Revolución a lomos de plataformón

Casi nadie en el Parque de Santa Catalina imaginaba aquel 19 de febrero de 1998 que iba a ser testigo de un momento histórico en el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria protagonizado por un puñado de hombres, algunos de ellos reconocidos artistas del transformismo en la Isla, quienes tampoco sabían muy bien qué sucedería sobre el escenario esa noche y, mucho menos, cómo recibiría el público presente aquel jueves en el recinto del Puerto, lleno hasta la bandera, un novedoso concurso dominado por el espíritu y la estética gay más extrema y divertida. Nacía así la Gala de Elección del Drag Queen de las carnestolendas laspalmenses, un certamen que este año celebra su 25º aniversario convertido dentro y fuera de Canarias en un referente de humor, creatividad y, sobre todo, de libertad, tolerancia y normalización del colectivo LGTBIQ+.

«Es muy importante que por fin el Carnaval le haya dado a esas personas que tanto han hecho por estas fiestas el lugar que merecen», valoraba emocionaba una veterana periodista bregada en la cobertura informativa de la agenda carnavalera de Las Palmas de Gran Canaria, un labor que ya nunca más sería la misma tras aquella primera gala y las dimensiones alcanzadas en las posteriores ediciones.

El inésperado éxito, de hecho, provocó que Diego Talavera, director de LA PROVINCIA ese 19 de febrero de hace un cuarto de siglo, tirara de olfato periodístico y ordenara de madrugada cambiar la foto de portada del periódico, un gesto que hoy puede resultar anecdótico pero que entonces, en una época sin Internet donde los fotógrafos todavía trabajaban con carretes y negativos que debían revelar en la redacción, suponía una decisión arriesgada porque retrasaba los tiempos habituales establecidos para el cierre de la edición y su posterior envío a la planta de impresión. A partir del año siguiente, nada se dejó a la improvisación ni en la cobertura mediática ni, mucho menos, entre los organizadores del principal Carnaval canarión, un equipo humano capaz de diseñar la hoja de ruta que este certamen debería transitar para consolidar su éxito y que durante dos décadas y media contó con el apoyo y la complicidad política de Pepa Luzardo, Mª Isabel García Bolta, Roque Díaz e Inmaculada Medina, concejales del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria durante los años en los cuales se han celebrado galas.

Pero si hay unos verdaderos protagonistas de este hito festivo son los 87 concursantes que han participado en las 24 galas —se suspendió la de 2021 por la pandemia— que, con sus espectáculos, llenaron el escenario del parque de Santa Catalina de fuego, acrobacias, látex, lentejuela, humor regettoniano, fantasías Disney, coches, motos, strass, vírgenes y mucha mucha piel (pero mucha). Así, el tiempo nos deja grabados en la memoria el primer streptease, protagonizado por Drag Andrómeda; los enanos de Drag Mandrágora; la divertida Grimassira Maeva cantándole a José Manuel Soria ...a ella le gusta la gasolina o a Drag Sethlas crucificada primero en el escenario y luego por la yihad cristiana. Pura Historia.

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