Se medían ayer en el Santiago Martín segundo contra primero, y por extensión, dos de los pívots más dominantes de la competición, Gio Shermadini y Edy Tavares. El MVP de lo que se lleva jugado de campeonato frente al que muchos califican como el cinco más desequilibrante del Viejo Continente. De su aportación podría estar la clave para decantar la contienda a favor de uno u otro equipo. La partida, al menos hasta el descanso, y en lo que a números se refiere, marchaba en tablas y solo el acierto exterior de los locales les permitió irse al intermedio con una pequeña renta a su favor (45-44).

Pero justo a la vuelta de vestuarios Pablo Laso se descolgó con una de esas rotaciones que, a priori, prácticamente solo él entiende. Tiró de entrada con tres pequeños (con Causeur de alero), entre ellos un Jaycee Carroll inédito en los dos primeros cuartos. Como si su presencia en el banquillo se quedara en lo testimonial y el objetivo fuera asaltar el recinto de Los Majuelos con apenas nueve jugadores. Y el de Wyoming no tardó en darle la razón al preparador vitoriano. Lo hizo con cinco puntos seguidos en apenas un minuto de tercer cuarto. Apurando al límite la posesión o con la mano de Salin encima. Al escolta poco le importó haber salido casi en frío, ya que emuló la mejor versión del exterior de los Pistons Vinnie Microondas Johnson.

Por mucho que Vidorreta trató de ajustar sobre él, Carroll siguió produciendo. Desde fuera, en tiro libre o penetración (yéndose de Huertas) para acabar, con una canasta en un tiro de cuchara, con 12 puntos el tercer acto. Lejos de conformarse, y mientras Shermadini y Tavares, de una forma o de otra, también aportaban para sus respectivos equipos (25 de valoración para el local y 29 para el visitante), Carroll reclamó todavía mayor protagonismo. Lo hizo con otros cuatro puntos en el arranque del periodo final, y aunque su producción se secó cuando el Iberostar decidió cambiar en los bloqueos para evitar sus mortales lanzamientos, la descompensación que generó en la rotación defensiva de los laguneros resultó letal. Su última canasta en una puerta atrás después de rebote ofensivo de Tavares fue casi la puntilla para el Canarias (83-89). Casi igual que como sucedió en Turquía cuatro días atrás, Jaycee apareció para llevarse todos los focos. En Estambul lo hizo con dos triples en el minuto final. Ayer, con una actuación más mucho más completa y prolongada en el tiempo, se coló en medio del baile estelar para provocar la primera derrota del Canarias en su feudo. A solo unos meses de los 38 años y con apenas 1,88 metros, Carroll acabó llevándose el duelo de los pívots, demostrando