Convencido de la victoria y que darán «una versión espectacular» en el Heliodoro Rodríguez López. Así llegará hoy a la Isla la expedición del Girona, que confía en arrimar la eliminatoria a su favor en el partido de vuelta, como así ocurrió en el cruce anterior contra el Eibar. Ayer, su entrenador pronosticó que el Tenerife «saldrá a proponer» porque juega en su feudo, de ahí que visualice Míchel un encuentro en coordenadas diferentes al de ida «y con goles», subrayó en su comparecencia semanal ante la prensa.

«Veo capacidad de lucha, de sacrificio. Y también de sufrimiento, que la tuvimos en Éibar y la tuvimos el otro día. Vamos a dar una versión espectacular», subrayó desde el optimismo, tras confirmar que todos los componentes del plantel están listos para competir. No así Borja García, cuya duda se mantendrá hasta última hora, aunque lo tiene «muy difícil» para ser de la partida.

«Estoy contento e ilusionado, todo está bien», confirmó Michel, quien siente «ilusión y motivación, más que responsabilidad o presión». De sus palabras de ayer se desprende plena convicción en la victoria frente al Tenerife; y confianza en que todo salga según lo previsto por ellos. «Queremos hacer historia, es el último paso y hay que ganar», sentenció.

Respecto a su previsión sobre el partido, reseñó que el cuadro de Luis Miguel Ramis será «más agresivo» en esta ocasión. «Pienso que vamos a encontrarnos con un Tenerife más agresivo con balón hacia nuestra portería y por tanto va a ser un partido de goles. Nosotros vamos a a salir igual que siempre, porque no nos queda otra que ganar; y sé que ellos en casa van a proponer. Dentro de su idea, pero van a buscar portería rival. Entonces, me parece que va a ser un partido con goles», reiteró.

Antecedentes

Una vez más, Míchel hizo referencia a los antecedentes contra los blanquiazules, con un empate –el del sábado pasado– y dos derrotas en liga. «No hemos conseguido ganarles en tres partidos y hay ciertos aspectos que debemos mejorar. El principal, cómo generar más ocasiones de gol y en eso hemos trabajado durante toda la manera. Vamos a buscar la manera de hacerles daño», avisó.

El exfutbolista del Rayo, quien confesó que estos días no ha tenido ni tiempo para afeitarse, ha ocupado estos días en visualizar todos los posibles escenarios que pueden darse durante los 90 (o 120) minutos del duelo. «El fútbol es muy abierto y hay muchos factores que intervienen. Lo que sí he previsto es cómo controlar todas las variantes que pueden darse: que nosotros dominemos, que el rival sea más agresivo, que nos adelantemos en el marcador... Todo eso lo tengo en mi cabeza, pero no así el resultado, que está muy condicionado por muchos factores. No me puedo ilusionar con algo que no tengo la mano, pero tenemos un plan y nada que ocurra nos va a sorprender», adujo.

«Estamos contentos; toda la ciudad está con nosotros», cerró.

Cómo gestionar las emociones


Como es habitual ante partidos de este calibre, Míchel ha procurado «dar normalidad» a la semana y no cambiar los hábitos de trabajo. Por tal motivo, mantiene para la jornada de hoy una última sesión previa al partido, horas antes de viajar con rumbo a Tenerife. «El jugador va acercándose al momento de la final y estamos tratando que ellos tengan todo controlado, dentro de lo abierto que es el juego. Quiero que controlen lo que va a ocurrirles en su posición, en cuanto al ambiente... Hay que dar naturalidad a la semana, no pensar más allá del domingo y del transcurso del partido, porque eso no te lleva a ningún lado», avisó.«Estamos con ilusión, con motivación... para luchar por un sueño que quiere toda la ciudad, que quiere toda la provincia y que quiere todo el club. Es un momento histórico para el Girona y esa responsabilidad hay que llevarla desde la calma. De otra forma, no iremos bien», previno Míchel.