Llegar y besar el santo a modo de premio. Así se puede tomar el Ciudad de La Laguna Tenerife su presencia en la Copa de la Reina que hoy arranca en Salamanca, donde las isleñas llegan sin presión, pero tampoco con la condición de tapadas, toda vez que su triunfo del sábado ante el Valencia Basket hará que el cuadro taronja -su rival en cuartos- haya abierto los ojos más de lo deseado. Las de Claudio García se deben agarrar a un día inspirado en ataque para hacer saltar la banca. Eso, y a la relativa experiencia que, en este torneo, atesoran cuatro de sus jugadoras, María Bettencourt, Astou Traore, Lyndra Weaver y Laura Herrera. Esta última, incluso, ya sabe lo que es levantar el trofeo de campeonas, allá por 2011, cuando militaba en el Rivas, aunque en aquel equipo plagado de estrellas (Amaya Valdemoro, Elisa Aguilar, Ana Cruz, Laura Nicholls..., con "era muy complicado tener protagonismo".

Quizá desde la voz de la experiencia que les ha otorgado el torneo del KO, las cuatro moradas coinciden en que "estos encuentros son diferentes", de esas citas en las que el débil suele crecerse para tumbar al grande. Un patrón que bien le podría venir como anillo al dedo al Clarinos. "Son partidos diferentes, ya que mientras en la liga un error lo puedes arreglar más adelante, aquí solo te vale la victoria, mientras que en la liga si pierdes puedes arreglarlo más adelante", apunta Bettencourt sobre unos choques en los que "debes ir a muerte y preparar cosas distintas para tratar de sorprender" al rival. "La Copa es así, el octavo puede ganar al primero, no sabes nunca lo que pude pasar", añade la lusa.

El de mañana será, para el Clarinos, un duelo condicionado, en cierta medida, por la victoria del sábado de las laguneras contra su rival en cuartos. "Seguro que ellas estarán aún más fuertes porque querrán la revancha y no perder por tercera vez", admite Weaver. "El viernes todo cambiará, ellas estarán algo enfadadas e irán a por nosotras... Debemos estar preparadas", comenta María. Pero lejos de achantarse ante lo que se supone será un adversario herido en su orgullo, en el conjunto de Aguere se han tomado la reciente victoria liguera como un acicate motivacional para repetir en la Copa. "No creo que ganarles el sábado fuera una sorpresa", señala de forma contundente Traore, que relata como claves en el asalto a La Fonteta, el "jugar como un equipo, y pelear todas juntas". "Y si lo hacemos así de nuevo, podemos ganar otra vez", insiste la senegalesa.

Lejos de haber preferido ir de tapadas, Lyndra incluso considera que ha sido "mejor ganarles el fin de semana", tanto por el refuerzo moral tras un par de semana complicadas, como por "lo importante que es para la clasificación en la Liga". "Debemos estar concentradas porque seguro que se nos presenta alguna oportunidad; tenemos un grupo talentoso, que compite y es capaz de plantarle cara a cualquier equipo de la liga", argumenta la norteamericana. "Cuando ves que con solo seis jugadoras puedes competir y encima ganar, ahora, con el equipo al completo, más razones para ir a luchar y tratar de sacar el partido", añade Bettencourt.

Cuestionadas por las claves que pudieran resultar más determinantes para que el Valencia vuelva a hincar la rodilla hay diversidad de opiniones. Por un lado Weaver habla de "divertirse" en un partido que debe tomarse "como otro más, son presión", para las de Aguere. Traore, por su parte, toma algunos errores del reciente compromiso liguero. "Debemos defender, mejorar un poco el rebote, y tener menos pérdidas". La que se retrotrae en el tiempo es Laura Herrera. "Siempre he dicho de que el partido que hicimos aquí contra el Valencia fue, precisamente, gracias a la defensa. Muchas veces nos cuesta un poco más y tenemos la suerte de poderlo suplir en ataque, pero en una competición como la Copa y ante el Valencia, estamos obligadas a defender bien", argumenta la chicharrera.