El 7 de enero de 2016, el Real Oviedo anunció el fichaje de un joven defensa estadounidense llamado Shaquell Kwame Moore. Con el primer equipo de regreso a la Segunda División A después de doce años de ausencia, el llamativo refuerzo de invierno pasó directamente a la plantilla del filial, un Vetusta que competía en ese entonces en Tercera. De esta manera, el ahora lateral derecho del Tenerife pudo vestir por unos meses el uniforme del club carbayón.

No fue una etapa duradera. Terminó al final del ejercicio 2015/16. Pero para Moore –convertido ahora en un jugador afianzado en el fútbol español, al menos en Segunda A con la participación en 52 partidos, casi todos con la camiseta del Tenerife– fue un paso más en su integración. Shaq siempre quiso dedicarse al deporte que se ha convertido en su profesión, pero nunca imaginó el camino que iba a seguir para llegar a ese objetivo. Un viaje a Gran Canaria cambió su destino. “Estaba jugando con la selección sub’18 de Estados Unidos y fuimos a Las Palmas para disputar un torneo entre cuatro equipos. Me fue bien y ahí surgió el interés de un club. Ese viaje cambió mi vida. Nunca pensé que iba a poder quedarme en España”, reconoce Moore, cuya vía de acceso a esa oportunidad quedó abierta gracias a un Huracán Valencia que acabó desapareciendo por razones económicas. En agosto de 2015 debutó en Segunda B con un equipo que se vio obligado a retirarse en diciembre, dejando a futbolistas como Moore en el mercado. Ahí fue cuando el Real Oviedo, con Carmelo del Pozo como director deportivo, salió a su rescate. “Mis primeros meses en España fueron difíciles, sobre todo por el idioma. Si no sabes hablar, es como si estuvieras mudo”, recuerda el de Fort Lauderdale. “En ese momento no me podía comunicar, pero ahora domino el idioma más o menos, y eso ayuda mucho. Asistí clases tres o cuatro años y luego he ido mejorando en el día a día, hablando con mis compañeros. Ahora creo que lo manejo bien. Empecé en el Huracán Valencia, luego estuve seis meses en el filial del Oviedo, me fichó el Levante y jugué cedido en el Reus”.

En El Requexón, tras ser fichado por el Oviedo en enero de 2015. | | LA NUEVA ESPAÑA

De esta modo resume su carrera antes de unirse a un Tenerife en el que cumple su segunda campaña y con el que amplió su contrato hasta el 30 de junio de 2024.

En ese recorrido vistió la camiseta azul del Real Oviedo, donde estuvo a las órdenes de Juan Fidalgo, quien había pasado antes por el Pájara Playas de Jandía o el Mensajero. El Vetusta, con Shaq como refuerzo de invierno, no pudo cumplir el objetivo de disputar la fase de ascenso a Segunda B. Lucas, Viti y Johannesson, tres de sus compañeros en esos meses, forman parte ahora de la plantilla entrenada por José Ángel Ziganda.

Moore cerró su etapa en el Vetusta con dos goles marcados, el primero en las instalaciones locales de El Requexón, ante el Ceares, y el segundo, en el campo del Condal de Norteña. Llegó el final del curso y ahí terminó su relación con el Real Oviedo. Y también la de Carmelo del Pozo, que aceptó la propuesta del Levante para ser su secretario técnico. En el cambio de club no se olvidó de Moore, al que incorporó al filial granota. Poco más de un año después, Shaq estaba compitiendo en Primera. Luego fue cedido al Reus y en el verano de 2019 firmó con el Tenerife, el club de su consolidación.