La afición blanquiazul tendrá que esperar. El CD Tenerife no solicitará el permiso pertinente al Gobierno de Canarias para que haya público este domingo en el partido de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey contra el Villarreal CF (17:00 horas, DAZN). Después de analizar la situación, la entidad que preside Miguel Concepción ha optado por la prudencia para no “ir por delante de la sociedad“ en un momento en el que aún pesan severas restricciones sobre la Isla, que sigue en nivel 3 por la pandemia que azota el mundo.

La decisión está basada, por tanto, en criterios sanitarios. Desde las oficinas del Heliodoro Rodríguez López se entiende que la situación invita a la “prudencia”. Con las medidas restrictivas actuales, el club considera que la mera pretensión de abrir al aficionado el coliseo capitalino estaría por encima de las normas impuestas al resto de la ciudadanía. Con todo el deporte no profesional parado en la Isla, excepto para los equipos que participan en competiciones nacionales y que juegan siempre a puerta cerrada, el Tenerife ha optado por seguir el camino marcado por el Ejecutivo Regional.

Y es que, al ser considerada la Copa del Rey una competición no profesional, es el gobierno autonómico el que decidiría si permite la entrada de espectadores al Heliodoro, en el caso de que así se hubiera solicitado. Ni siquiera el hecho de que Ángel Víctor Torres, presidente de Canarias, anunciara la pasada semana que la situación de cada isla sería revisada este jueves ha servido para arriesgarse a pedir la entrada de espectadores. No hay que olvidar que cualquier modificación entraría en vigor el lunes. Sería, por tanto, después de la fecha fijada para el encuentro copero.

La sanitaria no es la única causa, aunque sea el principal. Tampoco convence en el Tenerife la premura de tiempo que se generaría en caso de obtener ese permiso especial con apenas 48 o 72 horas para el partido. Cuestiones como el aforo fijado, la fórmula de venta de entradas y la elección de los abonados que deberían confirmar su intención de acudir al choque previamente, reducen el margen de maniobra. El coste de abrir el Heliodoro, aunque sea para una cantidad limitada de aficionados, sería alto. Y la logística necesaria para ello, novedosa y delicada de poner en marcha en un margen tan escaso de tiempo.

El club insular sí se plantearía, en el caso de que la isla esté en un nivel de restricciones menos severa, solicitar la entrada de público para la siguiente ronda copera. Para ello, queda lo más difícil: superar a un Primera con el enorme potencial del Villarreal. Sería toda una gesta y, en ese caso, el calendario permitiría diez días de distancia para preparar el retorno de una afición que no ve a su equipo en directo desde el 7 de marzo del pasado año.

Los de Segunda prefieren esperar

Otros conjuntos de Segunda seguirán el camino del Tenerife. Es el caso del Alcorcón, que justifica su decisión “en la acumulación de riesgos derivados por la pandemia de la COVID-19 y la reciente tormenta de nieve Filomena”. Tampoco el Leganés pedirá permiso porque “es la mejor manera de actuar a fin de prevenir contagios”. El Sporting es de los pocos que sí ha dado el paso y depende del Gobierno del Principado. De los Segunda B, el Córdoba y el Navalcarnero contarán con aficionados. En cambio, el Cornellá “lamenta” jugar contra el Barcelona a puerta cerrada.