Chris Froome mantiene su ilidio con Tenerife. El actual es el décimo año consecutivo que el cuádruple ganador del Tour (más dos Vueltas a España y un Giro de Italia) escoge la Isla para llevar a cabo concentraciones en altura con las que llegar en las mejores condiciones posibles a su gran objetivo, la conquista del Tour de Francia. “Es el único lugar cerca de Europa en el que se puede estar a más de 2.000 metros de altura sin que la nieve te condicione”, comenta el británico en una entrevista que publicará El Día este sábado, y en la que también elogia los paisajes de la Isla “y el buen estado de conservación de sus carreteras”, lo que la convierten, a su entender, en el “sitio perfecto para el ciclismo”

El reto de Froome, en su nuevo equipo, el Israel Start-Up Nation, es mayúsculo, toda vez que debe intentar volver al nivel que ofreció hasta su grave accidente en el Dauphiné hace casi dos años. “Supuso un gran golpe para mí y todavía me estoy recuperando”, admite el ciclista, que, eso sí, “nunca” pensó en retirarse de forma prematura. “No era la forma en la que quería terminar mi carrera”, explica , para admitir también que es “duro” no verse en el mismo nivel que hace un par de años. “Pero a la misma vez me anima y es extremadamente motivador”, matiza. En su mente un solo pensamiento, entrenar y entrenar para llegar al Tour “en las mejores condiciones posibles”.