Liga Endesa

El Lenovo Tenerife, ante una minutada de otros tiempos

El conjunto aurinegro recibe el sábado al Obradoiro, donde milita Thomas Scrubb, el jugador que más tiempo ha permanecido en pista en lo va de curso, y con unos promedios nada habituales en el basket moderno

Thomas Scrubb penetra a canasta ante la defensa de Hlinasson.

Thomas Scrubb penetra a canasta ante la defensa de Hlinasson. / ACB Photo

Cada vez que un jugador del Lenovo Tenerife supera cierta cantidad de minutos en pista sale a la palestra el debate de un posible desgaste. Puntualización, en un primer análisis, realizada con total lógica en base a lo veterana que es la plantilla del cuadro lagunero. Sin embargo, en la ACB 23/24 hay casos más extremos. El obradoirista Thomas Scrubb es el más claro.

Desde su creación, allá por el curso 83/84, y durante más de dos décadas, era costumbre en la ACB ver jugadores que protagonizaban enormes minutadas. Tan elevadas que apenas descansaban unos segundos a los largo de los 40 minutos de los encuentros. Un rol que generalmente era casi exclusivo a los dos extranjeros de los que podía disponer cada club, si bien en ocasiones esa jornada continua también la protagonizaban algunos españoles.

Con el paso del tiempo las plantillas han pasado de una rotación extremadamente corta (sobre todo en los clubes pequeños) a otras algo más largas. Un fondo de armario más evidente debido a factores como el mercado y los marcos de contratación, y el apretado calendario que dejan las competiciones europeas y de selecciones.

Es por ello que ver a un jugador que acabe una fase regular de la Liga Endesa por encima de los 30 minutos de media se ha convertido casi en una rareza. Y una de esas rara avis es Thomas Scrubb, jugador del Monbus Obradoiro, que el sábado se medirá al Lenovo Tenerife. El canadiense, con pasaporte británico, cumple su tercer curso en la ACB. En su debut ya promedió casi 28:30'', mientras que el pasado ejercicio elevó su media hasta los 29 minutos y 32 segundos. Nadie jugó más por encuentro que él.

Ahora, después de 11 jornadas de la 23/24, el alero de Montreal ha aumentado sustancialmente estos guarismos, con 32 minutos y siete segundos en cancha por duelo. Para dar con un registro superior (y sin contar la campaña 19/20, interrumpida por el covid en la jornada regular), desde la 14/15 nadie está tanto tiempo dentro del rectángulo de juego. Esa campaña lo hizo un veterano Andy Panko, que con 38 años promedió 33:38'' con el Fuenlabrada. En los últimos tres lustros son contados los otros casos que superan los datos de Scrubb.

Que Moncho Fernández lo venga exprimiendo tanto en este arranque no es algo que preocupe a Scrubb. "Me siento muy bien físicamente", señala el alero, para el que esa gran presencia de minutos "no influye mucho" en su "físico, al jugar un solo partido por semana", todo lo contrario de lo que ocurre "con muchos otros clubes en España". A ello añade Thomas un cuidado de su cuerpo. "Intento mantenerte bien, estiro todos los días y entreno todos los días. No hago nada especial, solo juego lo mejor que puedo y trato de ayudar en lo que pueda al equipo", explica al respecto.

El que más balones roba

Con los 39:52'' que jugó ante el Baskonia como marca más elevada de este curso, Scrubb llegará a la Isla tras dos encuentros en los que no ha alcanzado los 28 minutos en pista. Motivo de más para tener en cuenta a uno de los jugadores más completos de la competición, tal y como demuestran sus 11, 6 puntos, 5,5 rebotes y 1,6 asistencias, a lo que añade 1,8 recuperaciones, lo que le convierten en el que más balones roba de toda la liga en lo que va de curso.

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Un compatriota de Scrubb, Aaron Doornekamp, es el jugador del CB Canarias más utilizado por Txus Vidorreta en lo que va de ejercicio 23/24. El aurinegro ha jugado algo más de 28 minutos de media en la BCL, mientras que en ACB ese registro roza los 26', siendo el 12º más destacado de la competición. Huertas aparece 18º con algo más de 25' por compromiso. Pese a que sus ciudades de nacimiento (Montreal y Napanee distan unos 400 kilómetros) Thomas y Aaron jugaron para la misma universidad, Carleton, si bien no llegaron a coincidir. Justo cuando Doornekamp acabó su periplo de formación (2009) llegó Scrubb. "Le estuve siguiendo porque fuimos a la misma universidad", recuerda el alero del cuadro gallego sobre el jugador canarista, con el que se deshace en elogios. "Está haciendo una gran carrera en Europa. Es un jugador que hace muchas cosas. No es el que más anota, pero destaca en varios apartados y ayuda a que su equipo gane. Hace cosas que el equipo necesita y por eso ha jugado tanto tiempo a este nivel", destaca Scrubb, que sabe lo que le puede esperar en el Santiago Martín. "Aaron siempre juega físico y duro, y es difícil tenerle como rival", advierte. Como definición global, Thomas cree que Aaron "es un buen ejemplo para todos los jugadores que no son estrellas, sino que hacen lo que su equipo necesita para conseguir la victoria".