Conversación deliciosa por muchos motivos. Jorge pudo ser el héroe del ascenso que se resistió en 2007 al CD Tenerife, es central como José León (que marcó en la ida) y además fue el miércoles al estadio.

Canterano ejemplar y que pasó por todas las categorías inferiores del CD Tenerife, se quedó a milímetros de traspasar el umbral de la historia porque su gol al Getafe –en la promoción de ascenso de 2017– pudo valer un ascenso. No fue así porque en la vuelta, el equipo blanquiazul no tuvo su mejor día e hincó la rodilla en el Coliseum. Ahora, se presenta una nueva oportunidad de intentar el ascenso que entonces se resistió. Jorge Sáenz de Miera (Santa Cruz de Tenerife, 1996) apoya esta vez como incondicional aficionado. De hecho, el miércoles estuvo en el Heliodoro.

¿Qué sensaciones le dejó el primer derbi de la eliminatoria? ¿Cómo vio al Tenerife?

La verdad es que fue espectacular. Vivir in situ un partido así es maravilloso. Lo hice como un aficionado más. Disfruté de la previa, del aspecto maravilloso que tenía el Heliodoro, de la entrega de la afición y por supuesto de los 90 minutos de juego. Cero reproches al Tenerife, que estuvo en un nivel altísimo de compromiso y esfuerzo. El resultado fue la culminación perfecta a mucho trabajo y a mucho sacrificio.

Y estando en la grada y viendo el Heliodoro casi lleno, supongo que sería imposible no evocar los tiempos de la promoción que usted jugó. Ante Cádiz y Getafe, también entonces con la gente entregada.

Si le digo la verdad, desde que entré en el campo solo pensaba en eso. Aunque el resultado final no fuese el esperado y nuestro sueño de ascenso quedase en nada, la gente estaba con esa ilusión y ese entusiasmo. Se aparcaron todas las diferencias y el apoyo de la gente fue total. Vi a una afición entregadísima y eso me emocionó.

Y como ante el Getafe, marcó un central: José León.

Si te soy sincero, hasta que por megafonía no gritaron su nombre, no sabía bien quién había marcado. Me volví tan loco con la celebración que ni caí en que había anotado un central, como lo soy yo. Al final, eso te demuestra la importancia de que hombres de atrás se puedan incorporar al ataque y tengan la contundencia y el acierto que tuvo él. En este tipo de eliminatorias, el gol te lo puede hacer quien menos te lo esperas. Ahora bien, como ya le escuché a Nino esta semana, aquí el protagonista es el grupo. Mientras haya goles y sirvan para ganar, da igual quién los meta.

¿Qué espera del partido de vuelta? ¿Cambiarán mucho los roles de Tenerife o Las Palmas, o se mantendrán cada uno en su estilo y hoja de ruta?

Ante todo, espero un partido caliente. Lo que se va viendo por redes sociales y por las noticias que ofrecen ustedes, el Gran Canaria va a ser un hervidero y van a apretar mucho. Para el Tenerife será un partido complicado, pero ojo que la situación tampoco es fácil para Las Palmas. Pensará la Unión Deportiva que viene el mejor visitante de la categoría y que además lo hace con un gol de ventaja. Es decir, sin la necesidad de arriesgar lo más mínimo.

«Desde que caímos en Getafe sabía que el club tendría una ocasión como esta de hoy

¿Se atrevería a cifrar en porcentajes quién tiene ahora mismo más opciones de pasar? ¿Si el Tenerife o Las Palmas?

Difícil. Pero por supuesto le deseo toda la suerte del mundo al Tenerife y que supere esta eliminatoria que tanto significa para nosotros. La verdad es que está todo muy igualado; y que el 1-0 del Heliodoro lo deja todo abierto para este sábado.

¿Sería partidario de que hiciera rotaciones Ramis? ¿O cree que se mantendrá el mismo once que eligió para el partido del miércoles?

