El palco de autoridades del Heliodoro Rodríguez López registró una altísima demanda de peticiones para confirmar presencia en el derbi. Nadie quiso perdérselo, salvo Miguel Ángel Ramírez, que lo siguió en la distancia como ya ocurrió en la anterior edición del clásico canario por antonomasia, disputado en el mes de enero.

Entre los presentes estaban Ángel Víctor Torres, quien destacó que lo de anoche fue «una gran fiesta para todos los canarios». Para el dirigente del Ejecutivo regional, hasta el sábado «los dos clubes van a competir en deportividad y la ilusión es que ambos equipos puedan coincidir algún día en la liga de las estrellas, que es la Primera División».

«No está asegurado ni un solo ascenso este año, pero ya es de agradecer y valorar que ambos clubes estén en la promoción», dijo. Eso sí, no ocultó sus preferencias. «Cada uno tiene su equipo», respondió.