Lo que debía ser una bonita jornada con el azul y el fondo marino del Porís de Abona del municipio de Arico, se convirtió en un auténtico infierno para los deportistas que decidieron zambullirse en un mar con condiciones muy adversas pese a una delimitación del espacio. Además, varios submarinistas denunciaron a través de las redes sociales un dispositivo de seguridad deficitario.

Con un escenario de prealerta por vientos que expiró dos días antes de la prueba de cazafotosub, la meteorología no parecía la mejor para celebrar el estreno del Insular de Tenerife de Cazafoto. Después de la incertidumbre de las primeras horas, momentos en los que algunos de los deportistas optaron por no tomar parte en la prueba, se delimitó el espacio -un 25% del total-, que tampoco garantizaba el correcto desarrollo de la cita con el fondo marino y las especies subacuáticas.

Más allá de las evidencias videográficas recopiladas, el protocolo de seguridad y efectivos presentes eran deficitarios para lo que requiere un evento de estas características. De hecho, una de las asiduas en este tipo de pruebas, que finalmente decidió no tirarse al mar, denunció la inexistencia de efectivos sanitarios (SVA o SVB).