El colista como mejor bálsamo. El Clarinos Ciudad de La Laguna cortó anoche una racha de cuatro derrotas y lo hizo de manera contundente. Pasando por encima de un colista, el Quesos El Pastor, que llegó a la Isla debilitado por las lesiones –solo salieron a pista seis jugadoras– y que únicamente le pudo aguantar el ritmo a las moradas hasta el minuto 12 (23-25). La mayor rotación de las isleñas, pero sobre todo su gran intensidad defensiva, tanto en los 2x1 como en líneas de pase, provocaron que el choque se rompiera antes de llegar a la media parte. Lo hizo con un parcial de 27-6 (50-31) sustentado básicamente en las 10 recuperaciones que hasta el descanso (15 en total) firmaron las de Claudio García.

Ya avisó de sus intenciones el cuadro morado desde los primeros compases de encuentro, ya que con cuatro robos casi seguidos y un triple de Nauwelaers logró sus primeras diferencias (16-10). Las zamoranas reaccionaron con una aportación colectiva (cuatro jugadoras aportando al menos cuatro puntos) y haciendo daño en el rebote ofensivo para lograr una delantera (17-19) que, gracias también a su ordenada defensa, se mantuvo hasta el 23-25 (12’). Pero ahí el Clarinos aumentó su intensidad atrás y con una recuperación tras otra (nueve en 16 minutos, tres de ellas de Bettencourt) pudo correr para volver a marcharse (41-29). Ni el tiempo muerto del técnico visitante sirvió para frenar a una desatada Taylor (14 puntos al descanso en 12 minutos de juego) ni tampoco la polivalente aportación de Raksanyi, que gracias a una rápida transición culminó el 27-6 para el 50-31 poco antes del descanso.

A la vuelta de vestuarios ambos equipos se repartieron errores (parcial de 3-2 en casi cinco minutos) hasta que apareció Esther Montenegro. Monty anotó dos triples seguidos para disparar a las suyas por encima de la veintena (61-39), renta que todavía fue más grande gracias a otras dos nuevas recuperaciones (cuatro en ese periodo) de Atkinson y Ocete (70-46). Un par de apariciones de la citada Atkinson y un triple de Bettancourt elevaron la ventaja morada a los 30 (80-50, 34’) antes de que el duelo se metiera en un mano a mano debajo de los aros entre Fasoula y Wolf; y aunque la aportación de la pívot americana del cuadro visitante fue algo mayor, la renta de las locales siempre se movió sobre la treintena (87-54).

Sin necesidad de exprimir a nadie (Atkinson fue la que, con 24:05”, más tiempo estuvo en pista) García pudo dar minutos a la júnior Andrea Rodríguez. En resumen, partido redondo para las laguneras, que en el regreso de su afición al Santiago Martín siguen agarradas a la zona de playoff –con cinco jornadas por disputarse– y además han podido comprobar que son capaces de acercarse bastante –a menos de dos semanas de la Copa de la Reina– a su mejor versión, aquella que les hizo brillar en el arranque del curso.

“Necesitábamos un partido así”

“Hablamos durante la semana que debíamos tener un cambio de actitud y mentalidad desde la defensa, y así ha sido”. Así se expresó el técnico Claudio García, que valoró “lo que han apretado atrás y el aumento del nivel defensivo respecto a las anteriores jornadas; gracias a ello ha salido este encuentro”. “Necesitábamos un partido así, en el que se recompensara el trabajo y el sacrificio, sobre todo atrás. Esperamos que con esto cambiemos el chip y volvamos a ser el equipo de principio de temporada”, añadió.