Llegó el final. Puede que sea simplemente un final abierto, de esos que invitan a imaginar cómo seguirá la historia, que permiten llegar a la conclusión de que realmente no es el final definitivo, que simplemente se escribe un capítulo más para cerrar una temporada e iniciar otra. Porque un final es solo otro principio, aunque en el momento no se vea tan próximo. Tenerife y Oviedo echan el cerrojo esta tarde a la campaña 20/21 en el Heliodoro.

Ha sido una temporada atípica, pandémica y poco ilusionante. Metidos en la medianía de la tabla, con más miedo al descenso durante estos meses que mentalidad de playoff, toca hacer balance. Poner notas individuales y colectivas, incluso. Antes de emprender el camino hacia el nuevo proyecto que, obligadamente, debe suponer un giro completo en dos históricos que hace un par de décadas se peleaban en la élite.

Para los locales, el premio de hoy pasa por subir un puesto y acabar décimos. Algo más de dinero para el tope salarial y acabar por encima de la UD Las Palmas, si la UD Logroñés hace su trabajo para salvar la categoría. Poco más en el día que puede suponer la despedida de Suso Santana, capitán y bandera del tinerfeñismo. Volvió en 2012, empujó para desencallar el barco de la Segunda B y brilló en Segunda hasta que las fuerzas le dieron. Sin minutos esta temporada, el duelo ante los asturianos puede ser el último vestido de corto en el Heliodoro. Pero no lo sabrá antes de jugar. Juan Carlos Cordero no se lo ha dicho.

En el mismo caso está Serantes, que repetirá en el once. Aunque es de suponer que recibirá su oferta de renovación. Como Carlos Ruiz, baja esta tarde como el resto del nutrido parte médico de la pasada semana (Bruno Wilson, Ramón Folch, Gio Zarfino, Álex Bermejo, Jacobo González y Borja Lasso). Solo se escapa Apeh, que entrará en la lista aun con molestias en la rodilla. La otra baja es Kakabadze, que está con su selección.

En esta tesitura, Ramis podría repetir la formación del pasado domingo ante el Espanyol. La única duda estaría en el lateral izquierdo, donde Álex Muñoz oposita a quitarle el sitio a Pomares. De ellos, hay cedidos que podrían vivir su último día como blanquiazules. Sergio González, Vada y Fran Sol está en ese caso, aunque ninguno le disgusta al director deportivo.

Enfrente estará un Oviedo con la cabeza en otra parte. El fallecimiento de su director deportivo, Francesc Arnau, ha roto el alma a un equipo que solo quiere desconectar. Cuco Ziganda tendrá las bajas de Tejera y Rodri (sanción), Obeng y Brazao (selecciones), Javi Mier (lesión) y Nahuel Leiva, este último por la existencia de la llamada “cláusula del miedo” en su contrato de cesión.

También será tarde de despedidas carbayonas. Seguro para Edgar y Blanco Leschuk, aunque también acaban contrato y no han renovado Juanjo Nieto, Carlos Hernández, Diegui y Borja Valle. El técnico del Oviedo podría dar oportunidad a tres jugadores del filial: el delantero Javi Cueto, el extremo Dani Sandoval y el mediocentro Álex Suárez. La clásica alternativa en la postemporada.