La frase más antigua del mundo

Cualquiera que se imagine cuál fue la primera frase escrita legible de la historia de la humanidad pensaría seguramente que debe tratarse de un texto con un profundo pensamiento crítico que pretendía legar gran sabiduría a las generaciones venideras, pero nada más lejos de la realidad. En realidad la primera oración fue un ruego, una súplica a lo divino, para terminar con un problema muy terrenal: los piojos.

No es un secreto que la gente lleva luchando en contra de este pequeño insecto desde hace milenios, tanto es así que ahora se tiene constancia de que desde la Edad de Bronce existieron peines cuya principal función fue ayudar a eliminarlos.

El descubrimiento lo hizo el arqueólogo israelí Yosef Garfinkel en el año 2016, mientras excavaba en la zona arqueológica de Tel Lachish. Encontró un peine de púas tallado en marfil con letras de entre uno a tres milímetros que, además, contenía piojos. Por lo minúsculo de los caracteres pasaron el dato por alto hasta que en 2021 la investigadora Madeleine Mumcuoglu estudió la inscripción al verla accidentalmente gracias a que hizo zoom sobre una foto del peine. La especialista tuvo que situar el objeto bajo un microscopio para poder transcribir el texto.

Con la ayuda de Daniel Vainstubl, epigrafista de la Universidad israelí Ben-Gurión, pudo descifrar la oración que dice: «Que este colmillo arranque los piojos del pelo y la barba». Las investigaciones concluyen que el peine —que tiene seis púas para desenredar el cabello y 14 más pequeñas para extraer los piojos y las larvas— data de entre 1700 y 1600 a.C.

La inscripción del utensilio está escrita en cananeo que es el primer sistema de escritura alfabética de la historia, más simple que el cuneiforme y los jeroglíficos que solo fueron utilizados por la élite religiosa. El cananeo asignaba un signo a cada sonido, esta sencillez hizo que el sistema pudiese ser dominado por un amplio grupo poblacional.

A pesar de que los arqueólogos han encontrado docenas de estos peines solo en Israel, únicamente se han podido localizar 70 inscripciones en cananeo en Egipto e Israel y todas se han encontrado fragmentadas o dañadas, por lo que este peine no solo es especial por el contenido de la frase sino porque permite entender mejor esta lengua cananeo. Además, la frase permite comparar la sintaxis y el orden de las palabras con otros idiomas semíticos.

Suscríbete para seguir leyendo