El Tenerife no pudo pasar del empate (0-0), ante el Málaga, un rival directo en la lucha por la permanencia, a pesar de disponer de la ventaja de jugar en superioridad numérica durante toda la segunda parte, por la expulsión del visitante Keidi en el minuto 44. Los blanquiazules fueron amplios merecedores del triunfo, dominaron por completo el juego y dispusieron de media docena de claras oportunidades, pero carecieron de puntería ante la meta defendida por el internacional marroquí Munir.

En la primera, el equipo local generó tres situaciones muy claras en el área rival, pero Dani Gómez (12'), Joselu (17') y otra vez Gómez (22') se toparon varias veces con el meta y en una ocasión con el poste, para frustrar sus ocasiones. La presión local, su dominio y la multitud de llegadas a la zona de remate se multiplicaron en la continuación. El Tenerife llegó a lanzar diez saques de esquina, remató veinte veces a portería y generó situaciones claras ante el portero, como una de Dani Gómez ((66'), otra de Nahuel (78') y finalmente, un cabezazo franco de Miérez (88'), que no encontraron por muy poco el camino de la red.

Baraja lo intentó todo, cambió a los laterales, colocó centrocampistas por dentro, refrescó las posiciones de ataque, y todo resultó insuficiente, ante un rival que solo se acercó una vez a la meta de Ortolá.

El empate deja al Tenerife con 40 puntos, con la tarea de la permanencia por rematar, aunque ahora con el golverage en contra ante los malacitanos, que ya ganaron a los de Baraja en la primera vuelta (2-0).