La percepción de que, en los últimos tiempos, al Tenerife se le repite el guion de sus temporadas, está justificada. El sábado cierra una campaña que casi no se diferencia de las tres anteriores, ni de la mayoría en la última década, con una excepción: 2017

El Tenerife regresó por última vez a Segunda División en la campaña 2013/14 y desde entonces tiene una media de 54,75 puntos por campaña. Si gana el sábado al Real Oviedo acabará este curso con 54, una cifra que alimenta esa media de los últimos 8 años, en los que hubo dos excepciones extremas: los 48 puntos con los que se salvó en la campaña 2014/15 ocupando su peor puesto (17º), y el cuarto lugar y los 66 puntos de la 2016/17 cuando jugó el playoff de ascenso. El resto de las temporadas en la década pasada se parecen mucho unas a otras. Sin ir mucho más lejos, la pasada campaña el equipo acabó con 55 puntos, solo uno más de los que firmaría si gana el choque del sábado, y en el puesto 12 (ahora es undécimo). La trayectoria tiene una gráfica similar comparando la etapa de Fran Fernández y la de Ramis con los cambios de entrenador de los años precedentes. La anterior temporada (17/18) la puntuación final fueron 50 puntos, uno menos de los que tiene ahora, para sellar la 11ª posición, exactamente la misma que está ocupando. Se diferenció en que fueron necesarios tres técnicos para acabar de estabilizar al equipo fuera de peligro... Todavía, un año antes, en el curso 17/18, terminó en la posición 11ª.

Hay un denominador común de estas últimas cuatro temporadas. Mal comienzo de Liga, indefinición del proyecto, cambio de entrenador sobre la mitad o poco antes, y cierta efervescencia luego. Con el segundo entrenador se activa una racha que invita a plantear retos más ambiciosos, pero terminan por desinflarse con una inevitable vuelta a la realidad. Le sucedió a Martí y Etxeberria, como luego a Etxeberria y Oltra; o a López Garai y Baraja, igual que a Fran Fernández y Ramis. La tónica de mediocridad solo se alteró en la campaña 16/17, la del playoff, el objetivo mínimo que se ha convertido en una excepción.

El premio por clasificación

La mejor posición posible para el Tenerife esta temporada es la décima. Para lograrla necesita ganar y que Las Palmas pierda en Logroño. Si lo consigue, mejora todas sus clasificaciones de los últimos 10 años, salvo la del playoff. El premio es cuantioso, porque puede añadir unos 100.000 euros al porcentaje por clasificación. LaLiga Smartbank se lleva un 10% del contrato global con televisión. De ese montante, el 70% se reparte equitativamente entre los 22 equipos, y un 15% se distribuye en función de la clasificación (el otro 15% es por implantación social). Si el Tenerife acaba décimo puede llegar a los 700.000 euros, pero esa cantidad puede quedarse en casi la mitad si la última jornada depara una derrota y además ganan Fuenlabrada, Málaga y Zaragoza (el Oviedo también superaría a los blanquiazules). Esta cábala dejaría al equipo de Ramis en la posición 15ª, en la que no superaría los 400.000 euros de premio por este concepto.