Desde que sucumbió en su visita al Oostende, allá por el 10 de marzo, el Iberostar Tenerife no sabe lo que es competir. Ahora, casi 100 días después, lo volverá a hacer como si de golpe tratara de recuperar el tiempo perdido. Como mínimo, cinco partidos en solo nueve días; quizá puedan ser hasta siete en 14. Mucha condensación con el añadido de un previo parón brusco. Un bucle de partidos y preparación en el que han sido fundamentales las semanas previas de trabajo, como así lo será también la recuperación tras los encuentros.

Situación novedosa. "Aunque no estemos en nuestro mejor nivel, llegamos en unas condiciones óptimas para competir y con un moderado-bajo riesgo de lesión". Así se expresa, a modo de resumen previo, Xisco Sanz, coordinador técnico y preparador físico del Iberostar Tenerife, que pese "al buen trabajo de estas seis semanas", no esconde que él y el resto del club vivirán en medio de la "incógnita". "Es todo tan novedoso que no sabemos cómo van a sucederse los acontecimientos; inicialmente no, pero a medida que vayan pasando los partidos sí me da un poquito de miedo el asunto de las lesiones", reconoce.

Simulación previa. Ahora ya no habrá vuelta atrás y la plantilla aurinegra deberá poner todos los sentidos en un bucle competitivo sin parangón. "Competir, recuperar, competir, recuperar...", es la sencilla y a la vez tan exigente receta de Sanz, que habla en pasado y en futuro. "Hemos tratado de simular lo que nos vamos a encontrar aquí: una sesión con gran exigencia física, pero también con mucho aspecto táctico; y luego otra en la que bajábamos ese desgaste físico, con el trabajo concentrado en medio campo. Buscamos tener entre tres y cuatro picos cada semana", explica el preparador canarista.

Tres pilares de descanso. Eso es la teoría. Falta una práctica para la que hay hoja de ruta. Y, sobre todo, un factor primordial, el de la recuperación. Para ello "los tres pilares fundamentales son llevar a cabo una buena hidratación, una buena alimentación y un buen descanso", comenta Xisco, que también tiene en mente "realizar un trabajo de gimnasio 24 horas después de cada encuentro". Una sesión de recuperación "orientada a temas de movilidad, así como un pequeño trabajo de fuerza y activación".

Sin presión. Responsabilidad máxima, la de Sanz, para tratar de que el Iberostar Tenerife dé su mejor versión en Valencia. "Creo que justo antes del parón el equipo no estaba del todo fresco, pero a la vez han sido muchos días de descanso. Sin embargo, pienso que el enorme bagaje táctico que tenemos y hemos logrado mantener nos da un plus", argumenta el preparador físico isleño. Quizá por ello es ajeno a cualquier tipo de presión. "Sobre todo estoy ilusionado porque me apetece terminar la liga. Pienso que estamos en un buen momento y tenemos la oportunidad de hacer algo bonito", añade. Toca esperar para ver si se cumple su pálpito.