Un triunfo con un valor incalculable. Eso es lo que buscará esta tarde el Iberostar Tenerife en la cancha del Baskonia, rival directo de los aurinegros en la lucha por la zona media-alta de la tabla. Ganar en el Buesa Arena daría un impulso anímico tremendo a los laguneros, pero aún mayor clasificatoriamente hablando, toda vez que el conjunto alavés quedaría ya a cuatro triunfos (más seguramente el average) de los isleños, a los que además todavía les queda pendiente un partido, aplazado en su día, contra el Murcia. Con solo 11 jornadas por delante el colchón resultaría más que jugoso.

Demostró la pasada semana el Iberostar Tenerife haberse sobrepuesto a su derrota de cuartos en la Copa y a otros dos contratiempos. Uno ya familiar, el de las ventanas FIBA (tras las cuales los laguneros solían encadenar varias derrotas); y otro inesperado, el de la grave lesión de Santi Yusta, que ha obligado a Vidorreta al enésimo retoque de su plantilla para tratar que el equipo canarista siga siendo igual de competitivo. Los triunfos contra Joventut y Oostende, no exentos ninguno de los dos de un notable sufrimiento, así lo corroboran. Ahora, los tinerfeños quieren mejorar una tarjeta de visita que muestra, en mayúsculas, ocho victorias en los diez encuentros más recientes de la Liga Endesa. El de hoy sería, de paso, el séptimo éxito a domicilio de los isleños en el presente ejercicio.

También llega al compromiso de hoy muy reforzado, en lo anímico, el rival canarista, al que la doble victoria de esta semana en la Euroliga (la última de ella el viernes remontando 17 puntos ante el Alba Berlin) le mantiene con vida en su propósito de jugar playoff. Igualdad de fuerzas que el Iberostar debería desequilibrar sacando tajada del cansancio físico que podrían acusar los de Ivanovic tras jugar el viernes por la noche. Y ahí, el fondo de armario también tiene mucho que decir. Por un lado el cuadro canarista debería ampliarlo con el debut de Dino Radoncic, que debe dar descanso a Díez en el tres e incluso aportar atrás en el cuatro. Todo lo contrario que el Baskonia, que cuenta con las serias dudas de Shavon Shields y Goran Dragic, ambos baja por problemas físicos en el choque del viernes.

Siempre Shengelia

El factor que tiene toda la pinta de mantenerse inalterable es la aportación e impronta de Tornike Shengelia para el Baskonia. El georgiano ya fue clave en el triunfo ante el Alba (11 puntos en el último cuarto y autor del tapón decisivo), y en los tres últimos duelos de la ACB promedia 22 puntos, nueve rebotes, cuatro asistencias y 3,6 robos para 34 de valoración. Es, sin duda, el termómetro de su equipo, toda vez que en las victorias se va hasta los 24,91 de valoración, frente al 14,54 en las derrotas. Una producción habitualmente superlativa, como también lo es el tiempo que pasa en la cancha, 33:15 por partido, el que más, con diferencia de toda la Liga Endesa. Huertas, con 28:51 de media, es quien se le acerca. Desde el sábado pasado (tres partidos) acumula 110 minutos de juego. De la capacidad para atarlo en corto delante y desgastarlo atrás dependerán buena parte de las opciones de triunfo canarista.