Después de estrenarse como primera entrenadora en el curso recién finalizado, Esther López, con la renuncia del Voleibol Logroño reconoce haber recibido un "palo muy gordo" que ha hecho que haya "perdido toda la ilusión". La que fuera jugadora del extinto CV Tenerife lamenta el poco apoyo que se le sigue brindando al deporte femenino.

"Todo el mundo sabía que en algún momento Carlos Arratia -presidente y alma máter del equipo riojano- reventaría, pero no esperábamos que fuera ahora. Le estoy muy agradecida por lo que ha dado por el vóley, por La Rioja y, sobre todo, por cada una de las jugadoras", argumenta López a EL DÍA.

Fue Arratia el que apostó por ella al inicio de la 2019/20, aunque bien es cierto que siempre la acompañaba en el banquillo. "Aunque no fuera lo común, no restaba ahí y siempre me enseñó; sobre todo de gestión, como buen empresario que es", señala.

"Esto es muy duro. Hay que hacer una reflexión; el Logroño no es el primero ni será el último que tenga que decir adiós a la Superliga", apostilla la exlíbero que, a la par, establece un paralelismo con la desaparición del CV Tenerife pese a no vivirlo en carnes propias: "Aquello también fue muy triste; ahora se repite el mismo patrón".

El adiós del Logroño ha hecho estragos en Esther López: "Estoy desubicada, desmotivada y no sé si seguiré con el vóley", se sincera la hernaniarra que reconoce haber recibido propuestas de otros clubes para integrarse en sus proyectos.

Ahondando en esa última cuestión, Esther agradece que se interesen en ella, pero revela que quizá el "problema" sea ella. "Tengo que pasar esta etapa de luto y reordenarme tras este palo", concluye.