El Tenerife encajó su primera derrota de la pretemporada en una prueba de exigencia ante uno de los principales candidatos al ascenso, un Mallorca que marcó diferencias en la calidad de sus remates. El Tenerife falló un penalti para tomar ventaja y su rival no lo perdonó. La prueba vale como referencia de lo que hay enfrente esta temporada. Por lo demás, que también importa, el equipo blanquiazul no estuvo por debajo en el trámite del juego.

Entre los once primeros, Fran Fernández repitió con cinco jugadores respecto al martes: Sipcic, Aitor Sanz, Pomares, Joselu y Javi Alonso. Como línea, la única que volvió a empezar el partido íntegra fue la de los volantes del medio, Aitor Sanz, básico en el inicio del juego, empezando más cerca de Ortolá para darle salida a la pelota, y Javi Alonso, con más recorrido, metido de lleno en la pelea. El dibujo es un 4-4-2 en el que Álex Muñoz vuelve a ser central aprovechando su perfil zurdo; la banda más ofensiva es la derecha, y los dos puntas juegan a una misma altura, ofreciendo siempre desmarques por dentro.

Más allá de los nombres, el equipo va mostrando señales de su idea de juego. El Tenerife de Fernández siempre quiere tomar la iniciativa. Lo hace cuando tiene la pelota, porque sale jugando desde el portero, por abajo, a veces desde el mismo saque en el área de meta. Luego, el desarrollo se acelera con menos toques, de manera más directa, generalmente con cambios de orientación para explotar las subidas de Shaq Moore por el costado y, desde esa zona, con centros al área. El equipo no abusa de posesiones por dentro en zonas de presión, pero cuando pierde la pelota, también propone ir a buscar el error del rival, porque activa una defensa colectiva que se protege con una presión intensa cerca del balón. La línea del fondo, liderada por un Sipcic impecable, defiende hacia delante, de manera que el equipo no concede espacios.

El partido, igualado, disputado y en ocasiones duro, como en la batalla que sostuvieron antes del descanso Abdon Prats y Sipcic, tuvo poco en las áreas, porque el Mallorca, con la misma alineación de Primera, entró a la pelea en el medio de igual a igual. Un disparo de Shaq desde lejos que se avivó por los botes del balón sobre el irregular césped (9') que obligó a Parera a detener en dos tiempos, fue la única aportación del Tenerife en las áreas, aunque el equipo llegó mucho más y lanzó siete córner (ahora a cargo de Jacobo, que pone su pie en todas las acciones a balón parado). En la meta de Ortolá hubo más actividad, como el zurdazo de Romera (27') rozando el poste o la falta de ejecutó Abdon Prats con un zurdazo violento que repelió el travesaño (34').

El detalle de Jorge. El tinerfeñismo no ha descubierto a Jorge en esta pretemporada. El majorero ya se había dejado ver, aunque cada día que aparece enriquece su gama de recursos. A quien sí ha encontrado el aficionado como revelación es a Shashoua, dinámico, vertical, hábil... La jugada del partido de ayer la fabricaron los dos en los inicios de la segunda parte. A los 7' minutos, en una salida de Shashoua en vertical, en un dos contra uno desde campo propio, el inglés conectó con Jorge, que no pudo armar el remate antes de que Raíllo le cerrase el disparo directo, entonces, el canterano sacó de la chistera un taconazo que dejó solo a Shashoua ante el portero, pero el tiro del extremo se marchó fuera. La pareja promete, son dos jugadores modernos: rápidos, valientes y verticales. Les sobra desparpajo.

El penalti y los goles. La segunda mitad estuvo salpicada de cambios en los dos bandos y fue más pródiga en acciones en las áreas. Llegados a este punto, la evidencia del peso que tiene la calidad en la definición se puso, como suele suceder, de manifiesto. El Tenerife pudo marcar de penalti a los 14', pero el lanzamiento de Joselu, junto al poste, fue detenido por Parera. El Mallorca, perdonó una vez, no más. Volvió a rematar al larguero en una jugada con tres disparos cercanos que cerró Stoichkov con un derechazo que devolvió la madera (23') y encontró el gol en el 36', en un derechazo en el área de Trajkosvki a la escuadra, antes de que Stoichkov, en una transición abierta por la costado izquierdo colocara en la red el segundo tanto. Fue un tramo en el que el Tenerife abrió más sus líneas y notó los cambios en la zona defensiva. Es lo de menos.