Tenis

Rafa Nadal se impone con facilidad a Kubler en su segundo partido en Brisbane

El manacorí superó al tenista australiano en menos de hora y media (6-1 y 6-2) para acceder a los cuartos de final del torneo de Brisbane

Nadal se impone con contundencia al australiano Kubler y está en cuartos en Brisbane.

Nadal se impone con contundencia al australiano Kubler y está en cuartos en Brisbane. / EFE

Jordi Grífol

"Ser competitivo a medio plazo, en un par de meses". Ese era el deseo de un comedido Rafa Nadal tras su regreso victorioso a las pistas un año después. La realidad es que no ha concedido un solo set en los dos primeros partidos. Superó a Diminic Thiem en menos de hora y media, en un debut ilusionante. Y en el segundo asalto en Brisbane, le bastaron 1 hora y 24 minutos para sonreír de nuevo tras batir al local Kubler, un tenista atormentado por una lesión crónica en sus maltrechas rodillas. Este viernes, a partir de las 11 h, se enfrentará en cuartos al también australiano Jordan Thompson.

Nadal empezó arrollador. Ganó de salida con un saque directo y se llevó el primer juego haciendo correr a Kubler desde el fondo de la pista. Rompió en blanco el servicio del australiano y consiguió poner el 3-0 con su saque, en un juego que no duró ni dos minutos. "Creo que empecé el partido muy bien, con mucha determinación. Vi vídeos de Jason Kubler antes del partido y vi que tenía que ser más fuerte en el fondo de la pista", diría después.

Jason Kubler, 102 del ranking ATP a sus 30 años, llegó a ser el número uno júnior de individual y dobles. Todo parecía augurar que levantaría los brazos victorioso una y otra vez, pero sus frágiles rodillas cedieron. Le diagnosticaron una lesión crónica en los meniscos de sus rodillas, y tuvo que pasar por quirófano en hasta seis ocasiones. Pensó en la retirada, especialmente en esos cuatro años donde solo jugaba en tierra batida para proteger sus rodillas y el dinero empezaba a escasear. Pero persistió, y en abril de 2023 alcanzó su mejor puesto con el 63 y logró ganar el título de dobles del Open de Australia.

El australiano subió el listón y empezó a incomodar a Nadal, recuperando un 15-40 ante los aplausos del Pat After Arena. Pero Nadal se sentía bien. Volviendo a disfrutar de esos puntos largos que hacía un año que no podía disputar por la lesión en el psoas izquierdo que le hizo pasar por el quirófano. Defendió los golpes de Rubler y pasó al ataque cerrando el juego con un remate de espaldas desde la red.

Tiempo médico

Con el 5-0 favorable a Nadal, Kubler pidió tres minutos de tiempo médico por molestias en el codo derecho. En la reanudación, consiguió su primer juego, sonriendo por primera vez. Una sonrisa que se entremezclaba con las muecas de dolor. Se pusó 0-40 Kubler en el servicio del manacorí, que recuperó el juego para cerrar el primer set en 40 minutos de juego.

Nadal abrió el segundo con un break en blanco, que confirmó con el servicio del australiano, que se resistía a la derrota con buenos golpes (2-0) y que logró un juego en blanco en el tercero. Pero el español seguía a lo suyo, muy superior al australiano desde el saque y con el golpeo de siempre, intacto pese a estar alejado de la pista tanto tiempo. Tras el 3-2, ganó tres juegos seguidos para cerrar el partido en 1 hora y 24 minutos, sin conceder un set. Efectivamente, no se le ha olvidado jugar al tenis.

A sus 37 años, y tras 350 días sin competir, no hay preparación mejor que ganar: "Necesito partidos, necesito buena salud, necesito seguir entrenando bien y por supuesto las victorias y pasar tiempo en la pista ayudan. Para mí, cada día que tengo una oportunidad de jugar es una gran noticia. Simplemente estoy contento con eso", declaró tras el encuentro.

Volvió a levantar los puños Rafa, con una sonrisa que escondía cierta rabia. "¡Vamos!", exclamaba. Con esta victoria, accede a los cuartos de final del torneo ATP 250 de Brisbane, y le permite además ascender en el ránking hasta el puesto 450. Este viernes, nueva cita ante Thompson, en busca del billete a semifinales. "Me siento competitivo", expresó. Ya no piensa en el medio plazo.