Liga Endesa

El Lenovo, pese a sus altibajos, solventa con triunfo su visita al Granada (73-82)

El cuadro isleño, siempre delante en el electrónico, suma una nueva victoria a domicilio para seguir agarrado a la cuarta plaza

Jaime Fernández trata de marcharse de la defensa de Lluis Costa.

Jaime Fernández trata de marcharse de la defensa de Lluis Costa. / ACB Photo

Otro paso correcto más. Sin demasiados alardes y con muchos altibajos, pero siempre en franquicia en el marcador, el Lenovo Tenerife ha sumado este sábado su vigesimosegunda victoria liguera del curso tras doblegar al Coviran Granada por 73-82. Salvo el 2-0 inicial el cuadro isleño fue siempre por delante, con rentas que llegaron a ser de 15 en la primera parte (22-37) y de 14 ya al filo del cuarto periodo (42-56), aunque al contrario de lo que le sucedió en Bilbao, tardó en sentenciar a un rival muy limitado pero batallador (36-39 y 54-59) hasta la bocina final.

Como tres días antes en Miribilla, Jaime Fernández dio muestras de estar ya muy cerca de su mejor versión, esta vez al anotar 18 puntos, coger cinco rebotes, dar tres asistencias y recuperar dos balones para 24 créditos de valoración. Un apartado en el que otros cinco jugadores aurinegros acabaron en dobles dígitos: Shermadini (21), Abromaitis (16), Guerra (15), Cook (11) y Doornekamp (10). La buena circulación de balón en la mayor parte del encuentro (20 asistencias) y una notable actividad atrás (10 robos) también ayudaron en el triunfo de los laguneros.

Con Bolmaro sobre Renfroe, el Lenovo obligó que de entrada su rival dependiera casi en exclusiva de los tiros de Maye, la mayoría de ellos deficientes. Todo lo contrario de lo que ocurrió en el otro lado de la cancha, donde Huertas anotó y asistió para capitanear un parcial de 0-9 (2-9) que obligó a Pablo Pin a pedir tiempo tras apenas tres minutos de juego.

Pese a que Cook erró en dos acciones seguidas cerca de canasta, el Canarias mantuvo la fluidez y la paciencia a la hora de circular e invertir el balón, lo que derivó en sendos triples de Doornekamp y Abromaitis, el primero al límite de la posesión y el segundo desde la esquina al línea de fondo (8-19, 9'), antes de una canasta final, con la izquierda, de Guerra para finalizar el acto inicial (11-21).

Situación placentera, por el marcador y más aún por las sensaciones tras un arranque aurinegro efectivo cerca del aro y también generoso, con hasta seis asistencias. Quizá por esa manifiesta solvencia en la puesta en escena el inicio del segundo cuarto fue bastante deficiente por parte de los isleños. Atrás porque permitieron algún tiro liberado (triple de Costa), y delante porque Huertas se durmió en medio campo, lo que derivó en dos pérdidas gratuitas seguidas para el 18-21.

Lo tuvo que parar Vidorreta después de solo 76 segundos de periodo. Toque de atención en busca de mayor intensidad que volvió a activar a los suyos, de nuevo con ideas en la circulación de balón, bien para dar con Shermadini dentro (sacó un par de 2+1) o para buscar a Abromaitis en las esquinas. El estirón de 2-11 lo secundó Fernández, tan participativo en el rebote defensivo como siendo vertical en cancha ajena. Con cinco puntos del madrileño la ventaja aurinegra se disparó hasta los 15 (22-37).

Pero de nuevo el Canarias amagó con salirse del guion, esta vez con un par de tiros muy precipitados; prisa innecesaria que dio cierto aire al Granada, que incluso dispuso de un triple para rebajar su desventaja a ocho (26-37). El cuadro isleño perdió algo de fluidez, básicamente porque bajó sus prestaciones en el tiro de tres: 1/6 en el cuarto, con los locales flotando descaradamente a Huertas.

Sin embargo, el casi nulo acierto que también mostraron los andaluces desde el arco (1/10 en 20 minutos) y un mate de Shermadini -la única canasta del Lenovo en más de cuatro minutos- permitieron a los de Vidorreta alcanzar el intermedio con una cómoda renta de 13 tantos (26-39). De nuevo un rival por debajo de los 30 puntos en una mitad de partido, esta vez con la sensación de que la implicación defensiva aurinegra -solo cuatro faltas, y dos de ellas en ataque, en esos dos cuartos- estaba aún lejos de su listón máximo.

Si la salida del segundo acto ya fue deficiente, la del tercero resultó todavía más desconcertante por parte del Lenovo, esta vez con Huertas como principal elemento discordante, ya que el brasileño se vio superado una y otra vez por Renfroe, mientras que delante cayó en la trampa y erró dos triples seguidos, a lo que se unieron dos más de Fernández y Bolmaro. Un tapón sobre Fitipaldo y un triple de Bropleh rubricaron, en dos minutos y medio, un 10-0 (36-39) que echó por tierra todo el trabajo previo.

Aún mostró, y pese a la bronca de Vidorreta, varias grietas inusuales a su sello el cuadro tinerfeño, como un mal balance defensivo tras tiro libre convertido, y pasos de Fitipaldo ante el 2x1 local lejos de la zona (40-43). Fue Jaime Fernández el que despertó a los aurinegros con dos triples y también un robo para finalizar en bandeja. Logró incluso el Canarias contactar, por primera vez en todo el cuarto, con Shermadini cerca de canasta, un equilibrio que devolvió a los isleños a la decena de colchón (40-50).

Incluso un momento de lucidez desde el perímetro (triples de Huertas y Abromaitis) estiró la ventaja canarista hasta el 42-56 (28'), aunque el Lenovo se empeñó en complicarse la vida a base de pequeños episodios de despropósitos. Esta vez con otro par de errores desde el perímetro, algunas pérdidas más ante el 2x1 rival, y también siendo incapaz de frenar la producción de Costa, que con siete puntos colocó a los suyos a cinco (54-59, 31').

Con el final del choque ya más cerca, el Lenovo empezó a sentirse incómodo en ataque, hasta el punto de vivir de forma exclusiva de los tiros libres de Guerra (5/6 para el 54-61). Y ante esa irregularidad el cuadro tinerfeño entendió que debía aplicarse atrás. Así, con un par de robos y la aparición posterior de Cook (penetración lateral y triple) el Canarias recuperó el +10 (58-68) y empezó a encarrilar un partido que casi sentenció con otras dos acciones de Fernández (62-75, 36'). Un triple de Sastre y un mate de Shermadini, pese a los errores finales de Huertas en los libres, fueron más que suficientes para que el Canarias también saliera airoso de Granada.