Joel González Bonilla (Figueras, 1989) ha sido uno de los talentos generacionales más relevantes del deporte español en la última década. Un oro olímpico en los JJ.OO. de Londres 2012, un bronce en Río 2016 y tres Mundiales avalan su carrera deportiva. Sin embargo, su fin en el taekwondo ha llegado antes de lo que él esperaba. Un enfrentamiento con la Federación Española, acabó con su expulsión del CAR de Sant Cugat. Esa situación anticipó su retirada e hizo que se centrara en su vida académica, donde ya posee un grado, dos másteres y está finalizando en la UCAM un doctorado sobre cómo las apuestas deportivas pueden ser un indicativo de amaño de partidos.

-Acaba de conseguir el máster en dirección y gestión integral de seguridad. Veo que no pierde el tiempo después de su trayectoria deportiva.

-Siempre he dicho que la vida deportiva es corta y que hay que preparar la salida. La mejor forma era especializándome en otros aspectos de la vida estudiando.

-A sus 31 años, tiene una carrera en Criminología, dos másters y se está sacando un doctorado. En el mundo del deportista, no suele ser muy habitual que alguien se doctore…

-Quieras o no, el estudio es como todo en la vida y te vas enganchando. Me saqué el grado en Criminología y a partir de ahí quise aprender más. La prevención y seguridad me apasionaban, la corrupción... Quise unir mis dos pasiones, que son la investigación y el deporte.

-Habla sobre corrupción deportiva. Ahora mismo, su tesis doctoral va sobre este asunto y además, ha colaborado con organismos como la LFP. ¿De dónde le surge esta curiosidad?

-Todo comenzó a raíz de que terminara criminología. Tuve una charla con Javier Tebas y surgió el tema cuando le comenté que tenía esa carrera. A él le interesó mucho porque era campeón olímpico y tenía esos conocimientos. Ellos querían que el amaño de partidos no fuera a más y vieron que añadir la visión de un deportista de élite podría ayudar. También trabajé en la UEFA este verano, fue impresionante.

-¿Qué opinión tiene sobre las casas de apuestas deportivas?

-Desde tiempos inmemoriales hay apuestas deportivas, desde la época de los romanos. Sí que es cierto que hay que llevar cuidado con la ludopatía y proteger al menor. Pienso que mientras no interfiera en el deporte y haya amaños, si la gente quiere apostar está en todo su derecho. No creo que sea una lacra social, aunque hay que preocuparse de los menores y de la gente vulnerable. Para mí es un negocio más como cualquier otro.

-Ha estado trabajando desde dentro, ¿Son más habituales los amaños de partidos de lo que la gente cree?

-Sí, a menudo se ven cosas, más de lo que la gente se cree. Pero siempre es difícil de detectar y aún más de probar. En mi tesis doctoral, que presentaré a finales de julio, doy unos consejos cómo los detectamos. Lo que sí te puedo decir es que se da más de lo que la gente se pueda imaginar.

-Ha tenido un año muy movido con su expulsión del CAR y su retirada. ¿Esperaba todo lo que le ha sucedido durante estos meses?

-Pues la verdad es que no. Parecía una avalancha. Cuando las cosas no podían empeorar, lo hacían. Pero bueno, me llevo el calor de la gente que ha estado conmigo siempre y he decidido dar un paso al lado porque considero que ya no puedo estar al cien por cien.

-¿Cómo se veía antes de que se diera el ‘rifi rafe’ con la Federación Española?

-En competición, me veía en algún Mundial más. En los JJ.OO. no porque se había clasificado otra persona y me quedé sin plaza. En la gestión, sí que fue un poco triste porque hemos estado mucho tiempo juntos. Después de todo lo que hemos conseguido, es triste que porque no opines como ciertas personas las formas se disipen. Somos un deporte en el que los valores son fundamentales.

-Hace unos meses se formó un gran revuelo con su expulsión del CAR. Dijo públicamente que se debía a represalias por haber criticado a la Federación. Ahora en frío, ¿Sigue manteniendo esas declaraciones?

-Cuando hay personas acomodadas arriba del todo y vienen personas que piensan diferente, ya no les caes tan bien. Somos una Federación muy pequeña y me dijeron que estás conmigo o estás contra mí. Lo mantengo porque me lo dijeron. No estoy ni a favor ni en contra, pero quiero que se hagan bien las cosas y ahora mismo no se hacen.

-Ellos defendieron su expulsión porque ya no iba por el CAR. ¿Es cierto?

-Lo que buscan es excusarse. Es cierto que los últimos dos meses no fui mucho pero al igual que todo el equipo porque había un campeonato de Europa y no había nadie. Ante todo somos personas y las cosas se podrían haber hecho diferentes. Podrían haber venido a hablar conmigo a comer, darme las gracias por todo lo que he hecho y comunicarme que ya no cuentan conmigo. Yo habría dicho que lo entiendo y no pasa nada. Pero no me eches por un WhatsApp, que encima no me lo envían ni ellos, para decirme que no me pagas a partir de mañana.

-Esta situación, ¿Fue la que le hizo tomar la decisión de retirarse?

-Ya lo tenía pensado pero sí, fue un poco la solución de quitarme de toda la maraña de corrupción y secretismo que hay ahí dentro. Yo lo único que quería era disfrutar del Taekwondo, que es lo que he hecho toda mi vida. Yo ya he conseguido mis objetivos de sobra y me voy con ese recuerdo. Por competir ya no tengo ese gusanillo.

-Sin el taekwondo en su vida, ¿Dónde va a encontrar Joel González su nueva pasión?

-Pues no lo sé. Como dije en mi despedida, tengo que darle muchas vueltas para ver cómo afronto lo que viene. Me he vinculado a muchos organismos a lo largo de mi carrera. Una vez que acabe el doctorado, valoraré mis opciones. Me encantaría seguir vinculado al deporte y a la criminología. La opción de ayudar con la UCAM en la docencia sería muy bonito para mí. Estamos hablando y es muy posible que me quede con ellos.

-Tengo entendido que es un apasionado de la docencia.

-Sí porque creo que los jóvenes toman decisiones a través de los consejos que les dan sus maestros. Si explicas algo con emoción y transmites tus conocimientos, te hace querer saber más sobre esas cosas. Sería muy bonito poder transmitir la ilusión sobre lo que yo he estudiado.

-Es catalán pero imagino que la Región de Murcia debe tener un significado importante para usted. Se inició en el CAR de Los Alcázares y se ha formado profesionalmente aquí…

-Por supuesto. Pasé mis diecisiete y mis dieciocho allí. Fue una época mágica, la recuerdo muy bien. Tuve muy buenos amigos y Murcia me cuidó muy bien. He estado en constante contacto con vuestra tierra. Tenéis un carisma especial a la hora de relacionarse, siempre estáis sonriendo. Y bueno, quizá por eso la opción de la UCAM es de las que más peso tiene. Sería como volver a casa.

-Murcia, la gran desconocida de España.

-Efectivamente. El que viene siempre se enamora de la ciudad. Hay veces que le digo a mis amigos que me voy a Murcia y me preguntan si voy al desierto. Luego cuando vienen alucinan con la catedral, con la costa… Al final es puro desconocimiento.

-¿Qué consejo le daría a alguien que quiere iniciarse en el mundo del taekwondo?

-Le diría que no se presionara, en el taekwondo o en cualquier deporte. No hay que ofuscarse con objetivos súper largos que no sabes si se van a cumplir. No hay que buscar ser campeones del mundo cuando todavía ni se es campeón de España. El deporte está para disfrutarlo.