No hay ningún futbolista en activo que se haya enfrentado tantas veces al Tenerife como Rubén Castro. Este domingo, el delantero grancanario llegará a su vigésimo cara a cara con el equipo blanquiazul. Otros que fueron enemigos íntimos del representativo, se retiraron hace tiempo. Amor llegó a 24 duelos, Hierro y Fran a 23, Donato, Milla –padre–, Tomás y Vizcaíno se quedaron en 22, Ablanedo, Pablo Alfaro y Paco Buyo, en 21... Justo un escalón por debajo se situará un futbolista que, cerca de cumplir los 41 años, es el máximo goleador del equipo que visitará el Rodríguez López, el Cartagena, con 20 tantos, registro que le permitirá disputar la última jornada de Liga con opciones de ser Pichichi de Segunda, ya que solo dos jugadores suman más que él: Stuani (22) y Stoichkov (21).

Rubén lleva tanto tiempo compitiendo en el circuito profesional, que puede presumir de haber participado en los dos únicos derbis canarios disputados en Primera, el 22 de diciembre de 2001 en el Heliodoro y el 5 de mayo de 2002 en el estadio Insular. En esa campaña inició su fluida relación con la escuadra blanquiazul. Dentro de su larga trayectoria –282 partidos en Primera, 394 en Segunda y 278 goles en las dos categorías–, solo se ha medido en más ocasiones con el Zaragoza, Real Sociedad, Sevilla y Getafe. Tuvo al Tenerife delante en diez derbis –en dos etapas–, pero también cuando vistió el uniforme del Huesca, del Betis y, en la actualidad, del Cartagena. El balance de tantos anotados se reduce a cinco, cuatro de ellos concentrados en su etapa como futbolista verdiblanco; y el que falta, en el clásico celebrado en el estadio de Gran Canaria el 4 de octubre de 2003. Su acierto quedó neutralizado con un espectacular gol de Martín Posse de larga distancia.

Rubén no para. Acaba contrato en junio, pero tiene la intención de seguir otro año en el Cartagena.