Ante todo me gustaría decir que el entrenador del Tenerife ha demostrado durante toda la temporada que está plenamente capacitado para esto y para mucho más. Lo que él decida y elija va a ser lo mejor del equipo; y hay muchos que pueden dar el nivel óptimo para ser resolutivos. Va a tocar dejar la portería a cero y si se puede meter un gol, mejor que mejor. Si la UD logra marcar pronto, te metes en un problema; más todavía si se tiene en cuenta el factor clasificación. Este año no hay valor doble de los goles marcados a domicilio, así que cualquier derrota por la mínima te aboca a la prórroga.

Jugó usted unos cuantos derbis y no sé si ve alguna analogía entre los que disputó, y éste que tiene ración doble: miércoles y sábado.

Este derbi es completamente diferente a todos los demás y se nota desde hace días. Ya no es solo la repercusión que tiene. Es que hay un ascenso en juego. Otra cuestión que lo hace especial es que no era un acontecimiento esperado, como en liga, que ya sabes de antemano cuándo toca y cómo puedes gestionarlo. Y por si fuera poco, esta vez no son 90 minutos; sino 180, o 210. Y además seguidos ida y vuelta en cuatro días. La eliminatoria tiene todos los ingredientes para ser descomunal. Como lo está siendo ya.

Se dice con frecuencia que los partidos de promoción cuentan con una carga de tensión y adrenalina que no tienen todos los demás. ¿A usted también le ocurre que le dejaron huella aquellos que disputó contra el Cádiz y el Getafe?

Yo tengo muy buenos y muy gratos recuerdos de muchos partidos, pero aquel playoff de ascenso que no tuvimos la fortuna de completar con éxito fue muy, muy intenso. El partido con el Getafe en casa fue memorable y además pude aportar un gol. Todo tuvo mucha trascendencia.

¿Cómo afrontaron esa eliminatoria final?

Era la ilusión de toda la Isla poder subir a Primera aquel año y lo afrontamos con máxima concentración. Nos quedamos muy, muy cerca. Fue un palo durísimo. Es de las decepciones más grandes que me he llevado en el fútbol, pero de todo se aprende. Y desde entonces he estado absolutamente convencido de que, antes o después, el Tenerife volvería a tener la oportunidad.

Jorge Sáenz, junto a un joven aficionado antes del derbi del miércoles. Manoj Daswani

¿Qué falló hace cinco años?


Jorge Sáenz de Miera, ahora vinculado al Valencia CF (con contrato en vigor) y tras finalizar una muy satisfactoria cesión al Mirandés, aún no ha dejado de darle vueltas a lo que ocurrió hace ahora cinco años, cuando el Tenerife se quedó a un paso de ascender en una fatídica promoción contra el Getafe.¿Qué falló? «Pues no sé qué fallo realmente», responde en la conversación con EL DÍA. «En ese tipo de partidos, la mentalidad, la actitud y el compromiso están garantizados. Y en eso estuvimos a un nivel sobresaliente. La diferencia es que ellos acertaron y nosotros, no. Te diría que el Getafe estuvo a mejor nivel en el día D. Por eso ellos subieron y nosotros no», resume. De aquel día rescata uno de los momentos más «extraños» de su trayectoria profesional. Cuenta que la directiva organizó una cena después de la derrota en el Coliseum y apenas nadie tenía «ganas de nada». Pero recibieron mensajes de ánimo por parte del presidente y el resto de consejeros; era tal el nivel de «nerviosismo», que a Sáenz le entró una risa floja difícil de controlar. «Me miraba con Cristo González y no podía parar de reír; acabábamos de perder la ocasión de nuestras vidas, pero durante el discurso de Concepción, me dio por reírme y no paraba. Evidentemente no había nada que celebrar. Creo que fue una reacción nerviosa después de todo lo complicado que había sido aquel día, y también los anteriores, en nuestro afán por subir. Creíamos que lo conseguiríamos, pero se nos escapó. Ahora, como aficionado al Tenerife y como seguidor en la distancia, confío en que la historia sea diferente», relata.