Debían ser las cinco y cuatro minutos de la tarde. Era un domingo de diciembre y el Heliodoro había abierto sus puertas –cuando se podía– para la celebración de un Tenerife-Alcorcón que tenía como principal aliciente el debut en casa del entrenador Rubén Baraja. Entre los titulares, afianzado como uno de los jugadores más destacados del equipo, e incluso de la categoría, había accedido al campo Borja Lasso sin la sospecha de que a esa hora, más o menos, las cinco y cuatro de la tarde, con el encuentro recién iniciado, iba a despedirse de la práctica del fútbol no solo por lo que quedaba de temporada, sino por un año entero. Hoy se cumple ese tiempo de la lesión que todavía mantiene de baja al mediapunta del Tenerife.

Una dura entrada del ucraniano Serhiy Myakushko, castigada por el árbitro Aitor Gorostegui Fernández-Ortega con tarjeta amarilla, le había provocado a Lasso una fractura distal del peroné izquierdo. “Por el dolor que tiene, nos tememos lo peor”. Estas fueron las palabras de un abatido Baraja en la rueda de prensa posterior al partido. El primer diagnóstico confirmó esos presagios. Sin tiempo que perder, Borja fue operado el 17 de diciembre de 2019, día en el que el Tenerife jugó ante el Mensajero un partido de Copa del Rey. La intervención quirúrgica se llevó a cabo en la Clínica Sagrado Corazón de Sevilla por parte del doctor Daniel Cansino. “A grandes rasgos, la operación ha consistido en reducir la fractura y dejar fijos los fragmentos de hueso rotos y separados. Ha ido todo muy bien, con una duración aproximada de una hora y 20 minutos, anestesia epidural y el futbolista consciente en todo momento”, explicó el especialista refiriéndose a un “traumatismo de alta energía” por la violencia del impacto. “No pude ver la acción, pero la entrada tuvo que ser muy fuerte porque el peroné presentaba múltiples fracturas”, añadió agradeciendo “el hueso potente y fuerte” del blanquiazul.

Sin establecer plazos, Cansino advirtió en ese momento de que Borja iba a tener por delante “un largo tiempo de recuperación”.

¿Tanto como un año? El paso de los meses ha ido dejando en el aire preguntas sin respuesta. Los únicos indicios sobre la evolución de Borja han llegado de los testimonios de quienes han estado a su lado. Por ejemplo, el presidente Miguel Concepción aseguró el 15 de diciembre haber encontrado “animado” al futbolista. “Eso es importante para que se recupere”.

Tres días más tarde fue Baraja quien destacó el éxito de la operación. “Salió bien y el plazo dependerá de cómo se vaya sintiendo. Lo más importante es que se recupere bien y vuelva con buenas sensaciones, que tenga tranquilidad. No hay por qué avanzar plazos; podría ser perjudicial para él”.

Con el equipo ya mentalizado de que había perdido, al menos hasta junio, a un futbolista que había aportado cuatro goles en las 19 primeras jornadas de Liga –solo había faltado a uno por una expulsión–, las noticias empezaban a ser esperanzadoras, aunque todavía carentes del contenido principal de la fecha del alta de Borja. El 3 de febrero, el club anunció que Lasso había completado “satisfactoriamente una revisión con el doctor Cansino” en Sevilla, su ciudad de nacimiento y lugar elegido para avanzar en la rehabilitación.

Pero las incógnitas sobre su retorno a la Isla empezaban a surgir. El 6 de marzo, Baraja confirmó que “en dos o tres semanas” iba a poder tener al futbolista en El Mundialito. “Es importante que vuelva a tener contacto con los demás, que sienta cariño y empiece a pensar en reintegrarse”, señaló poco antes de la interrupción de la competición por la crisis del coronavirus. Precisamente, ese aplazamiento dibujó un horizonte nuevo para Lasso. ¿Se recuperaría a tiempo para jugar algún partido?

El 5 de junio, a las puertas de la reanudación de la Liga, Baraja dio a entender que Borja no iba a estar disponible tan pronto. “Ya está en el proceso final y quizás la semana que viene ya pueda estar en Tenerife, pero estará a otro ritmo. Ahora mismo empezaría a hacer algo de trabajo de campo y es complicado que en el mes o mes y poco que queda, pueda estar al mismo ritmo que los demás”, indicó situando la vuelta de Borja a la competición, como mínimo, en el comienzo de la campaña 2020/21. Lo que sí se produjo en esas fechas, a mediados de junio, fue su regreso a Tenerife para ponerse en las manos del médico y los fisioterapeutas del club blanquiazul.

El 5 de junio, a las puertas de la reanudación de la Liga, Baraja dio a entender que Borja no iba a estar disponible tan pronto

Así, el Tenerife completó el curso sin una pieza única. “Nos hemos tenido que sobreponer a su ausencia. Parece que no contar con él es sencillo, pero es muy complicado porque es un jugador especial. Nos hace jugar, nos da posesión, pases y llegada”, repasó Baraja, cuyo sustituto en el cargo, Fran Fernández, se mostró optimista a comienzos de septiembre. “Está en la última fase de la readaptación y pronto estará con el grupo, está mentalmente fuerte, dando pasos hacia delante”, apuntó dando un mensaje que se reforzaba con imágenes de Borja interviniendo en los entrenamientos a la par que sus compañeros.

Esta vez sí, la normalidad parecía estar cada vez más cerca. Así lo dejó entrever Juan Carlos Cordero el 8 de octubre, una vez cerrado el mercado de fichajes. “Lo veo mejor. Está dando pasos hacia delante y entrando en ritmo. Ya juega algunos once contra once y está cogiendo más confianza. Sería un último gran refuerzo”, manifestó.

En el punto de mayor esperanza, el entrenador llegó a avanzar que la presencia de Lasso en una convocatoria “estaba muy cerca”. En cambio, poco después, el 16 de octubre, la previsión no fue la misma. “Todavía no está. Le queda y sigue con el proceso de readaptación. Se quedará aquí y hará entrenamientos de calidad. Veremos cómo está cuando volvamos de la Península. Hay que tener tranquilidad para ayudarle a marcar su camino”, dijo con vistas al doble desplazamiento a Gijón y Ponferrada. Antes de ser despedido, Fernández llegó a mostrarse molesto por la reiteración de consultas sobre Lasso. “Esa es una pregunta para los servicios médicos”, comentó.

La evolución de Borja ya no iba tan bien como parecía. Las sospechas quedaron confirmadas el día de la presentación de Luis Miguel Ramis, el 24 de noviembre. “No termina de recuperarse. Todas las partes implicadas están poniendo de su parte, pero se está alargando mucho”, admitió Cordero informando de que Lasso seguía sintiendo molestias en su intento de unirse a la dinámica de trabajo colectiva. “No podremos contar con él a corto plazo y nos hemos planteado decisiones médicas distintas”, señaló el director deportivo sin dar más detalles. La única pista la dejó Ramis recientemente al contar que Borja había regresado a Sevilla para llevar a cabo otro tratamiento. Un año después de la lesión, el Tenerife sigue sin Lasso.