La actual versión del Tenerife es la más ganadora desde la que logró el último ascenso a Primera División con José Luis Oltra a los mandos. El proyecto de Ramis ya pulveriza los registros de Martí, cuando en este punto del campeonato -a cinco jornadas del final- el equipo isleño había obtenido 58 puntos, cinco menos que los 63 de ahora.
Resulta paradójico que el clima que envuelve al entorno del CD Tenerife sea pesimista después del tropiezo ante el Huesca (0-0) cuando la realidad numérica del representativo es que está muy próximo a amarrar matemáticamente su presencia en los playoff de ascenso por segunda vez desde que se instauró este formato. Luis Miguel Ramis pulveriza a estas alturas del campeonato los dígitos de la ocasión anterior en la que el representativo llegó a la promoción, con José Luis Martí a los mandos. De los últimos 25 años del club en la competición de plata, solo en dos casos la puntuación del Tenerife era mejor que la actual a cinco jornadas del final. Con José Luis Oltra en 2009 y con Rafael Benítez en 2001.
«La corriente positiva nos llevó a ver la mejor versión posible de una gran plantilla»
Con Oltra, de récord
Tras 37 jornadas disputadas, el Tenerife del último ascenso a Primera contabiliza 69 puntos (seis más que ahora)y se había encamarado a la segunda posición de la tabla, justamente la que ocupó al término de la competición. Era aquel un equipo eminentemente ganador, que sumaba 20 triunfos (ahora son 18 con Ramis) y que también destacaba por su facilidad para arrancar victorias a domicilio. Fueron nueve en total, las mismas que ha conquistado el cuadro blanquiazul a lo largo de esta campaña. Para el valenciano, hubo «una multiplicidad de causas» que explicaron el éxito blanquiazul. Una de ellas, la corriente positiva que impulsó al equipo a su mejor versión posible.
«Trabajamos por un objetivo muy bonito, pero aún estamos a tiempo de todo o nada»
El ejemplo de Benítez. En el ascenso anterior, el de Butarque, el Tenerife tuvo la condición de tapado. «Al llegar no descartas ese objetivo, pero el equipo venía de una situación muy difícil, con muchos jugadores que tenían que salir y por eso, si querías hacer las cosas bien, no podías hablar de ascenso directamente, sino de aspirar al ascenso a través del trabajo bien hecho. Eso era lo que tratábamos de ofrecer: pensamos en cada partido como único objetivo. Recuerdo que un sábado jugamos en casa, empatamos con el Recreativo y se vio como un fracaso; al día siguiente fallaron nuestros rivales directos y ya teníamos un punto más con un partido menos. Situaciones como aquella nos ayudaron a entender cuál era el camino», recuerda Rafa Benítez.
La única vez que el club llegó a la promoción también era cuarto a cinco jornadas del final
Sus guarismos
El Tenerife que subió en Leganés tenía a estas alturas de competición 64 puntos, solo uno más que el equipo de Ramis. Y había conquistado idéntico número de victorias: 18. De ellas, en total fueron diez las logradas fuera del Heliodoro, la última de ellas la de Butarque. «Fue una temporada inolvidable», recuerda su gran artífice.
«Fue clave formar un grupo con ganas de triunfar, hacer las cosas bien y tener éxito»
Con Martí
En las comparaciones, el actual Tenerife ya supera al del único entrenador que lo condujo a la promoción. Fue hace ahora cinco temporadas y el balance tras 37 jornadas era de 14 triunfos, 16 empates y siete derrotas. Para llegar a los puestos de privilegio, fue crucial el rendimiento del equipo en la segunda vuelta. El Tenerife acabó cuarto, misma posición a la que ya tenía a estas alturas de liga.
