Todos caben en el Casademont Zaragoza

No deben aburrirse en el Casademont Zaragoza -rival este sábado del Lenovo Tenerife- los encargados de preparar las taquillas de los jugadores en el vestuario, o aquellos que deben serigrafiar nombre y dorsal en cada una de las camisetas de los jugadores. Hasta 20 diferentes van ya después de 21 jornadas en la Liga Endesa 23/24. Un número sin parangón entre los otros 17 clubes de la competición (solo se le acerca, con 18, el Río Breogán) y que es tan elevado por diversos factores que han condicionado a los aragoneses desde la pretemporada.

La Copa del Mundo ya dejó un par de malas noticias para el Zaragoza... paradójicamente por culpa de Serbia. Así, su cuatro titular, Borisa Simanic, recibió un codazo en el duelo contra Sudán del Sur, golpe que derivó en la pérdida de un riñón y que seguramente le deje sin jugar en todo el curso. Paralelamente las buenas actuaciones de su base Stefan Jovic despertaron el interés del Valencia Basket, que tras abonar su cláusula de salida apenas unos días antes de arrancar la liga, se hizo con sus servicios.

Sin Jovic el Casademont pescó en la Lega en la figura del veterano Andrea Cinciarini, mejor asistente de la máxima competición transalpina. Pero el base italiano no terminó de adaptarse y decidió dejar la nave rojilla a principios de diciembre tras 12 partidos de ACB. El gran momento que atravesaba entonces Trae Bell-Haynes no hizo urgente la llegada de un sustituto, que finalmente sí llegó a Zaragoza desde la LEB Oro. Se trata de Dídac Cuevas, que había comenzado la campaña en el Tizona.

La traumática baja de Simanic la cubrió el Casademont con la incorporación -en varios contratos temporales- del excanarista Tomasz Gielo. Casi a la misma vez los aragoneses hacían oficial la contratación de Mitchell Watt (debutó en la jornada 3), cubriendo por completo la posición de cinco, donde Jahlil Okafor era un caramelo de conjuntos de mayor nivel en caso de rendir, y Dejan Kravic contaba con cláusula de salida en diciembre.

Finalmente fue Okafor el que, tras un notable rendimiento, salió de la nave rojilla rumbo al Zhejiang Ghuangsha chino. Con Watt y Kravic rindiendo, el Zaragoza se topó con un regalo casi inesperado. La entidad presidida por Reynaldo Benito se hizo con Yoanki Mencía, MVP de la última liga argentina. El cubano debía salir cedido para foguearse, pero sus buenas prestaciones en los entrenos convencieron a Fisac, que se ha quedado con él hasta el punto de darle 20 minutos de media en los tres duelos más recientes. Su impronta supuso la salida de Gielo.

El enésimo movimiento del Casademont lo protagonizó Obi Emegano, cuyos problemas físicos (solo jugó cinco partidos de liga) le costaron el corte, dejando un hueco que ha cubierto otro ex del Canarias, Thad McFadden. Además también llegó a principios de enero el georgiano Rati Andronikashvili, con el plus de tener la etiqueta de jugador de formación local, pero con el infortunio de que una lesión lo dejó fuera de combate a los pocos días.

Sin Aday Mara (empeñado en hacer las Américas), Lucas Langarita está siendo (primero de base y ahora ya en otras posiciones exteriores) el máximo exponente de la cantera del cuadro zaragozano. Junto a él, pero en una cuota de protagonismo mucho menor, Youssouf Traoré (formado en el CB Santo Domingo), Felipe Minzer y Álex Moreno. Con aquellos que no han pasado por ningún contratiempo ni sobresalto, hacen un total de 20.