Francisco Sol Ortiz (Madrid, 13 de marzo de 1992) llegó a Tenerife con la esperanza de reencontrarse con su mejor versión. En una temporada difícil, ha alcanzado la decna de goles. Le gusta la Isla, pero quedarse depende más del Dinamo de Kiev que de él.

¿Cómo ve al equipo?

No estamos pasando nuestro mejor momento, pero estoy muy tranquilo porque veo al equipo entrenar y veo cómo está afrontando los partidos.

¿Qué razones encuentra para esta mala racha?

Creo que las lesiones nos están condicionando un poco. Y también las expulsiones o los errores que cometemos, incluso algún desacierto arbitral. Todo eso nos está penalizando y nos está impidiendo lograr lo que merecemos.

¿Cómo están anímicamente? Se ve al equipo algo agotado.

No noto al vestuario cansado, pero es una temporada larga. Físicamente sí estamos acusando las lesiones y hay compañeros que están teniendo que jugar en posiciones que no son las suyas. Eso sí nos está condicionando, pero no el apartado anímico.

Da la impresión de que el empate en el derbi fue un punto de inflexión.

Ese gol que nos hizo Las Palmas, el empate, significó la decadencia de lo que estamos viendo ahora. Si lo hubiésemos ganado, hubiéramos cogido moral y la recta final de la temporada se hubiera afrontado de otra forma. Pero no logramos ganar y creo que los siguientes partidos no nos hemos encontrado tan finos.

La importancia de la confianza en el fútbol. Ahora la inercia es negativa.

Sí, cuando vas ganando es todo más sencillo. Cuando no te salen las cosas, pues a perro flaco todo son pulgas. Llegan las tarjetas rojas, las lesiones... es eso lo que está pasando.

Aún así se les vio enteros contra el Almería, con la identidad de siempre.

Fíjate que contra el Castellón nos quedamos con diez, fuimos mejores en la primera parte y luego, con uno más, ellos no supieron ganarnos. Contra el Almería estuvimos ahí once contra once y luego, con diez, no nos hundimos y tuvimos alguna ocasión para marcar. La mentalidad que tenemos es excepcional.

Se les ve un equipo muy unido y respetuoso con las ideas del entrenador.

Actuamos según nos dice el míster y creemos en que lo que nos dice va a funcionar. De hecho, casi siempre funciona. Pero el fútbol es tan bonito porque influyen muchos factores y, a veces, no puedes mostrar todo tu potencial. Creo que si no hubiera sido por la expulsión hubiéramos acabado ganando.

¿Es una final el partido del domingo contra el Sabadell?

Así hemos afrontado todos los partidos, como una final. Esta no es especial o distinta. Es verdad que puede darnos la permanencia. Pero vamos a ir a ganar, a jugar bien y a disfrutar.

¿Hay temor a que se complique la permanencia?

No hay ningún temor. La gente que lleva más años aquí sabe que este equipo es muy sólido y que responde frente a las adversidades. Sabemos que va a ser un partido difícil, pero vamos a ir con todo, no nos vamos a dejar nada. Como viene siendo habitual en cada jornada. Es verdad que no se han dado los resultados que merecíamos.

¿Daba para más este Tenerife?

El fútbol tiene muchos condicionantes. Creo que cualquier club necesita un proyecto a largo plazo y que pasen unos años para que un equipo pueda aspirar a algo realmente bonito. Creo que teníamos la calidad y la idea de juego, pero empezamos un poco mal y vino el cambio de entrenador. Creo que si el 90% de los jugadores continuase el año que viene estaríamos hablando de otra cosa.

Deduzco que pide usted menos cambios, más estabilidad.

Pero eso pasa en el Tenerife, porque es el club en el que estoy, pero vale para todos los equipos. Puedes tener un golpe de suerte un año y consigues algo bonito. Pero creo que es con un proyecto a largo plazo como se alcanza el éxito.

Ya que me hablaba de mantener al 90% de la plantilla, ¿podemos incluirle en esa lista?

Jajaja (ríe). Bueno, yo ya he dicho muchas veces que una cosa es lo que uno quiera y otra es el dios del fútbol. Mi contrato pertenece al Dinamo de Kiev después del 30 de junio y estoy supeditado a lo que ellos digan, si cuentan conmigo o no. Realmente estoy aquí muy a gusto, me he encontrado jugando todo y siendo importante en el equipo. Uno quiere estar siempre en los sitios donde se dan estas cosas.

