Otro derbi más. ¿Cómo imagina el del próximo domingo?

En un partido de este tipo nunca hay favoritos. La UD Las Palmas llega con una idea más clara, con una mayor canariedad y con una plantilla joven, mientras que al Tenerife le está costando despertar. Todos estos factores hacen que este derbi sea todavía más incierto, si cabe. Además, al no haber público, parece que será descafeinado en todos los sentidos.

Entonces, la ventaja de ser local no será tan influyente.

Indudablemente. Si estos dos equipos han tenido una cosa en los derbis, es que se han agarrado a sus hinchadas, y si el domingo faltarán, les costará un mundo.

Mencionó antes el factor de la canariedad. ¿Por qué cree que se produce esa diferencia?

El tema está en creer, en poner a los chicos en el escaparate, en tener una política adecuada y no una Ciudad Deportiva de adorno.... Pero, por encima de todo esto, está el convencimiento. Por desgracia, en el Tenerife no hay ningún convencimiento. Cuando hay apuros, se tira de la cantera y puede haber algún jugador que aparezca, pero sin continuidad. En la UD Las Palmas han creído siempre mucho más en la cantera, están mucho más organizados que nosotros. Nos llevan años luz. Encima, han hecho mucha caja.

¿Se compite de diferente manera teniendo más canarios?

No es un tema de que tengan que salir once canarios al campo. Eso no significa que vayas a ganar seguro. Pero el equipo que tenga un poco más de sentimiento, ya tendrá algo ganado. ¿Y quién sabe mejor cómo es un derbi? Los que viven aquí. Pero luego hay jugadores como Aitor Sanz o Carlos Ruiz, que también saben lo que es un derbi porque llevan años en la Isla y tienen claro que son partidos especiales. No es cuestión de tener más posesión del balón o de ver quién da más pases, sino de orgullo, sentimiento, significado, el antes y el después... Los derbis marcan mucho las temporadas.

¿Qué puesta en escena intuye que se dará en este partido?

Las Palmas tiene una idea de juego, mucho más vertical que antes, con gente joven, con muchos canarios. Es ilusionante, un proyecto en el que tampoco han vendido el ascenso. En el Tenerife pasa todo lo contrario. Se hicieron diez fichajes para intentar jugar el playoff y subir. Ese debe ser el plan, porque si tienes que hacer tantos fichajes para mantenerte, es que algo está fallando. Su entrenador ha dicho que lo menos importante ahora es cómo se juega por la situación en la que está el equipo. En cambio, para este partido en concreto, Las Palmas parece que lo tiene más claro en cuanto al enfoque. Juega de una manera determinada y, más o menos, le va bien. Por su parte, el Tenerife está en una situación de indefinición. Creo que le va a costar proponer, mientras que a Las Palmas no le está ocurriendo eso.

¿A qué achaca esa situación de indefinición del Tenerife?

Cada verano no puedes traer a la Isla un barco con jugadores y al siguiente sacar un barco de jugadores para traer otro. Falta paciencia y, sobre todo, falta un proyecto, una idea de lo que se quiere hacer. Es como jugar a la ruleta a ver qué pasa, y eso no es así. A lo mejor, en alguna temporada acabas subiendo o juegas el playoff, pero eso es jugar a la ruleta. Necesitas tener una idea de lo que quieres. Y luego está la construcción de la plantilla. Si traes diez jugadores y todavía no te cuadra un equipo... La temporada pasada se marcharon futbolistas importantes y, probablemente, con tiempo y con dinero se pudieron buscar refuerzos para zonas fundamentales. Al final ves que es una plantilla que tiene tres jugadores en algunos puestos y que en otros faltan. Por ejemplo, si un día falla Fran Sol, cuesta encontrar a otro delantero. Me dirán que es Joselu, pero no están contando con él, o no aparece, y firmó por tres años. Y con los centrales, ídem. Cuesta digerir estas cosas.

¿En qué lugar quedaría el entrenador, Fran Fernández?

