La del 11 de diciembre de 2020 fue una de las peores noches del Tenerife en la Liga 20/21. En el quinto partido dirigido por Ramis, el equipo salió goleado del Carlos Tartiere y entró en la zona de descenso. Lo que no se sabía era que había tocado fondo.

Real Zaragoza, Albacete, Málaga y Las Palmas. Son equipos situados ahora en la mitad baja de la clasificación. Y también los rivales a los que se enfrentará el Tenerife –es décimo– en el tramo del calendario concentrado en marzo, un mes que le ofrece al equipo de Luis Miguel Ramis la oportunidad de consolidarse en el bloque medio de la clasificación y, de paso, llegar a la recta final de la Liga con la posibilidad de fijar su meta en la conquista del sexto puesto, el último que da derecho a jugar el playoff.

El recorrido comenzará este sábado en La Romareda. El anfitrión, situado al borde de la zona de descenso, recibirá a los tinerfeños después de tres jornadas sin ganar, con lo que eso supone para un grande en crisis. Ocho días más tarde, el oponente será el actual colista de la categoría, el Albacete, esta vez en el Heliodoro. A continuación, todavía sin horarios confirmados, el Tenerife se medirá con dos rivales que en estos momentos no tiene tan lejos, el Málaga en La Rosaleda (la diferencia es de dos puntos) y, como plato fuerte de marzo, la UD Las Palmas en el Rodríguez López (un punto).

Después del 3-1 al Alcorcón del pasado domingo, Ramis colocó a su equipo en el “bloque medio” de la tabla, por detrás de los que parecen “inalcanzables” –Mallorca, Espanyol, Almería, Leganés...–, y por delante de otro grupo que está “más abajo” y que “no es muy estrecho”, ya que cuenta con “bastantes equipos”, el de los que sienten más cercana la amenaza del descenso. “Nosotros queremos formar parte del ese bloque medio que nos pueda dar opciones a cosas importantes y bonitas, cosas por las que sé que la afición está esperando; y lo vamos a pelear a muerte para intentar mantenernos esta posición intermedia en la que estamos ahora, y poco a poco ir trabajando para escalar”, planteó el entrenador blanquiazul, convencido de que, llegado el caso en el sprint final, “con una racha importante todo será posible”.

Para el Tenerife es un escenario nuevo. Al menos, en esta temporada. De hecho, en todo este curso solo estuvo una vez mejor clasificado que ahora, cuando venció al Málaga en el Heliodoro en la fecha inaugural. Aquel 2-0 puso al equipo entrenado en ese momento por Fran Fernández en el tercer puesto. Con la competición recién iniciada, tampoco era cuestión de presumir de nada. En realidad, esa fue una señal falsa, dado que el equipo fue bajando escalones hasta que cayó al décimo noveno, el más alto de los cuatro de descenso. Ocurrió el viernes 11 de diciembre, día en el que el representativo salió goleado del Carlos Tartiere (4-2) en el quinto encuentro dirigido por Ramis. Esa mala noche dejó una buena noticia, en ese momento todavía por descubrir: el Tenerife ya había tocado fondo.

Desde entonces, a su ritmo, el equipo ha ido progresando hasta ponerse décimo a falta de 15 partidos para el cierre de la temporada regular. Una situación que no se habría firmado en septiembre, pero seguramente sí en diciembre. Es el resultado de una trayectoria que ha ido cogiendo forma gracias a seis victorias y un empate en un total de nueve encuentros, o lo que es lo mismo, a un balance de 19 puntos de 27 posibles. Con todo esto, no es casualidad que el Tenerife sea el mejor de la categoría en ese tramo del calendario, con dos puntos más que el Leganés, tres sobre Sporting y el Mallorca... O siete de margen con Las Palmas.

Ante (casi) todo pronóstico, la operación bloque medio se ha activado. Y todo indica que los blanquiazules han llegado a tiempo. Ahora tienen la oportunidad de completar esa fase sacando partido de un mes que podría marcar definitivamente su rumbo: Real Zaragoza, Albacete, Málaga y el derbi con la UD Las Palmas. Marzo, como plataforma de despegue.