Pero Juan Carlos Cordero si le habrá dicho que quiere que usted se quede y que hablen entre todos con los ucranianos.

Las conversaciones que tenemos se queda entre nosotros, pero espero saber mi futuro lo antes posible. Así, mi familia y yo sabremos lo que vamos a hacer.

¿Ve el Tenerife como ese club que puede aspirar a crecer?

Por supuesto que sí. Por la gente, por el club, por los que llevan muchos años aquí como Suso, Dani, Carlos o Aitor. Ves ese amor que sienten y eso te da que pensar. El clima y las condiciones de vida también ayudan. El Tenerife es un lugar donde se podrían hacer cosas muy bonitas.

¿Qué cree que va a ser prioritario para el Dinamo?

Para el Dinamo, el Madrid, el Barça o el Atlético prima lo económico. Si se ofrece unas condiciones que otro club puede dar, se podrá hacer. Pero primero tengo que hablar con ellos, saber si quieren que vuelva allí y luego ver qué pasa. Ojalá lo sepa pronto, pero creo que tendremos que esperar.

Si depende de Fran Sol, ¿qué es lo que va a tener más peso?

Encima de la mesa pongo que el equipo al que vaya me quiera y me considere un jugador importante. En el Dinamo, por ejemplo, he tenido un rol secundario y eso no lo llevo bien. Seguro que no se puede jugar todo, porque necesitas marcar muchos goles y que te respeten las lesiones, pero sí tengo que sentirme importante.

¿Está contento con su temporada en general?

Lo hablaba el otro día con Borja Lasso y me decía si firmaba diez goles en la jornada 38. Le dije que no. Creo que puedo hacerlo mejor, hacer más goles, ayudar al equipo con más asistencias... Pero espero marcar algunos más en lo que queda. No estoy triste por mi temporada porque trabajo y sacrificio lo he dado todo. Puedo dar un pasito adelante. También es verdad que me faltaban minutos después de la lesión y creo que me ha faltado un poquito.

También es cierto que un poquito mejor rodeado, con un juego que le favorezca más...

Todo cuenta, por supuesto. A veces los centros no son los mejores, pero mis remates también son fallidos a veces. Quizás yo hubiera estado más acertado y hubiera ayudado al equipo, o los compañeros. Todos podemos mejorar estadísticas, pero yo hago autocrítica. Quizás podía haber marcado quince en vez de diez. Pero todo es relativo.

En su caso nos acordamos de las ocasiones que falla. Eso es bueno.

Sí, desde luego. Yo prefiero fallar ocasiones que no tenerlas. Contra el Almería tuve una clara y la fallé, pero prefiero eso que no tenerlas. Cierto es que Sipcic salta delante de mí y tengo poco tiempo a reaccionar, pero no es excusa. Debería haberla metido.

Hay compañeros más criticados que usted, como Nono.

La gente, que no puede ver los entrenamientos ni ir al estadio, no aprecia lo que es Nono. Si la gente hubiera ido al Heliodoro no le criticarían como lo hacen. Él es el primero que hace autocrítica y dice de sí mismo que el año pasado su nivel estaba muy por encima del de este año. Eso ocurre. Es fútbol y hay que saber sobrellevarlas. Los kilómetros que hace, las ayudas en defensa, los sprints... creo que hace un trabajo digno de alabar.

¿Cree que Carlos Ruiz se ha ganado la renovación?

Por lo que hace fuera del campo y en el campo, donde se ha comido a delanteros como Djuka y Stuani. Con 38 años que tiene se merece la renovación. Apenas se lesiona, aunque ahora ha tenido mala suerte, y creo que es una garantía para cualquier equipo.

Hace cinco partidos, Ramis hubiera ganado de calle una encuesta para su renovación. Ahora igual ha perdido enteros.

Es el fútbol. Cuando ganas eres muy bueno y cuando pierdes eres el muy malo. Pero el míster no era ni Pep Guardiola cuando ganaba ni el peor entrenador del mundo ahora que no lo hacemos. Tiene sus puntos fuertes, que son muchos, y los hemos demostrado. Porque se sabe a lo que juega el Tenerife. Ahora, que no se han dado los resultados, no hemos podido hacerlo tanto. Pero él está haciendo un gran trabajo. Creo que por la estabilidad del Tenerife sería bueno que siguiera.