Creo que es un tema de dirección deportiva, donde también debería entrar el entrenador. Pero cuando escuchas al presidente hablando de fútbol, diciendo que el equipo no juega o no da tres pases, no sabes realmente quién lleva la línea de los proyectos deportivos. Eso va en consonancia con el equipo que luego sale al campo.

Si alguien que no ha visto jugar al Tenerife le pidiera que lo definiera, ¿qué le diría?

Tampoco hay saber un sabio para saber lo que quiere su entrenador, porque tiene una idea que le salió bien en los equipos en los que estuvo antes, con jugadores acorde a ese estilo. Los suyos son equipos que te dan mucho terreno, se agazapan atrás, te esperan y a la contra te hacen daño. ¿Qué sucede? No es lo mismo ser local en el Heliodoro que en otros campos, porque si te agazapas aquí, tienes distancias muy largas para jugar a la contra. En este aspecto, los futbolistas están muy justitos, les cuesta salir. No son futbolistas rápidos para salir a la contra como sí tuvo este entrenador en el Almería o el Alcorcón. Luego, cuando el Tenerife quiere apretar arriba, se ve condicionado por la velocidad del juego por dentro. Si quieres llevar el peso del partido pero no filtras jugadas por dentro, te cuesta más. Y al final llegamos a lo de antes, a la confección de la plantilla. Está claro que puedes jugar con diez delanteros, pero si no filtras una pelota... Luego hay un factor clave. Pongo un ejemplo. Djurdjevic, del Sporting, se busca la vida a base de pelotazos, jugadas individuales, calidad... En el Tenerife cuesta mucho que pase eso.

¿Aconseja tener paciencia?

La gente ya está acostumbrada a la paciencia. Aquí hace falta un reciclaje en todos los sentidos. No creo que sea un problema de entrenador, aunque siempre se mira para el banquillo en estas situaciones. Es un problema de tener claro un proyecto, lo que quieres y a lo que realmente puedes llegar. A lo mejor te planteas jugar como el Barcelona o el Atlético, pero no tienes capacidad económica para formar una plantilla para eso. Lo que se necesita es tener una idea e intentar llevarla a cabo dentro de una categoría que es complicada.

¿Cómo vive un derbi un entrenador? ¿Cómo fueron sus experiencias en ese cargo?

Son partidos muy emotivos. Te entra un cosquilleo porque sabes que no es un partido más, tienen trascendencia a nivel regional. ¿Cuántas veces escuchas eso de no subimos, pero te ganamos el derbi o quedamos por arriba tuyo en la clasificación? Aquí, lo que verdaderamente vale es el resultado. Si juegas bien, bienvenido. Pero si juegas muy bien y luego pierdes por mala suerte, no te sirve.

¿Y como jugador?

Hay que vivirlo. El jugador canario infla al otro que no está tan despierto: Oye, qué pasa, que no es un partido cualquiera, aprieta... Le metes presión, pero antes tienes tú que dar ejemplo. No puedes quedarte en la sombra. Indudablemente, el futbolista descarga muchísimo más toda esa tensión porque actúa. El entrenador no descarga; consume y encima lo hace en espacios reducidos.

¿Qué recuerdo guarda de su etapa como técnico de la UD Las Palmas, en el curso 04/05?

Estuve en la temporada de la famosa Ley Concursal que el juez Cobo Plana sacó adelante. Tuvimos muchos problemas. Para empezar, no se cumplían los pagos y la infraestructura decayó muchísimo. Los futbolistas no querían ir a entrenar porque no cobraban, no pasaba nadie del club por allí... Eran unas condiciones horrorosas. Y cuando tú no cobras o no lo haces con puntualidad, trasladas los problemas de tu casa a los entrenamientos. Tenías que ejercer más de ayudante que de técnico. Todo eso influye. Pero solo tengo palabras de agradecimiento, porque todos se esforzaron en hacernos la vida más agradable dentro de las dificultades. De los sitios en los que he estado he intentado quedarme siempre con lo mejor