Rubén Baraja sabe que su Tenerife debe acabar con la sangría de errores defensivos que le viene condenando desde el inicio del Campeonato. Por eso le preocupa más que la falta de gol. "Estamos en ese proceso. Hemos mejorado otros elementos a la hora de atacar mejor, llevando el peso del partido y buscando un buen posicionamiento, controlando mejor los encuentros para evitar que el rival despliegue tras pérdida. Pero ahora toca seguir mejorando porque el avance depende sobre todo de la solidez desde la defensa. Si somos incómodos para el rival, estaremos más cerca de sumar y ganar partidos", expuso con claridad.

Mal cliente es el Girona para intentarlo, pero es el rival que toca en suerte esta noche. "Es un equipo con unas individuales determinantes, un rival dificilísimo en cuanto a calidad y determinación en las áreas. Son fuertes en la pegada y con mucho talento", comentó el técnico blanquiazul que observó a los catalanes mejores en cuanto a "solvencia" contra el Extremadura y cree que están "llamados a estar arriba".

Ni siquiera lo que significa la presencia de José Luis Martí es algo que desconozca Baraja. "Viene un entrenador que es de la casa y estuvo cerca de devolver al Tenerife a Primera. Será un reto. Queremos competir, siendo un equipo que plante cara siempre en casa, con la mentalidad de sumar de tres en tres puntos", añadió excusando incluso la trayectoria como visitante del Girona. "La Segunda es compleja. Pero saben bien a lo que juegan", sostuvo antes de advertir sobre la conveniencia de estar "concentrados, sin errores, para que el rival no crezca durante el partido".

El once que opondrá al cuadro rojiblanco podría ser muy parecido al que alineó el pasado miércoles en El Alcoraz. La acumulación de partidos no preocupa a un Baraja que se centra en buscar "un equipo competitivo" sin prestar mayor atención a la continuidad de esfuerzos porque "aunque tiene unas consecuencias en términos físicos, para el rival también será así". Incluso, dio la bienvenida a la Copa ante el Valladolid y el derbi de la próxima semana. "Es positivo porque todos están metidos, con mayores rotaciones", dijo.

En ellas no es seguro que esté Filip Malbasic, aunque su jefe lo considera solo "una de las opciones," que maneja. De momento, tendrá que esperar Ramón Miérez, que se encuentra "en la fase previa a reintegrarse con el grupo". No obstante, Baraja apuestapor "ir con cautela porque viene de unas molestias que luego han derivado en una lesión. Él tiene un carácter impulsivo y está con ganas de jugar, por lo que debemos frenarlo para que cuando entre sea con la idea de continuidad y no vuelva a recaer".

La recuperación de los lesionados y la llegada de los dos primeros fichajes incrementa la nómina de efectivos a las órdenes del técnico blanquiazul. "Si llega un jugador en tu posición, debes tener conocimiento previo de la situación. Esperamos que también haya salidas porque al final no participar es amargo", comentó al respecto.