Reino Unido revisó ayer su sistema de semáforos para el turismo y dejó en ámbar a Canarias, lo que obliga a quienes lleguen al Archipiélago desde ese país a hacer cuarentena al retornar a casa. Sí dio en cambio luz verde a los viajes sin restricciones a Baleares. La diferencia de trato tan solo estriba en el índice de contagiosidad, mucho mayor ahora mismo en las Islas por los malos datos que presenta Tenerife. Irlanda del Norte y Escocia adoptaron la misma decisión.

La consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, mostró su malestar por «la irresponsabilidad de unos pocos», que deja en nada el esfuerzo que las empresas y los trabajadores de los alojamientos han realizado «durante más de un año». Además, en términos de imagen, consideró una «mancha» que Canarias se mantenga en ámbar, como el resto de la Península, mientras Baleares sí logra el aprobado de las autoridades británicas. «Mancha que podría extenderse» y llegar a pesar en la percepción de la seguridad del destino que tengan otros países que nutren al Archipiélago de turistas.

La consejera depositó la responsabilidad de no poder iniciar la recuperación de la economía de las Islas en «el comportamiento de algunos» que se apartan de las restricciones y participan en aglomeraciones y fiestas ilegales. Por ello, exigió «que se cumplan las medidas sanitarias a rajatabla». Además, aunque ayer no fuera posible, se mostró segura de que Canarias logrará volver a meter en cintura a las tasas de contagiosidad. «Lo hemos hecho antes y volveremos a conseguirlo», afirmó.

La pandemia y las restricciones de viaje han situado a la cola al principal mercado emisor de visitantes. Desde la apertura de fronteras en julio del pasado año hasta el pasado abril, la contribución británica ha sido del 14% de las llegadas. En lo que va de 2021, la cuota de británicos en Canarias ha sido del 1,7%. “Prácticamente han desaparecido de nuestras playas y no hay volumen suficiente de turistas de otros mercados para sustituirlos a corto plazo”, detalló la consejera Castilla.

La buena nueva es que por fin Downing Street evalúa por separado a los archipiélagos. Desde prácticamente el inicio de la pandemia, Yaiza Castilla insistió en que así afuera. Sin embargo, el éxito de su petición llega en un momento en que sirve de poco a los intereses del sector alojativo canario, que ya el miércoles daba por perdida la temporada de verano.

El programa Canarias Fortaleza tuvo desde que arrancó –marzo de 2020– entre sus retos el de poder demostrar que resulta posible contener el avance del coronavirus en un territorio insular y situar la tasa de contagiosidad muy por debajo del resto del país.

La buena interlocución con el embajador de Reino Unido en España, Hugh Elliot, y la presión que las aerolíneas, turoperadores y agencias de viajes británicas han ejercido sobre el gabinete de Boris Johnson han terminado por inclinar la balanza del lado de la razón.

La noticia de ayer, aun resultando mala para Canarias, también tiene una lectura contraria. De hecho, las propias autoridades turísticas de la comunidad autónoma han expresado en los últimos meses sus dudas sobre la conveniencia de recibir en estos momentos a ciudadanos del país que peores notas presenta hoy a la hora de controlar la pandemia.

No obstante, el Gobierno español no baraja por el momento modificar su decisión de permitir que los británicos puedan realizar viajes de placer a España pese a que otros países europeos sí han impuesto ya restricciones por la propagación en Gran Bretaña de la variante delta. Alemania desaconsejó a sus ciudadanos viajar a Londres en los próximos días para el partido que disputará su selección contra Inglaterra perteneciente a la Eurocopa de fútbol.

«Nosotros de momento mantenemos nuestras medidas, que permiten a los ciudadanos británicos entrar en nuestro territorio», señaló ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, según Europa Press. Ahora bien, el Gobierno continuará «monitorizando la situación», como lo hace «con cada país de la Unión Europea (UE) o países terceros a medida que evoluciona la pandemia», añadió la jefa de la diplomacia española.

Desde el pasado 24 de mayo, España permite los viajes no esenciales de los ciudadanos de un conjunto de países que se consideran seguros por la baja incidencia de covid en sus territorios y lo avanzado de su campaña de vacunación. Precisamente ese listado se actualizó y publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Son ya quince los incluidos –Albania, Australia, Israel, Japón, Líbano, Nueva Zelanda, Macedonia del Norte, Ruanda, Serbia, Singapur, Corea del Sur, Reino Unido, Estados Unidos y China–, además de Hong Kong, Macao y Taiwán.