La camiseta del equipo, una bufanda blanquiazul y la garganta dispuesta a animar al CD Tenerife. Es el equipaje con el que partieron esta mañana unos 1.500 aficionados del representativo rumbo a Gran Canaria.
La fiesta del fútbol recuperará esta tarde su esplendor en las gradas tras dos derbis canarios sin público por las restricciones dentro de la pandemia de Covid-19. Será en el estadio de Gran Canaria, que prevé la mejor entrada de lo que va de temporada con unos 26.000 espectadores.
No estará todo teñido de amarillo. Los colores del Tenerife llenarán un sector después de que se vendieran en torno a 1.500 localidades a través del Club tinerfeño, entre los paquetes de traslado y entrada y las que se vendieron sueltas en taquilla del Heliodoro Rodríguez López.
La mayoría de ellos viajó en barco y muchos se concentraron en el trayecto que partió a las 12:30 horas desde el Puerto de Santa Cruz de Tenerife. Fue el muelle capitalino el primer escenario de este día de derbi, con una marea de aficionados que entre cánticos y aplausos revelaron sus ganas de celebrar.
Es el ánimo necesario para aupar a los suyos desde las gradas del rival, una vez que empiece el partido esta tarde a las 17:15 horas. Quizá 90 minutos después los aficionados blanquiazules puedan retornar a Tenerife con otra fiesta: la de la victoria.
