de organismos a nivel mundial, por ejemplo, la Federación Internacional de Coaching que es la más reconocida, y algunas otras, dónde se puede obtener la certificación. Pero a la hora de contratar un coach para tu empresa se debe tener cuidado y ver qué tipo de formación tiene, que background aporta (conjunto de conocimientos y experiencias que constituyen el bagaje de una persona). Estamos en un momento en el que el Coaching está creciendo muy rápido pero como en toda actividad, puedes encontrar buenos y malos profesionales que se adaptan mejor a tus necesidades.

Una de las finalidades del coaching es que aumente la productividad y la eficacia en los resultados de la empresa mientras aumenta la satisfacción personal de los trabajadores. En base a esto, ¿considera necesario un coach en todas las compañías?

Es fundamental que en todas las compañías exista bienestar y eficiencia. Nos encontramos en un contexto cada vez más cambiante, en el que se generan multitud de informaciones todos los días, con más competidores y más exigencias. Las empresas pueden tener, en momentos puntuales, la ayuda externa de un coach para los asuntos importantes como planes estratégicos como, por ejemplo, el desarrollo, a través del coaching específico, de ciertas habilidades de dos o tres jóvenes talentos para que sean los sucesores en el liderazgo de la entidad en el futuro. Por tanto es bueno tener herramientas y mecanismos que nos ayuden a poner un poco de orden, ya sea nivel empresarial o a nivel personal, en el desarrollo de carrera, y el coaching ayuda. Pero no nos engañemos: para que el Coaching funcione, el cliente se tiene que implicar.

¿Qué es ser Open-Minded? 

Este término significa estar abierto a lo que nos venga. Nosotros tenemos un estilo de vida o trabajamos en una empresa con un patrón determinado y, de repente, llega una nueva dirección o viene alguien nuevo y cambia las formas de hacer las cosas. Tenemos que ser open, tenemos que ser abiertos de cabeza. Y ver cómo podemos construir en positivo, en lugar de poner un muro. Ser Open - Minded es lo contrario a poner escudos, poner frenos. Hay que abrazar los cambios como se presenten.

¿Qué le recomendaría a alguien que no tiene muy claro su futuro profesional?

Primero, que se parara a pensar y se conociera a sí mismo. ¿Qué significa conocerse uno mismo? Conocer tus valores. Muchas personas buscan lo que les gusta y lo que no les gusta, y esto tiene sentido. Pero esto hay que anclarlo con los propios valores, es decir, porque cuando tú sabes lo que te gusta y lo que no, y además sabes cuáles son tus valores, puedes entender y conocer qué tipo de empresas y posiciones te hacen feliz. A mí me puede gustar mucho la contabilidad, pero si la postura y los valores de la empresa no casan o son muy alejados de los míos, por mucho que me guste la contabilidad, a los dos meses voy a estar sufriendo porque puede tener un estilo de liderazgo muy jerárquico, o no posee un tratamiento hacia las personas que yo considero estándar. A partir de ahí, definir cuáles son tus objetivos a futuro. Normalmente estos se diseñan en varios tramos: corto, medio y largo plazo. Luego, se diseñan los escenarios y, por último, se estudia la viabilidad de estos. 

¿Considera este un buen momento para ser emprendedor?

No existen buenos ni malos momentos para emprender, sino cuando tú lo sientas. Yo di el salto definitivo para emprender en medio de la pandemia. Y podía haber sido un mal momento pero estoy muy contento. Comencé a teletrabajar y me abrió perspectiva porque contacté con clientes de otros lugares. Por eso creo que el momento perfecto lo defines tú, no depende del contexto, sino de ti, de tus ganas, de lo convencido que estés y de que tengas un buen plan.

La Guerra en Ucrania está generando momentos de incertidumbre en los mercados y las empresas. La inflación está por las nubes, los salarios están congelados y no parece que se vaya a llegar a un acuerdo para un pacto de rentas. ¿Cómo se debería liderar en una empresa un escenario tan complicado?

Depende mucho de la empresa y del contexto. No hay una respuesta genérica que pueda dar. Cuando un cliente me pregunta algo así, primero intento comprender la situación que tiene para entender los desafíos y trabajamos sobre estos, porque creo que a día de hoy nadie tiene una respuesta a esto de forma tan genérica. Es verdad que siempre tienes que tener claras tus prioridades, tu foco y, en medio de todo esto, cuidar a las personas. Porque puedes tener un producto o un servicio que te diferencia del resto, pero para mí uno de los ingredientes clave, sea en pandemia, en conflicto o en crisis, son las personas. Si tú no cuidas tu recurso humano con la excusa de que el entorno es caótico, las cosas te van a ir mal. Y esto es aplicable a cualquier contexto, especialmente en estos tan complicados que estamos viviendo ahora. Me quedo con dos ingredientes: foco y cuidar las personas.

No nos engañemos: para que el Coaching funcione, el cliente se tiene que implicar

¿Qué opina de la implantación de los cuatro días laborables a la semana?

Depende de la eficiencia. Creo que va en una dirección positiva, dependiendo del tipo de negocio, porque se hace pensando en las personas. Pero como en toda relación ambas tienen que dar algo para que sea beneficioso para las partes. Ahora, en términos de eficiencia, las empresas tienen que trabajar bien para, si eventualmente pasan a una jornada de cuatro días, que esta sea lo más competente posible y con un foco claro, una dedicación de todas las personas y un liderazgo que permita establecer mecanismos y comportamientos que hagan que, el día a día de la empresa, sea hipereficiente.