Por primera vez esta temporada el Iberostar Tenerife se puede tomar un partido con cierta relajación. Acostumbrado desde hace meses a ir con el pie pisado a fondo (tramo final de la BCL del curso pasado, Supercopa y su meteórica carrera en la ACB 20/21), el conjunto lagunero visita esta tarde al Bakken Bears sin presión alguna. Un estado de bienestar fruto de haber hecho los correspondientes deberes y asegurarse, incluso antes de tiempo, no solo su pase a la siguiente ronda de la competición continental, sino además hacerlo como primero de grupo con el teórico premio de evitar a algún que otro coco en el Top 16.

Con todo resuelto se entiende como lógico que el cuadro canarista haya viajado a tierras danesas sin demasiado peso en su equipaje. Sería imprudente correr riesgos cuando a la vuelta de la esquina se encuentran compromisos ligueros contra rivales directos (Manresa, Andorra y hasta Baskonia), así como la Copa del Rey. De esta forma, se han quedado en la Isla el realejero Sergio Rodríguez, que trata de recuperarse de la contusión sufrida en el gemelo derecho durante el derbi, mientras que Spencer Butterfield y Tyler Cavanaugh, ambos con viriasis y pendientes de evolución, tampoco se han desplazado. El otro que se cae de la lista es Gio Shermadini, cuya condición de MVP es pasaporte más que argumentado para un merecido descanso.

El que sí estará presente en el duelo de hoy –al menos en acta– es Santi Yusta, fuera de combate desde el pasado 2 de enero y al que Vidorreta podría darle minutos para comprobar la evolución de su rodilla izquierda, aquejada primero de un esguince y luego de una sobrecarga. El día también es ideal para meter en dinámica a otro primer espada, Dani Díez, cuya intermitencia a causa de una lesión de espalda le ha llevado a una versión muy alejada de la que es capaz de ofrecer. En parecidas circunstancias se mueve Aaron Doornekamp, que no termina de aportar en las mismas cotas que antes de su pequeño parón por molestias musculares. Todo apunta también que será un partido para que Álex López disfrute de muchos minutos, mientras que podría reaparecer Georgios Bogris, en un principio relegado a lo más profundo de la rotación interior ante el buen hacer de Shermadini y Guerra, y más recientemente fuera de combate por culpa de una lesión de tobillo. Para completar los cinco cupos exigidos por el reglamento el vinculado Danilo Brnovic también se incluye entre los 11 expedicionarios.

Sin la necesidad de poner toda la carne en el asador, el escenario sí posee ingredientes para evitar que lo de hoy se convierta en una pachanga. Y es que el Bakken Bears ha llegado con vida a esta jornada final, si bien su clasificación depende de un triunfo contra el Iberostar y la derrota del Dinamo Sassari en la pista del Galatasaray. Uno de los focos de mayor exigencia para el cuadro canarista será el frenar la producción anotadora de QJ Peterson, que pese a su 1,88 tiene en la verticalidad hacia el aro –al margen de descaro desde el triple– una de sus grandes virtudes. Ya en el Santiago Martín se fue hasta los 24 puntos en otros tantos minutos y hace dos semanas le hizo 35 tantos al Galatasaray para situarse como el segundo máximo anotador de la competición con 22 de media. En caso de no poder atar en corto al base estadounidense, el Iberostar posee armas más que suficientes para cerrar la fase de grupos con otro festín anotador.

Exigente prueba en el rebote defensivo

Pese a que la referencia no será del todo fiable debido a la ausencia de sus dos pívots titulares (Shermadini y Cavanaugh), el choque de hoy podría servirle al Iberostar Tenerife como buena piedra de toque para calibrar su mejora en el rebote defensivo, uno de sus pocos peros en lo que va de curso. Y es que el cuadro lagunero se enfrenta esta tarde al equipo de la Basketball Champions League (junto con el Strasbourg) que más rechaces ofensivos captura, 16 por duelo. Una especie de ensayo para lo que los laguneros se encontrarán este domingo con el BAXI Manresa, el segundo mejor conjunto de la Liga Endesa en la citada faceta, con 12,3 segundas oportunidades por encuentro. Que tanto daneses como catalanes registren un discreto porcentaje de acierto en su lanzamiento de tres puntos tiene mucho que ver con su notable presencia en el rechace del aro ajeno. Eso sí, en el antecedente contra ambos, el Canarias los dejó por debajo de sus números, concretamente en solo nueve rebotes de ataque.