El holandés Max Verstappen (Red Bull), ganador hace dos semanas en la Emilia Romaña (Italia), cuestionará el liderato del séptuple campeón mundial inglés Lewis Hamilton (Mercedes) en Portimao; sede del Gran Premio de Portugal, el tercero del Mundial de Fórmula Uno, que se disputa este fin de semana en el citado circuito del Algarve.

Verstappen invirtió puestos con Hamilton, ganador en Barein, que conservó el liderato del certamen gracias al punto extra que logró al marcar la vuelta rápida en Imola. Donde el español Carlos Sainz (Ferrari) fue quinto; y su compatriota el doble campeón mundial asturiano Fernando Alonso (Alpine) sumó su primer punto al acabar décimo, un puesto por delante del mexicano Sergio Pérez (Red Bull).

Portugal albergará por decimoctava vez un Gran Premio de F1 (organizó otros ocho, pero no integraron el Mundial) después de haber regresado -14 años después de haberlo hecho por última vez, en Estoril- al calendario de la categoría reina en 2020.

Portimao será sede de la tercera de las 23 carreras previstas este año. Cerrará una semana en la que se dio a conocer que Turquía sustituirá en el calendario a Canadá (el 13 de junio) y que habrá tres calificaciones -dos en Europa, de ellas una en Silverstone (Reino Unido), y otra en América- que se resolverán mediante una carrera sprint el sábado; que ordenará la parrilla del domingo y otorgará 3, 2 y 1 puntos, respectivamente, a los tres primeros. El orden de salida de esa prueba corta se decidirá el viernes, con una cronometrada con el formato habitual de tres rondas (Q1, Q2 y Q3).

La pasada campaña, Hamilton encabezó en Portugal, por delante del finlandés Valtteri Bottas, uno de sus innumerables 'dobletes' con Mercedes. Escudería que poco después festejaría su séptimo título consecutivo, coincidente con la séptima corona del astro inglés.

Verstappen, tercero ese día, lucha ahora contra las estadísticas, no sólo en Portimao -donde, al fin y al cabo, sólo se ha corrido una vez-. Tercero en los últimos dos Mundiales, por detrás de los dos Mercedes, 'Mad Max' perdió definitivamente la oportunidad de convertirse en el campeón más joven de la historia en 2020. Pero, por lo visto en las dos primeras carreras, deberá confirmar que será no sólo el principal opositor a un inédito octavo título de Hamilton, sino que éste puede ser, al fin, su gran año.

De momento, está a un punto del espectacular y excéntrico campeón inglés, que encabeza el Mundial con 44 puntos, 16 más que el tercero, su compatriota Lando Norris (McLaren), ex colega de Sainz. Tras una salida espectacular, el madrileño completó una gran carrera y fue quinto hace dos domingos en Imola; por detrás de su antiguo compañero inglés -que, tras ser cuarto en Barein, subió al podio- y del otro Ferrari, el del monegasco Charles Leclerc, cuarto en el Mundial, con 20 puntos. Seis más que Sainz: sexto, a dos de Bottas. En un certamen que en su arranque dejó entrever que se mantiene la jerarquía, pero se reducen las diferencias.

Mercedes, que busca un octavo título seguido, encabeza el Mundial de constructores con 60 puntos, siete más que Red Bull, que con la aportación del mexicano Sergio Pérez le discutirá la hegemonía al equipo de Brackley. McLaren suma 41 y Ferrari es cuarta, con 34.

'Checo', quinto tras una gran remontada en Barein -donde el año pasado festejó su primera victoria en F1- salió segundo (su mejor puesto en parrilla en la categoría reina) en Imola. Donde le perjudicó el coche de seguridad que entró tras el accidente de Bottas y del inglés George Russell (Williams), que provocó la bandera roja; y la posterior sanción (de 10 segundos) por adelantar al australiano Daniel Ricciardo (McLaren) con el 'safety car' en pista.

El bravo piloto tapatío llegó, sin embargo, con "la motivación por las nubes" a Portugal. "En Red Bull preparamos el fin de semana de carrera para sacar el máximo partido, porque sabemos que si todo lo hacemos bien tenemos opciones reales de ganar la carrera", opinó. Sainz, quinto en Imola y octavo en Sakhir, fue sexto el año pasado -justo delante de 'Checo'- en Portimao. Una pista de 4.653 metros, con 15 curvas (nueve de ellas a la derecha) a la que el domingo está previsto dar 66 vueltas, para completar un recorrido de 306,5 kilómetros. De la que el español de Ferrari -que la pasada semana completó un test de 300 kilómetros en Fiorano con el coche de 2018- guarda el buen recuerdo de su salida, en la que pasó del séptimo al primero en las primeras vueltas en 2020.

Alonso -autor de las 32 victorias que cuenta España en F1 a lo largo toda su historia- afrontará su tercera carrera, tras dos años alejado de la categoría reina, en la pista del Algarve. Donde este viernes arrancarán los entrenamientos libres de un Gran Premio en el que, en seco, se rodará con los compuestos más duros: C1 (el más duro, reconocible por la raya blanca), C2 (medio, raya amarilla) y C3 (blando, roja).

El genial piloto asturiano, que no acabó, por un problema de frenos, en Sakhir -donde subió tres veces a lo alto del podio- sumó su primer punto de 2021 hace dos domingos, tras la sanción del finés Kimi Raikkonen (Alfa Romeo), que había acabado noveno, pero penalizó 30 segundos por infringir el procedimiento de 'resalida' después de la bandera roja. Alonso indicó que Portimao será "un desafío totalmente diferente en comparación con Baréin e Imola" y que quiere "sumar más puntos este fin de semana" en el Autódromo del Algarve.