El fulgurante arranque que viene firmando el Iberostar Tenerife en este curso 20/21 se está labrando con sufridas victorias, triunfos que perfectamente esconden un valor doble ya que los laguneros no han fallado ni con los equipos que podrían estar destinados a luchar por evitar el descenso, caso del Real Betis y del Bilbao; y otros que se presumen como claros aspirantes a las posiciones de playoff, como Joventut, Unicaja y Manresa. Fiabilidad plena para los de Vidorreta ante iguales. La única derrota, hasta la fecha, contra el Barça. Ese día los tinerfeños tutearon a su rival, pero cuando el equipo azulgrana sacó músculo, los canaristas despertaron de su sueño.

Ese liderazgo de la zona media, el ejercido por los canaristas, supone la continuación de lo vivido durante el curso 19/20, cuando el Iberostar ya fue el mejor de toda la Liga Endesa en sus duelos contra los conjuntos que no disputan la máxima competición europea: Real Madrid, Barça y Baskonia. Así, el cuadro lagunero solo cayó contra el Bilbao –en la primera jornada– y frente al Joventut –tras un desplazamiento demencial que dejó KO a los laguneros–, y ya en la Fase Final no superó al Bilbao ni al Unicaja.

En total, y contando los dos últimos cursos, este Canarias ha sacado adelante nada menos que 24 de sus 28 encuentros frente a los No Euroliga. Un 85,71% de victorias, cifras inalcanzables para ninguno de los otros equipos terrenales de la Liga Endesa –el Burgos es el que más se le aproxima con un 63% de efectividad– y con las que los aurinegros cimentaron su cuarta plaza de la anterior fase regular, y su segunda posición en el presente ejercicio.

El debe, sin embargo, llega ante los grandes, que se le vienen atragantando a los de Vidorreta. Así, de sus últimos 11 encuentros frente a plantillas de Euroliga, el Iberostar Tenerife solo ha sacado adelante uno de esos compromisos, contra el Barça, aquel con el que cerró la pasada Fase Final de Valencia, y en el que el conjunto culé ya no se jugaba nada. En esa misma cita en tierras levantinas el Canarias cayó ante el Baskonia, mientras que en la fase regular lo había hecho otras dos veces ante los vitorianos, un par de veces más contra el Barça y en una ocasión ante el Real Madrid y el Valencia. Algo más atrás, en los compases finales del ejercio 18/19, la serie negativa se había iniciado con Gran Canaria, Baskonia y Real Madrid.

Con los deberes más que hechos en la que se podría denominar su liga, el Iberostar Tenerife tiene el domingo ante sí la posibilidad de subir de nivel. Visitan los aurinegros al Valencia en La Fonteta, la cancha donde precisamente sumaron su última victoria frente a uno de los gallitos (Barça), pero también la única pista que no han podido asaltar los isleños –bajo la condición de visitantes– desde su regreso a la ACB. Ocho comparecencias y otras tantas derrotas. Si dentro de dos días el cuadro tinerfeño gana en La Fuente de San Luis no solo habrá acabado con un gafe casi histórico mientras pone los dos pies en la Copa del Rey -quizá a jugar en ese mismo emplazamiento-, sino que también mandaría el mensaje de que está en disposición de mirar a los ojos a cualquier rival de ACB que se le ponga delante.