Ayoze Sánchez, integrante de la Escuela de Ciclismo Bentor, cubrió ayer el recorrido entre Buenavista y Santa Cruz, en compañía de cinco ciclistas infantiles y cadetes e integrantes de la misma escuela. La intención que movió a Ayoze, un deportista que sufre paraplejia, fue realizar esta acción fue dar visibilidad a las barreras con las que se enfrentan las personas con discapacidad y las dificultades para la práctica de deportes como el ciclismo en las carreteras. En su caso, ha sido víctima de no pocas trabas para conseguir la licencia con la que ahora puede desarrollar el ciclismo.

Ayoze Sánchez, arropado por el citado grupo, invirtió casi cinco horas en cubrir los 59,75 kilómetros entre Buenavista y la Plaza de España de Santa Cruz, sin desfallecer, con un ritmo superior al esperado y recorriendo la carretera general del Norte. A su llegada, fue recibido por las autoridades del Cabildo Insular, con su presidente Pedro Martín al frente. Martín felicitó a los miembros de la expedición, en especial, a Ayoze Sánchez, por su proeza, y destacó “el extraordinario esfuerzo que realizan las personas con discapacidad que practican deporte adaptado, que merece el reconocimiento de toda la sociedad y que necesita una respuesta más efectiva por parte de las administraciones”. Además, reconoció las dificultades existentes en las carreteras para la práctica deportiva

Los deportistas destacaron la buena acogida de la iniciativa por parte de los conductores y usuarios de las carreteras, que les transmitieron ánimos durante todo el recorrido. El grupo estuvo acompañado en su llegada al Cabildo por el presidente de la Escuela de Ciclismo Bentor, Ramón González, y por el vicepresidente de la federación Tinerfeña de Ciclismo, Carlos Marrero. La Escuela de Ciclismo Bentor trabaja con personas con distintas discapacidades y cuestiones de carácter social desde el año 1995. Se trata de una escuela integradora, que persigue implicar a todos sus deportistas en la inclusión.