José Naranjo y Filip Malbasic ya no son jugadores del Tenerife. Al menos hasta el 30 de junio. Ambos futbolistas cerraron ayer sus salidas a préstamo, lo que supone un ahorro para la entidad blanquiazul de más de medio millón de euros en salarios. Los dos atacantes contaban con las fichas más altas de la plantilla y no entraban en los planes de Rubén Baraja, motivo por el que fueron incluidos en la lista de descartes de este mercado invernal.

Sin protagonismo en 2020, ambos futbolistas fueron asumiendo que su mejor opción era encontrar un nuevo destino. Dada la complejidad de sus contratos, la cesión era la vía más factible para llevar a buen puerto esta importante parte de la operación salida.

En el caso del onubense, hasta cuatro equipos de Segunda han preguntado por su situación. Tres de ellos (Girona, Ponferradina y Oviedo) acabaron fichando a otros futbolistas, con precios más asequibles, en su lugar. Finalmente, el mercado extranjero fue la solución. Primero Grecia y finalmente Chipre fueron los países de los que procedieron las alternativas manejadas por Naranjo, que se decantó finalmente por el AEK Larnaca. La cantidad de jugadores y técnicos españoles del club chipriota decantaron la balanza en las preferencias del atacante. Se marcha cedido, pero sin opción de compra.

"Se va para tener minutos y creo que puede ser bueno para él y para el Tenerife", comentaba ayer Baraja sobre Naranjo. En temporada y media, ha disputado 49 partidos oficiales y ha anotado ocho goles. Además, ha repartido seis asistencias. Su rendimiento nunca fue lo suficientemente estable y no logró continuidad en el once titular. Sus cinco entrenadores (Etxeberria, Oltra, Sampedro, López Garai y Baraja) no terminaron de encontrar la manera de sacarle el potencial que se le suponía.

El de Filip Malbasic es un caso aún más extraño. Indiscutible con casi todos los técnicos, con esporádicas apariciones desde el banquillo, ha disputado 103 partidos (72 como titular) y ha anotado 19 goles. La presente parecía que iba a ser su temporada, pero desde el cambio de técnico fue perdiendo protagonismo hasta desaparecer en enero. Su fría actitud ante el escaso protagonismo que le tocaba asumir hizo el resto. Jugará en el Cádiz de Álvaro Cervera hasta el 30 de junio, aunque en este caso sí existe opción de compra. Los clubes no confirmaron condiciones ni cuantía, pero es probable que sea obligatoria en caso de ascenso.