Ni el parón por las ventanas, ni haber podido entrenar al completo apenas dos días, ni tampoco un rival de Euroliga herido tras perder de 30 solo 48 horas antes. El Lenovo Tenerife no tiene freno. En un partido casi redondo de inicio a fin, el conjunto lagunero doblegó con insultante superioridad al Valencia Basket (94-78). Demostrando por qué es el actual líder de la Liga Endesa. De nuevo con un ejercicio coral defensivo que por momentos rozó la perfección. Otra vez con un ataque inteligente, sabiendo castigar las debilidades del rival. Independientemente de cómo se llame y su caché... y más aún si lo hace al amparo de un Santiago Martín de nuevo lleno.

La verticalidad y calidad de Jaime Fernández (22 puntos, siete asistencias y tres rebotes para 30 de valoración), la solvencia interior de Shermadini (19 puntos y ocho rechaces), así como la aportación puntual de Salin y Guerra (12 puntos cada uno) y la aparición de Huertas (10) cuando más apretaron los taronjas, sentenciaron en favor de los aurinegros.

Con un quinteto inédito este curso, el Lenovo Tenerife se aprovechó de entrada de la verticalidad de Jaime Fernández -que igualmente se vació para evitar que Prepelic recibiera-, y de la aguerrida defensa de Fitipaldo sobre Jones, al que terminaron de colapsar las ayudas para evitar que el base americano jugara fluido. Eso sí, la notable implicación atrás obligó a pagar peaje con dos triples liberados de Puerto (6-8).

Después de varias acciones en las que estuvo muy bien tapado cada vez que recibió dentro, Shermadini empezó a hacerse fuerte para hacer posible una producción a la que dio continuidad Fran Guerra, ya fuera por saber ganar la posición en la zona o por insistencia: cuatro rebotes ofensivos del equipo canarista y 11 puntos entre los dos postes en el primer cuarto. De esta forma amasaron los locales su primera renta significativa (16-10, 7').

El Valencia trató de agarrarse con la aportación de sus rotaciones (18-15) y gracias a los errores desde las esquinas de los locales, pero entre la fiabilidad de Shermadini y dos triples -uno de Huertas y el segundo de Fernández, cayendo con nieve y sobre la bocina- el Lenovo llegó al final del primer acto diez arriba (27-17).

Aún más sólido atrás como en el arranque, esos dos aciertos desde más allá del 6,75 terminaron de equilibrar y llenar de confianza al cuadro de Txus Vidorreta. Sin desesperarse para subir el balón, el conjunto isleño esperó siempre al momento preciso. Así dio con un triple de Salin y una sencilla canasta interior de Shermadini, lo que llevó el marcador a un 34-19 (13'), obligando a Mumbrú a pedir tiempo.

A la salida del parón, el Canarias también supo lidiar con los dos bases que puso en escena su rival, a la vez que evitó males mayores pese a la producción taronja desde el triple (Claver y López-Arostegui para el 36-25) y, sobre todo, desde el tiro libre (13/13 al descanso). Lo hizo con otros dos aciertos exteriores de Salin (42-27, 15'). Siempre con criterio. Siempre con una buena y paciente circulación.

Un ataque de elevada solvencia en el que mucho tuvo que ver la labor previa en el otro lado de la cancha, con segundas y hasta terceras ayudas en un constante ejercicio de sacrificio para maniatar al Valencia (45-29). Un trabajo casi perfecto en el que el Lenovo se pudo permitir una canasta en rebote ofensivo de Dubljevic, o el triple de un liberado Webb.

Con Jaime desatado tanto de uno como ejerciendo de dos (13 puntos y cuatro asistencias al descanso) y Shermadini rescatando su versión más efectiva (13 tantos al intermedio), el Canarias mantuvo su renta a buen recaudo (49-34). Incluso algunas que otras acciones no tan afortunadas como las protagonizadas en los minutos anteriores evitaron que los aurinegros llegaran al término del segundo periodo con una renta todavía mayor (50-36).

Sin necesidad de llegar a unos porcentajes estratosféricos (10/17 en tiros de dos, 6/11 en triples y 12/14 en libres), el equipo isleño estaba firmando un encuentro casi redondo en los dos lados de la cancha. Que entre Jones y Prepelic acumularan un solo tiro -fallado- después de dos cuartos era sinónimo de que el plan de Vidorreta era casi perfecto. Que el mismo se desarrollara sin Elgin Cook en cancha -jugó menos de cinco minutos por las faltas-, ya era de sombrero.

Fue precisamente Cook el que hizo de punta de lanza a la vuelta de vestuarios. Cinco puntos, un rebote, un robo y una asistencia del alero norteamericano obraron un parcial de 13-4 en menos de cuatro minutos que dispararon al Lenovo Tenerife hasta un 63-40. Pese al tiempo de Mumbrú, los locales extendieron en el tiempo su máxima renta (67-44, 26').

Ahí el Valencia supo cerrarse bien sobre Shermadini primero y con Guerra (pese a los cuatro puntos del grancanario) después para evitar canastas e inversiones de balón. La recuperación taronja sumó algún argumento más con dos triples de Sam Van Rossom, pero los seis puntos del belga solo sirvieron para dejar el colchón canarista en 17 (71-54). Esta vez fue el Lenovo, sin gran acierto desde el perímetro (2/8) el que se mantuvo alejado de apuro alguno gracias a los tiros libres (7/7) para afrontar los diez minutos finales 19 arriba (73-54).

Se sintió algo incómodo el Canarias en el arranque del cuarto periodo, cometiendo un par de faltas en ataque -entró en bonus en dos minutos y medio- y empezando a sufrir los puntos de Jones -anotó su primera canasta en el minuto 31-. Con alguna falta un tanto rigurosa, el Valencia llegó a ponerse a 15 (78-63). Pero entre un esforzado Guerra, la aparición de Huertas (seis puntos casi seguidos) y un triple desde ocho metros de Jaime Fernández devolvieron la tranquilidad más absoluta al Canarias (85-63).

Ni la zona 2-3 planteada por Mumbrú, ni la aportación de Pradilla como cinco evitaron el séptimo triunfo aurinegro (94-78). En solo ocho jornadas y metiendo pie y medio en la Copa con media primera vuelta aún por delante. De una forma contundente. Dándose un festín ante una afición sumergida en pleno alborozo. Suma y sigue para un Lenovo imparable.