La nueva e incontrolable cepa del Covid descubierta en Reino Unido ha provocado una reacción en cadena de casi 30 países, España entre ellos, que han prohibido los vuelos con tierras británicas para evitar que esta variante del virus se extienda como la pólvora. Una decisión lógica desde el punto de vista sanitario que conlleva un nuevo daño al motor económico de las Islas, que perderán hasta 34.000 turistas británicos por semana debido a la suspensión de las conexiones, según los datos que maneja la empresa pública Promotur Turismo de Canarias. Aunque estos visitantes sólo suponen un 10% de los que llegaron en el mismo mes del año pasado, suponían un pequeño rayo de luz dentro de la oscuridad que embarga al sector desde marzo. Un resplandor que se ha vuelto a apagar.

Del 14 al 20 de diciembre, el Archipiélago recibió 350 vuelos del Reino Unido, lo que equivale a unos 50 diarios de media –aunque hay días con mucha más operativa que otros–. En total, el número de plazas de estos aviones ascendió a 68.000, que en otras épocas habrían tenido una ocupación cercana al 95%, es decir 65.000 personas. No obstante, la ocupación de los vuelos internacionales en estos últimos meses está siendo muy inferior, en torno al 50%, por lo que Promotur estima que la semana pasada llegaron a las islas unos 34.000 turistas británicos

La consejera de Turismo, Yaiza Castilla, explicó que aunque el blindaje del virus resulta positivo, la demanda vacacional en las Islas que existía por parte del mercado británico era positiva a pesar de la pandemia, por lo que su anulación resulta “un golpe duro de nuevo a un sector extremadamente debilitado”. Castilla no quiso dar por perdida la temporada alta de invierno, que dura hasta marzo, pero sí reconoció que la nueva piedra en el camino de la recuperación duele más al producirse en diciembre, uno de los mejores meses para el destino.

Canarias es la comunidad autónoma más afectada por la suspensión de vuelos con Reino Unido al ser el destino principal de los viajeros británicos en España para estas Navidades. El 85% de las reservas que se han cancelado desde este país en los tres últimos días tenían como destino al Archipiélago. Pero no sólo las Islas se han visto afectadas por este veto: hasta el 68% de las reservas británicas que se habían realizado para venir a España para estancias entre el 22 de diciembre y el 15 de enero se han cancelado, el 37% de ellas en los tres últimos días, lo que ha generado un nuevo gran impacto en el sector, según la agencia online Destinia.

Esta prohibición no afecta a españoles o residentes, lo que no ha provocado la cancelación total de los vuelos, que mantienen la ruta regular, pero sí ha disparado las cancelaciones de ingleses que venían a España en estas fechas. “Estos cambios generan una gran problemática para el sector turístico ya que la gestión y operativa de los hoteles, receptivos, aeropuertos, se hace inmanejable. No se puede estar abriendo y cerrando negocios de un día para otro, un día se abren fronteras y se recupera la demanda y al día siguiente se vuelve a cancelar todo. La incertidumbre es absoluta”, lamenta el director general de Destinia, Ricardo Fernández.

A pesar de esta incertidumbre empresarial, los hoteleros canarios han optado por aguantar este nuevo chaparrón y no tomar decisiones drásticas todavía como la de cerrar sus puertas. RIU, Barceló, Lopesan, Cordial Hoteles y Servatur, aunque en el caso de Barceló, han retrasado la apertura del Allegro Isora.

Esta cadenas comparten la misma estrategia empresarial, la de ser cautos y aguantar al menos hasta enero, aun a costa de una ridícula ocupación, a la espera de que los resultados de la vacuna sean óptimos y éstos sirvan para reactivar la movilidad y dar un impulso al sector turístico. “La reactivación llegará de la mano de la vacunación”, asegura Nicolás Villalobos, director general de la cadena hotelera be Cordial Hotels & Resorts. “Los hoteles que mantenemos abiertos están con unas ocupaciones mínimas, pero preferimos mantenerlos porque en caso de reactivación del mercado, siempre cuesta más empezar de cero”, explica Carlos Sotelo, director comercial de Servatur.

El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, reconoció ayer que el cierre del espacio aéreo con el Reino Unido “es un varapalo desde el punto de vista turístico”, pero también defendió que “lo primero es la salud” y resaltó la importancia de que este domingo se comience a administrar la vacuna de Pfizer en las Islas y que en la próximas semanas vaya a llegar una segunda.

Donde ha tenido menos suerte el Gobierno de Canarias ha sido a la hora de apostar por los test de antígenos para los turistas foráneos que llegan a las Islas. Después de que el Gobierno central –gobernado también por PSOE y Podemos– rechazara de plano esta prueba pues sólo acepta como válidos los PCR. La Abogacía del Estado recurrió al Tribunal Constitucional a considerar que Canarias había invadido sus competencias y el TC decidió admitir a trámite este recurso el 18 de diciembre y suspender los apartados relacionados con esos test hasta que se pronuncie sobre el contencioso.

A la espera de que la justicia falle en este conflicto, el Ejecutivo regional ha decidido dejar sin efecto de forma transitoria el cierre perimetral de la Comunidad Autónoma, decretado el 9 de diciembre, hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre los controles sanitarios por la pandemia que se habían establecido para la entrada de viajeros de terceros países, recurridos por el Ejecutivo central. En el citado decreto que ha quedado sin efecto, el Gobierno de Canarias daba por válidos los test de antígenos, en contra del criterio del Gobierno de España, que admite solamente las pruebas PCR. El Ejecutivo central planteó un conflicto de competencias que el TC admitió a trámite el 18 de diciembre y suspendió los apartados relacionados con esos test hasta que se pronuncie el contencioso.