¿Preparando el regreso?

He tenido que cambiar la ruta habitual, pero sí. La próxima semana estaré ya de vuelta en Shenzhen.

¿Cómo es el plan de viaje?

Suelo salir de Madrid y llegar a Hong Kong, que es un aeropuerto cercano. Pero hemos tenido que eludir Madrid porque las autoridades chinas están más reticentes. Voy a pasar por Málaga y, desde allí, otras dos escalas en París y Bangkok, antes de llegar a Guangzhou. Es la capital de Cantón, la provincia donde está mi ciudad de destino.

¿Qué pasará a su llegada?

Estamos hablando con el Consulado de España para informar de nuestra llegada y pedir los permisos pertinentes. Al entrar tendremos que estar en cuarentena.

Serán catorce días.

Sí, ya son obligatorios al entrar en el país. Cada provincia tiene sus normas, pero Cantón califica a los ciudadanos de otros países como de alto riesgo en casos como España. La cuarentena obligatoria puedes hacerla en tu casa, pero las comunidades de vecinos te piden que no lo hagas.

¿Por qué motivo?

Si durante la cuarentena damos positivos, la ciudad de Shenzhen tiene una normativa que obliga a poner en cuarentena a toda la comunidad de vecinos durante otros catorce días. Y no pueden ni salir de sus casas. Para ellos sería un gran problema, por lo que estamos considerando hacerla fuera de casa.

El Estado pone hoteles para superar ese proceso.

Así es. También es para la gente que vaya de vacaciones. Te ponen un hotel durante catorce días y pasas allí, en una habitación para ti solo, la cuarentena. Ellos no quieren que tengas libertad de movimiento y que vayas propagando el virus si entras con él. Te ofrecen, por tanto, esta posibilidad y te van controlando la temperatura dos veces al día. Es con pensión completa, buenas condiciones y demuestra el gran esfuerzo que está haciendo China.

Y no se puede salir.

No. Es a puerta sellada. Te ponen una persona encargada, preparada, que tendrá un mínimo contacto contigo para entregarte comida y retirar la basura.

¿Cómo está la cosa en su ciudad de residencia, Shenzhen?

Pues el peor momento fue hace unas tres semanas. Ellos han tenido 420 casos y solo 3 muertos. Hablamos de una ciudad de entre 14 y 16 millones de habitantes. Llevan más de diez días sin casos propios. Solo ha habido dos casos, de dos chinos que llegaban de Europa y fueron detectados en el aeropuerto. Está todo muy controlado.

Las medidas son muy estrictas para lo que es costumbre.

Desde el primer momento, incluso en la Academia del CD Tenerife, teníamos que seguir las instrucciones de forma estricta. Nos obligaban a tener un control de temperaturas de todos, tanto los niños como de los entrenadores y el personal administrativo. Teníamos la obligación de informar al Gobierno de cómo estaba cada persona. Eso lo hacían todos los clubes, las escuelas, las empresas... Luego se tomó la decisión de cerrar todos los establecimientos. La única forma de abrir era que la empresa garantizara todas las medidas de autoprotección de los empleados: jabón, mascarillas, desinfección con empresas autorizadas... era bastante restrictivo.

¿Qué similitudes y diferencias ve entre el caso de China y España?

Al final todos somos humanos, y nos afectan las cosas por igual, a todos. Estas enfermedades no hacen diferencias entre países, lugares ni personas por su nacionalidad o condición. Para los chinos fue toda una sorpresa este nuevo virus. No tenían referencias previas, solo la experiencia con otros, como el SARS en 2003. En un primer momento ellos mismos creen que no actuaron rápido, pero aún así cerraron Wuhan cuando solo había 571 infectados oficiales. España ha tenido la oportunidad de ver el ejemplo de China, Irán, Japón, Corea de Sur e Italia. Nuestro país tiene una población más envejecida, por lo que los efectos dañinos del virus son más evidentes en nuestra población, la tasa de mortalidad es mayor aquí. Creo que debemos tener eso en consideración también.

