Luis Miguel Ramis se estrenó en el Heliodoro, el que fue su estadio a mediados de los noventa, en una situación bien distinta: como entrenador, con las gradas vacías y la necesidad de sumar los tres puntos. Pero el reestreno no pudo ir peor. “Cuando hay un cambio de entrenador es porque hay un problema. No tengo varitas mágicas”, evidenció mientras compartía su análisis del encuentro.

“El mal inicio, los dos goles recibidos, marcan el partido”, empezó reconociendo para hacer un ejercicio de autocrítica que trasladó al terreno de juego: “Somos conscientes, y éramos conscientes antes, de que no se puede tener falta de concentración ni un minuto, tiene la misma importancia el uno que el noventa”.

El técnico del Tenerife lamentó que “el rival, con poco, te genere mucho peligro” e hizo hincapié en que hay situaciones en las que sus jugadores no son “agresivos a nivel colectivo, como en los dos goles”. El 0-2 lastra claramente la primera parte, en la que su equipo llegó a tener “cierto dominio, pero no muchas situaciones de gol”. Incluso llegó a admitir que el Tenerife se había “metido en el partido con el gol de Álex (Muñoz), que no habíamos merecido”.

Aun señalando que “quizás el empate hubiera sido lo más justo”, Ramis no quiso ocultar que “si defensivamente no estás bien, tienes que tener muchísimas situaciones a nivel ofensivo para tener opciones”. Por eso, sentenció en cuatro palabras: “El equilibrio es básico”. Visiblemente molesto, “como me veréis enfadado siempre que no consiga la victoria”, comentó también que “hay muchas cosas que se pueden evitar”.

Evidentemente, todo se pone cuesta arriba con los goles del Sabadell. “Con dos goles en contra, en casa, con la situación clasificatoria incómoda, eso se acusa y es mucho lastre”, manifestó Ramis quien no entiende que viniendo “de de buenas sensaciones” y habiéndolo “hablado”, suceda lo de los primeros minutos. “Tiene que haber por medio alguna falta”, señaló describiendo la acción del 0-1, porque “llegan a nuestra área con poca oposición y sin la disputa de ningún duelo”.

Es, sin duda, una de las cosas que deberá trabajar. “A nivel de intensidad no hemos tenido tiempo de entrenamiento para plasmarlo”, se excusó antes incluso de exponer que le llevará tiempo porque “el cambio de mentalidad a nivel colectivo no va a ser fácil”. Pese a todo, el Tenerife dispuso de “una situación clarísima para empatar” y no lo logró. “Intuía que ellos retrocederían metros en la segunda parte. Hemos buscado centros, metido jugadores en área, pero no acertamos”, agregó.

En ella sustituyó a un desafortunado Kakabadze. “Shaq tenía muchos minutos acumulados y algún problema que podía ir a más, es muy explosivo, no quiero perderlo. Pero las oportunidades hay que aprovecharlas”, explicó Ramis quien tiene “mucho ánimo y las cosas muy claras sobre lo que necesita el equipo. Hay cosas que dependen de los niveles de concentración y atención, tiene que pasar en cada minuto y contra cualquier rival, no es una cuestión de talento”.

Hidalgo: “Tienen una gran plantilla”

Otro que retornaba, Antonio Hidalgo, este al banquillo visitante y también con la ansiedad de sumar. “Es una victoria que nos da mucho, aunque el Tenerife nos ha apretado. Hoy era muy importante sumar por nuestra situación y por la moral”, analizó el que fuera jugador blanquiazul. Pese a que dispuso de dos goles de ventaja, se refirió a lo hablado con sus jugadores antes del encuentro de ayer: “Era importante aguantar porque el Tenerife tiene jugadores diferenciales”, contó agregando que su rival cuenta “con una gran plantilla”. En este sentido, defendió a Ramis porque “en pocos días no se pueden hacer milagros y es difícil generar automatismos”. Incluso, llegó a decir que “es un gran entrenador y lo va a demostrar. Por último,agregó que conoce “lo difícil que es la isla, la exigencia y el entorno”.