Buen examen y buenas conclusiones a dos semanas del estreno. El CD Tenerife se zafó de cualquier duda con respecto a su puesta a punto para el comienzo liguero y demostró, con hechos, que no está ni muy crudo ni muy verde. Frente a la evidente desventaja de iniciar la pretemporada más tarde que los demás, pesa a favor del proyecto blanquiazul que la mayoría de futbolistas entiende el idioma de Ramis, tiene asimilados sus mecanismos y sabe cuáles son las prioridades para el entrenador: líneas juntas, orden e intensidad, como así se ocupó de repetir el entrenador desde el banquillo cada vez que tuvo la oportunidad. No es que el encuentro se disputase desde la brillantez o un ritmo alto -lo impedía la temperatura y el momento de espesura veraniega en el que andan ambos equipos- pero al menos subrayó el envite que el Tenerife se encuentra, por lo menos, al grado de cocción del Ibiza al que se enfrentaba.

No es trascendente, pero sí un buen estimulo que el partido además acabase con victoria. Justa, porque el representativo supo interpretar mejor la contienda y redujo a la mínima expresión el caudal ofensivo de su oponente; y con sello propio, porque el triunfo vino grapado a un espléndido gol de Teto, sin discusión una de las irrupciones más agradables de la pretemporada del Tenerife.

El duelo con el Ibiza, primero contra un rival de Segunda, presentó al mismo Tenerife del año anterior. Desde un muy perceptible 4-2-3-1 con balón (con Teto por detrás de Enric) y un 4-4-2 en defensa, el cuadro blanquiazul firmó un clásico partido de Ramis: sin apenas concesiones defensivas, pero también con serias dificultades para hallar con clarividencia el camino del gol, que llegó en la segunda mitad por dos motivos que influyeron a partes iguales: la inspiración de Teto y la fe blanquiazul.

En estos partidos donde el resultado tiene una relevancia relativa y lo que cuentan son las sensaciones, sí que importan las decisiones de Ramis y los indicios que va dejando en alineaciones y convocatorias. Una primera buena noticia la dejó la composición del once con la presencia de Yéremy Socorro, ya recuperado de una inoportuna lesión estival (nada grave) y dispuesto a pujar por un puesto aunque lo más natural sea que se le fiche competidor a Nacho, que se perfila titular con todas las letras. Sea como fuere, el canterano cumplió con nota y hasta pudo irrumpir en el partido a lo grande con una muy buena ocasión en los compases iniciales tras una buena internada por banda. Su remate potente no encontró el destino deseado.

Las decisiones de Ramis dejaron más conclusiones. Por ejemplo, junto al incuestionable José León le tocó esta vez jugar a Carlos Ruiz; y en la sala de máquinas, decidió el entrenador probar con José Ángel y Aitor Sanz. En ambas parcelas se presume un duelo de tres hombres por dos puestos, con León y Corredera como piezas favoritas, al menos a priori.

Conclusiones

Más detalles. Los minutos para Teto, que corroboran lo que ya es un secreto a voces: está siendo la gran sensación de la pretemporada en lo que a canteranos se refiere; y junto a Thierno, aquel de los futbolistas con ficha B que más convence a Ramis.

El partido, el primero ante un rival de la misma categoría del Tenerife, permitió ver al representativo desde las mismas coordenadas y parámetros que le hicieron fiable el curso pasado, con líneas juntas y el orden como principal virtud. Es lo que trata de inculcársele a los nuevos, aunque el envite de ayer también confirma que por Garcés y Dauda hay que esperar.

La siguiente ocasión clara también la tuvo un defensa, Carlos Ruiz, con un remate desde la derecha en medio del desconcierto ibicenco. Para entonces, el cuadro blanquiazul ya estaba cómodo sobre el césped -probablemente mucho más que su rival- y la imagen que ofrecía se parecía bastante a lo que Ramis demandaba desde el banquillo. Ahora bien, hubo también sobresaltos y momentos de mayor empuje para el Ibiza, que pidió con vehemencia un posible penalti (25') antes de la pausa para la hidratación. Luego, los de Javier Baraja merodearon otra vez el gol; y a punto estuvieron de hallarlo en un buen remate de Guerrero, entre los más activos en el lado balear.

No era el de este domingo un partido de ritmo trepidante, ni mucho menos, así que el carrusel de cambios esta vez no deslució nada; más bien al contrario, sirvió para ver en acción a Nacho abarcando la banda izquierda y al canterano David haciendo lo propio por la derecha; y a un Rubén Díez cuyo caso cada vez extraña más. Mientras los movimientos de Cordero apuntan a su salida, Ramis sigue alimentando su casillero de minutos y dándole nuevas oportunidades de enseñar sus argumentos.

El partido valió también para que Ethyan tuviese sus primeros minutos del verano y para corroborar que la fiereza defensiva sigue formando parte del ADN de este Tenerife. Solo así se entiende que se desbarataran hasta las mejores opciones del Ibiza para el empate, también aquellas que llegaron cuando el cansancio empezaba a pesar y las piernas ya fallaban. No vale puntos, pero el triunfo alimenta el optimismo y confirma que el representativo transita por el camino correcto. El que quiere Ramis, que salió contento.

FICHA TÉCNICA

UD Ibiza 0

CD Tenerife 1


UD Ibiza: Fuzato; Goldar, Diop, Herrera, Guerrero, Ekain, Shashoua, Javi Vázquez, Zé Carlos, Álvaro y Suleiman. También jugaron: Gálvez, Martín, Grima, Morante, Miki Villar, Rodado, Appin, Nono, Darío, Cifu y Chanza.

CD Tenerife: Soriano; Mellot, Carlos Ruiz, José León, Yeremy Socorro; José Ángel, Aitor Sanz; Elady, Teto, Thierno; y Enric Gallego. También jugaron: David Rodríguez, Nacho Martínez, Sipcic, Sergio González, Corredera, Rubén Díez, Matías, Ibrahima y Ethyan.

Goles: 0-1, m. 54: Teto.

Árbitro: Martínez Montalbán, murciano. Sin amonestaciones.

Incidencias: Partido de pretemporada disputado en el complejo Pinatar Arena, ante unos 300 espectadores.