China ha utilizado el big data

Sí, allá el teléfono es parte de tu vida. Casi no pagas con dinero en metálico y lo usas para todo. Con las distintas aplicaciones, que crearon muy rápido, te obligaban a llenar un cuestionario. Se te asignaba entonces un código QR que podía leerse al entrar a tu puesto de trabajo o al edificio donde vivías. De esta forma, salía un color que te daba un status: en verde libre circulación, en amarillo proceso de cuarentena de siete días y en rojo era de catorce días.

¿Cómo se tomó la ciudadanía las medidas adoptadas?

Ver cómo han obedecido de buena gana a todo lo que se les indicaba es toda una experiencia de vida. El pueblo chino tiene un gran espíritu de grupo y solidaridad y han acatado las normas muy bien. Las empresas y particulares han hecho donaciones increíbles para ayudar en la compra de material básico para hospitales.

Ahora que regresa a China, ¿No le sorprende la celeridad con la que se ha pasado de tener cientos o miles de positivos a diario a apenas alguna decena? Incluso ya se cierran hospitales de campaña.

Sí, desde luego. Es increíble cómo cambia el mundo en poco tiempo. La sensación es que ahora en China es seguro vivir. Tengo muchas ganas de ver a todos allí y felicitarles. El personal sanitario ha generado una gran admiración. Se han entregado y, en algunos casos, se han puesto en riesgo trabajando horas y horas para mejorar la situación, para que el momento actual fuera posible.

¿Cómo está viviéndose la vuelta a la normalidad?

En el caso de la Academia, que está dentro de un colegio, será esto lo que marque el camino para reabrir. El Ministerio de Educación activó las clases on line y va todo muy bien en este sentido. Pero sí preocupa que los niños lleven entre siete y ocho semanas sin realizar actividad física alguna. Por esa razón, probablemente se empiece a abrir en las primeras semanas de abril. Tenemos 54 niñas y niños, que empezarán a realizar de nuevo actividades al aire libre. A partir de ahí, seguiremos las precauciones que nos digan. Para empezar seguro que hay limitación de personas por grupo y se dictarán una serie de medidas sanitarias. Hay que obedecer para que lo que han conseguido hasta ahora, que ha sido mucho, no se estropee.

¿Qué falta por recuperar en el modo de vida en China?

El 80 por ciento de las empresas del país está funcionando, el transporte público está funcionando y las restricciones solo se mantienen con dureza en cuanto a la vida social. Los restaurantes, por ejemplo, no tienen atención en el local o las terrazas. Puedes recoger la comida o utilizar algún servicio a domicilio, pero no puedes estar en la calle socializando todavía.

Por su experiencia en China, ¿cree que ha ayudado esa disciplina, esa obediencia casi ciega al Estado con respecto a lo que pasa en Europa?

La verdad es que todo tiene pros y contras. Pero en el caso de situaciones extremas como esta es algo que ha jugado a su favor. La ciudadanía ya había tenido una experiencia anterior, con el SARS en 2003, y sí he notado que los chinos están muy concienciados de que hay que tomar medidas de este tipo para evitar la propagación del virus y seguir adelante. Su obediencia, casi perfecta, ha ayudado mucho. Nosotros, como pueblo, tenemos nuestras ideas. Aquí cuesta un poco más tomar este tipo de medidas tan drásticas, que te aseguro que dan resultado.

Curiosamente salió de China cuando la cosa empezaba a empeorar y ahora vuelve cuando empeora aquí, algo parecido a lo que le sucede al Wuhan FC que entrena el español José González. El otro día decía el míster que el Gobierno les había instado a regresar cuanto antes a su país.

Efectivamente. Ahora está peor la cosa en España. En China tienen la sensación de que yo debo volver urgentemente porque ahora estamos peor aquí. Es desconcertante vivir esta situación. No es agradable dejar Tenerife ahora, pero es lo que toca.

¿Cuál ha sido la actitud del CD Tenerife?

La comunicación ha sido directa y fluida, tanto con el director de filiales Sesé Rivero como con Quique Medina, que está encargado de estas academias internacionales. Ellos entendieron perfectamente que la Academia del CD Tenerife debía cerrar temporalmente. Ahora estamos pendientes de que los niños y niñas puedan retomar su formación. Ojalá pronto podamos traer otro grupo a la Isla para visitar las instalaciones del club como ya hicimos hace meses.