No hubo sorpresas. Luis Miguel Ramis era el preferido desde que la pasada semana inició Juan Carlos Cordero las gestiones para encontrar un sustituto a Fran Fernández. Las misma quedaron congeladas hasta que se jugara el Tenerife-Logroñés, pero la derrota precipitó la destitución del técnico anterior y un viaje relámpago del director deportivo a Madrid para cerrar al sustituto.

El acuerdo ha resultado sencillo. Sentadas las bases del mismo hace una semana, la predisposición del preparador tarraconense para asumir el cargo ha resultado determinante. Firma por lo que resta de temporada, uno de los condicionantes iniciales del club, y llega acompañado de su habitual equipo de trabajo. Como segundo entrenador, José Manuel Gil; de preparador físico, Miguel Ángel Fernández; y en el rol de analista, Iván Madroño.

Las conversaciones entre Cordero y Ramis, desarrolladas este lunes en la capital de España, fueron rápidas. Tanto que a última hora de la tarde ya se trabajaba para que los nuevos profesionales blanquiazules se sometieran a los test PCR que exige LaLiga antes de emprender el viaje a la Isla.

La intención es que el nuevo entrenador blanquiazul se desplace hoy para ponerse inmediatamente al frente de su nuevo equipo. Regresa así al club en el que ya militó como jugador entre 1994 y 1996. Entonces llegó como contraprestación por el traspaso de Fernando Redondo y jugó más de 60 partidos antes de ser repescado por el Real Madrid, que le volvió a incluir como moneda de cambio en otra operación, la del fichaje de Davor Suker. Ramis acabó en Sevilla y luego participó de varios títulos en el Deportivo de La Coruña.

En su carrera como entrenador ha dirigido al Real Madrid Castilla, la UD Almería y el Albacete Balompié, club en el que trabajó con el director deportivo tinerfeño Mauro Pérez. Allí logró, con una plantilla modesta, clasificarse para el playoff en el curso 18/19. La enorme exigencia de la siguiente temporada acabó con su destitución. El cuadro manchego no solo no mejoró tras su salida, sino que se salvó del descenso a Segunda B en la última jornada.

El nuevo entrenador blanquiazul conoce el club, donde militó como jugador entre 1994 y 1996

Buen conocedor de la Isla, donde pasaba semanas casi cada año hasta hace poco, ha contado con este aval como una de las principales razones para ser elegido. Por encima, por supuesto, está su apuesta futbolística. Para entenderla, basta recurrir a palabras suyas en algunas entrevistas o charlas anteriores. Una de las claves para el nuevo entrenador del Tenerife es “ocupar bien los espacios cuando el equipo tiene el balón y cuando no lo tiene”.

A la hora de definir a sus equipos, asegura que le gusta “ tratar de ser protagonistas con balón, intentar mandar en el juego, que el rival no progrese con facilidad e intentar, sobre todo, ser equilibrados y saber que el rival también te hace daño”. En definitiva, Ramis pretende “dar soluciones” al juego del equipo desde un correcto posicionamiento, algo que impedirá estar “expuesto también al rival y a una serie de defectos que si son capaces de detectar y aprovechar” pueden generar problemas.